Industrializacion Y Politica Economica

Industrialización y política económica

Desde los años cuarenta el desarrollo económico y social de México ha estado determinado por un proceso de industrialización acelerada. Los resultados de este proceso han sido desiguales y contradictorios: desiguales porque sus frutos se han concentrado regional, social y económicamente, y contradictorios porque el desarrollo interno ha multiplicado los lazos de dependencia con el capitalismo internacional, particularmente con el norteamericano y porque la industrialización originó marginación y miseria para considerables grupos de la sociedad.

La economía mexicana en los años cuarenta

El crecimiento de la producción manufacturera modificó el perfil del aparato en esos diez años; la producción primaria y los servicios redujeron su peso relativo en el PIB, si bien los segundos en pequeña proporción, mientras que la producción industrial y dentro de ella las manufacturas crecieron en importancia relativa.

La posibilidad de consolidar el sector industrial, sobre todo en la producción manufacturera y de energéticos, como sector dinámico de la acumulación capitalista y del crecimiento económico, se convirtió en una realidad en un plazo relativamente reducido, porque fue acompañado de una reacción positiva del resto de las actividades productivas.

La población económicamente activa creció no solamente en números absolutos sino también en términos relativos, como resultado de mejoras en las condiciones de vida, que redujeron la tasa de mortalidad desde los años veinte, pero también como producto de una drástica evolución de la tasa de natalidad a fines de aquella década, explicable en razón de la superación de las condiciones de vida de los campesinos.

Una de las razones para considerar la década de los cuarentas como la etapa de arranque de la industrialización acelerada del país es el peso relativo alcanzado por la importación de maquinaria y equipo.

El crecimiento de producción industrial, la rápida capitalización de este sector y las modificaciones en la estructura de las importaciones alteraron la estructura y el funcionamiento del sistema económico, en un proceso que en algunos autores ha sido definido como la industrialización sustitutiva de importaciones (SI).

El llamado modelo de SI descansa en su origen en la satisfacción de la demanda interna de consumo, que en el pasado se abastecía en forma tal que la estructura de dicha demanda determinaría en buena medida el tipo de sustitución de importaciones que era posible realizar, sobre todo en la etapa de “ fácil sustitución”.

El “desequilibrio externo”, o bien “la capacidad de México para absorber capitales del exterior” fueron temas centrales en el análisis económico de la época, y resurgieron cuando se inició el agotamiento de este modelo.

La industrialización fue la expresión de una nueva dinámica de acumulación capitalista, cuyo motor no es la producción de bienes para el consumo sino la tasa de ganancia, en forma tal que generó su propia demanda a través de la reducción del valor de la fuerza de trabajo, tanto por medios económicos como políticos, y que concentró el ingreso de acuerdo con sus requisitos de realización.

La principal

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