Identificación de las relaciones individuos, naturaleza y sociedad en los diferentes modos de producción

Teoría marxista de la historia

Javier Carles

La visión más común de la historia es a la vez la más infantil. Su origen puede remontarse hasta las crónicas medievales que registraban la vida de reyes, nobles y papas. Hoy en día dicha visión se expresa como crónica del accionar de "grandes hombres", que realizan guerras, películas y demás. Pero ya en la Edad Media había quienes creían que existía un patrón detrás de los hechos. Para ellos, este no podía más que tener un carácter divino, fruto de la influencia ideológica de la Iglesia. La Revolución científica del siglo XVII y luego la Ilustración verían en la historia otro patrón: el poder creciente de la razón. Esta concepción era idealista porque veía en las ideas el motor del cambio histórico, y optimista porque preveía una mejora sostenida de la sociedad. El siglo XX al superponer grandes avances científicos y enormes tragedias sociales, quitó toda plausibilidad a esta teoría. El antagonismo entre desarrollo de la razón y de la historia, hizo que muchos volvieran a pensar que esta última carecía de patrón alguno. El marxismo niega por igual el optimismo ilustrado y la visión de la historia como un caos. Su punto de partida son los "individuos reales, su actividad y condiciones materiales de vida, tanto las que encuentran existiendo, como las que producen en su actividad". (Marx)

Si caracterizamos a los humanos como productores, debemos diferenciar dos aspectos de su producción. El material: los humanos buscan satisfacer sus necesidades actuando sobre el mundo natural y transformándolo. Y el social: la producción conlleva la existencia de relaciones sociales entre quienes participan de la misma. Al accionar sobre el mundo natural le denominamos: "capacidad productiva", y a las relaciones sociales surgidas en el proceso productivo: "relaciones de producción".

El carácter de las capacidades productivas depende del "proceso de trabajo" mediante el cual los humanos actúan sobre la naturaleza. Dentro de dicho proceso distinguimos la "fuerza de trabajo" de los "medios de producción", y entre estos diferenciamos los "objetos de trabajo" (tierras, vegetales, animales, minerales) de los "instrumentos de trabajo" (arados, herramientas, máquinas y demás). Siendo los instrumentos el elemento decisivo del proceso de trabajo y del control humano sobre la naturaleza.

El proceso de trabajo es un reflejo del desarrollo tecnológico, y este lo es, del conocimiento teórico y las habilidades prácticas existentes en cualquier sociedad. Su perfeccionamiento permite producir lo mismo con menos cantidad de trabajo, y reduce la dependencia respecto de las vicisitudes del ambiente natural. Por último, el desarrollo de las capacidades productivas en una sociedad, es la base sobre la cual se edificará la sociedad posterior, pero no es suficiente para explicar el cambio histórico.

El desarrollo del conocimiento teórico y de las habilidades prácticas, no ocurre aislado de la forma en que se organiza la utilización de las capacidades productivas, ni de las relaciones de producción existentes en la sociedad. Estas relaciones tienen un doble carácter social. Por un lado, implican la cooperación entre individuos bajo las formas que determina cierto proceso de trabajo. Por otro lado, implican siempre el control de los medios de producción por parte de alguna clase social.

Las clases surgen cuando los "productores directos" son separados de los medios de producción, siendo su fuerza de trabajo explotada por quienes logran el control sobre dichos medios. Esto ocurre cuando además del trabajo necesario para asegurar la subsistencia, puede realizarse un trabajo excedente cuyos frutos son apropiados por una minoría. El desarrollo de las capacidades productivas hace posible el excedente, pero solo la relación de poder entre unas y otras clases posibilita su apropiación.

Modos de producción y lucha de clases 

La relación inmediata entre quienes controlan la producción y quienes son productores directos nos descubre la estructura de la sociedad. Llamamos "modo de producción" a las relaciones de producción que se corresponden con una etapa determinada del desarrollo de las capacidades productivas. Por su parte, lo que distingue a los distintos modos de producción (esclavista, feudal, capitalista), es la forma en que en cada caso el trabajo excedente es extraído a los productores directos.

La forma de explotación depende de la distribución de los medios de producción. En el caso del esclavismo, el trabajador es un instrumento de producción, una posesión al igual que la tierra. En apariencia todo el trabajo esclavo es excedente, pero una parte debe ser dedicado a mantener a quienes lo realizan. En el feudalismo, el campesino podía controlar algunos medios de producción, pero no la tierra. Estaba forzado a dividir su tiempo de trabajo entre producir para subsistir y producir para el señor.

En ambos modos de producción la explotación se basa en el monopolio de la violencia que detentan los propietarios. Por oposición, en el capitalismo los trabajadores están liberados de esclavitud o servidumbre. Pero a pesar de esto carecen igual de todo control sobre el proceso productivo. Esta situación obliga a los trabajadores a vender su fuerza de trabajo para subsistir. Por ello en el actual modo de producción la explotación se basa en el poderío y la coacción económica de los capitalistas.

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