Historiadores Y Economistas,Eric Hobsbawn

Historiadores y Economistas

Por Eric Hobsbawn, España 1998.

A lo largo del tiempo la historia y la ciencia económica se han desarrollado juntas; sin embargo, siempre se había presentado que ambos grupos se rechazaran y muy a pesar de todo se aceptara esta relación tan estrecha entre ambas ciencias.

Marshall, un economista estático, con sed de realismo en sus modelos y estudios, era de los que no aceptaba o incluso rechazaba que la economía necesitara de la historia para desarrollarse o para comprender los fenómenos económicos del presente.

Por otro lado algunos historiadores como Ricardo Fogel, de quien se refieren como un ingeniero en exploración y explotación de las fuentes históricas, intentaba explicar y persuadir a los economistas contemporáneos de la necesidad de la economía de la historia, todo esto se desarrollaba en Gran Bretaña mientras los escoceses del siglo XVII Y XVIII se negaban a separar la historia de la economía pues lo consideraban una abominación

Mientras Bohm Bawerk excluía a la teoría política de totalmente de la guerra de los métodos afirmando que: “en el terreno de la política social practica, por razones técnicas, el método histórico-estadístico era es tan indiscutiblemente superior que no vacilo en declarar que una política legislativa puramente abstracto-deductiva en los asuntos económicos y sociales será para mí una abominación tan grande como loe s para otros”

Por otro lado los alemanes que siempre se han distinguido por la calidad de sus estudios lograron que posteriormente se tuviera que traducir las monografías que ellos redactaban para entender casos de la economía de la Gran Bretaña, siendo esta una de las consecuencias de la ideología de los economistas de Gran Bretaña.

Después de todos estos eventos no es sino hasta después de la depresión económica de 1929 cuando la teoría neoclásica es aplicada a la política y se reconocen la econometría, el uso de la macroeconomía presentada por Leontiev en 1925.

Hobsbawn sostiene que la teoría económica facilita escoger entre decisiones y tal vez crea técnicas para tomar decisiones, por lo que la economía divorciada de la historia es un barco sin timón.

Tal como Hicks afirma: “Cuando se cobra conciencia de todos los vínculos que conectan a la historia económica con las cosas que normalmente consideramos que son ajenas a ella, nos damos cuenta de que el reconocimiento no es suficiente”

La historia no puede optar por priorizar o excluir ningún aspecto de la vida humana, esta se especializa u opta por concentrarse más en un aspecto y descuidar los demás pero nunca olvidarlos.

En la evolución social y económica las interrogantes:

 ¿Por qué algunas sociedades parecen haberse detenido

...