Independencia de Brasil. LESLIE BETHELL

Independencia de Brasil. LESLIE BETHELL

A finales del siglo XVIII, Portugal era un país pequeños, atrasado económicamente y culturalmente aislado, con escasos recursos naturales y con una modesta fuerza naval y militar , pero con una gran ventaja un imperio mundial que se extendía por tres corrientes, Asía, África y América (sobre todo Brasil) que constituían una fuente de rentas para la corona. Los impuestos sobre la producción, el consumo y el comercio doméstico, las donaciones voluntarias y los derechos de importaciones y exportaciones, proporcionaban ingresos superiores a los que se necesitaban para administrar y sostener el imperio. Portugal mantuvo el monopolio del comercio dentro de su imperio. Y Lisboa y Oporto, servían de puertos para los bienes no portugueses que se exportaban a las colonias, así como para las importaciones de las colonias que se reexportaban al resto de Europa. Las reexportaciones brasileñas, azúcar y algodón, eran esenciales para la balanza de Portugal, a cambio de vinos, aceite de oliva, y algodón brasilero.

Inglaterra era el garante de la independencia de Portugal y de la integridad del territorio del imperio portugués.

Durante la segunda mitad del siglo VXIII, durante los reinados de José y de María, fue declarada incapaz mental, durante la regencia del príncipe Joao. Portugal al igual que España estaba bajo el mando de los borbones.

A partir de 1750/1777, desde José I en adelante iniciaron y pusieron en práctica una serie de medidas económicas y administrativas destinadas a superar el atraso económico y cultural y reducir la independencia económica y política con Inglaterra. Se buscaba modernizar la agricultura portuguesa, desarrollar manufacturas, mejorar la educación, extender el comercio colonial.

Esto significó para Brasil, en primer lugar, el establecimiento de mayores controles, y la centralización de la administración. Se integró dos nuevos estado bajo el mando del mismo virrey, quien tenía poderes restringidos fuera de la capitanía general de Río de Janeiro y sus capitanías subordinadas. Los gobernadores generales y gobernadores de otras de las otras ocho capitanías generales, eran en su mayor parte directamente responsables de Lisboa. La autoridad de los jueces de distrito y municipales de la corona quienes tenían funciones judiciales y administrativas. Mejoraron los métodos para recaudar impuestos. Pero no existió nada parecido al método de intendencias que se introdujo en Hispanoamérica.

En segundo lugar el comercio colonial se liberalizó un poco estrictamente dentro del marco del monopolio mercantilista. En 1776 se puso fin al sistema de frota entre Portugal, Bahía Y Río de Janeiro. 1778 y 1779 se suprimieron las compañías privilegiadas que se habían creado para comerciar con Grao Pará y Maranhao y con Pernambuco.

En tercer lugar se hicieron grandes esfuerzos para estimular la producción para la exportación, con la esperanza de ampliar al mismo tiempo el mercado para las manufacturas portuguesas.

El tercer cuarto del siglo VXIII había sido para Brasil un periodo prolongado de crisis económica. El noreste de Brasil había perdido su virtual monopolio de la producción mundial de azúcar y aunque el azúcar siguió siendo la principal cosecha comercial de Brasil, sus exportaciones se habían estancado un poco. La produccipn y exportación de oro y diamante decayeron abruptamente después de 1755.

Pombal (Primer ministro del rey José I) no consiguieron que la industria minera interior se recupera, pero en la década de 1780, Brasil comenzó a gozar de un renacimiento agrícola. Esta recuperación se vio reforzada por la expansión constante del mercado de alimentos y de materia prima como resultado del crecimiento de la población.

La Revolución Francesa afectó seriamente a los competidores de Brasil, que motivaron el alza de precios.

Las principales capitanías generales productoras de azúcar recobraron parte de su antigua prosperidad.

El crecimiento de las exportaciones agrícolas de Brasil, fue causa principal de la aparente prosperidad de Portugal a comienzos del siglo XIX.

El comercio de Portugal con el resto del mundo arrojó excedente durante todo el periodo, su comercio con Inglaterra tuvo superávit desde 1798. Los productos brasileños, representaban el 80 por 100 de las importaciones de las colonias portuguesas.

Sin Brasil, Portugal era una potencia insignificante. 25 años más tarde la dependencia de Portugal de los recursos de Brasil era aún mayor. El crecimiento económico de Brasil coincidió con la Revolución Industrial en Gran Bretaña. El mercado brasilero no se surtía de productos portugueses pero si de manufacturas británicas.

Algunos historiadores consideras que las raíces de la conciencia nacionalista brasileña se encuentran a mediadados del siglo XVII en la derrota a los holandeses quienes ocuparon el noreste. Fue durante la segunda mitad del siglo XVIII cuando apareció un sentimiento de identidad más aguado y generalizado entre algunos sectores de la oligarquía blanca americana que se componía principalmente de plantadores y molineros de caña de azúcar.

La corona portuguesa monopolizaba la legitimidad política y mantenía una importante función democrática. Proporcionaba estabilidad social y política. Su poder militar era limitado. El ejército de Brasil consistía en solo 2000 soldados. Los oficiales de la milicia era en su mayoría terratenientes y los soldados rasos eran todos hombres libres de una zona geográfica en particular. Los corpos de ordenanzas eran responsables del orden interno y del reclutamiento del ejército regular dominada por la clase terrateniente brasilera.

El descontento por el control económico y político ejercido desde Lisboa y la hostilidad entre los nativos de Brasil y los portugueses residentes en esta colonia quienes monopolizaban la mayoría de los altos cargos oficiales y quienes dominaban el control comercial en el Atlántico adquirió mayor extensión e intensidad a fines del siglo XVIII.

El poblamiento portugués de Brasil se había efectuado de un modo lento y gradual muchos de los principales terratenientes eran de la primera generación. El dominio colonial portugués no era un mucho menos mas tan opresivo ni exclusivo como el español. Era una potencia mas débil con mayores limitaciones de recursos financieros, militares y humanos.

Los lazos familiares y personales que existían entre los miembros de las elites portuguesa y brasileña se mantenían y reforzaban a través de una formación intelectual común. Brasil no tuvo universidades durante el periodo colonial.

Brasil era una sociedad esclavista, los esclavos eran una tercera parte o mas del total de la población. En la zona donde se realizaba monocultivos probablemente la población era en su mayoría esclava.

A fines del sigloXVIII la economía de Brasil era predominantemente agrícola y ganadera y orientada a la exportación.

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