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Politica Economica


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2012  •  2.103 Palabras (9 Páginas)  •  289 Visitas

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POLITICAS ECONÓMICAS APLICADAS EN LATINOAMERICA DE 1929 A 1969

El modelo de desarrollo económico predominante en América Latina hasta la crisis financiera mundial de 1929 fue el modelo liberal primario-exportador. Este modelo favorecía la especialización de los países en aquellos bienes que podían ser producidos al menor costo relativo internacional. En las economías latinoamericanas dichos bienes eran mayormente las materias primas, pues se explotaban utilizando las ventajas comparativas inherentes a estos países: recursos naturales y mano de obra abundantes.

Las manufacturas ocupaban un lugar secundario en las economías latinoamericanas durante esta época. Las políticas gubernamentales eran casi neutras hacia la industria, manteniendo los aranceles con fines de la recaudación aduanera y no para favorecer a ciertos sectores de la producción nacional. Algunas de las manufacturas locales que dependían directamente de la transformación de algunas materias primas (por ejemplo los ingenios azucareros peruanos) ya contaban, además, con un mercado externo cautivo. El modelo primario-exportador se desarrolló dentro del marco de un modelo económico liberal.

Este último fomentaba una política de libre comercio internacional y contaba con que las exportaciones fuesen la principal fuente del crecimiento económico. El modelo liberal se fundamenta en dos principios: el interés egoísta del ser humano, que mueve su fin de lucro y la competencia como mecanismo regulador del libre mercado Dentro de este modelo, el rol del Estado es secundario y mínimo. El principal motor de la economía y el generador del crecimiento es el sector privado. El Estado se debe limitar a cumplir las funciones que el sector privado no puede, como la seguridad externa y la educación y salud para los que no pueden pagarlas. (Parodi 2000).

La crisis financiera de Wall Street en 1929 trajo como consecuencia una recesión no solo en EEUU sino en otras partes del mundo, incluyendo Latinoamérica. Entre las principales consecuencias de la Gran Depresión destacaron la disminución de los precios de las materias primas de exportación como consecuencia de la caída de la demanda en los países industrializados, fuerte contracción del flujo de capital extranjero a la región, incremento de la carga de la deuda externa y creciente proteccionismo de los países industriales (Parodi 2000).

Así, esta crisis llega a América Latina gracias a los vínculos comerciales y la alta dependencia que mantenía la región con las economías industrializadas. Los gobiernos latinoamericanos buscaron entonces una alternativa al modelo imperante para solucionar la dependencia de economías foráneas, la escasa capacidad de generar empleo de las economías locales y la modernización de solo algunos sectores privilegiados de las mismas. Nace así el modelo de industrialización por sustitución de importaciones.

• El modelo de industrialización por sustitución de importaciones y la lógica intervencionista.

En 1929, la economía de EEUU estaba sobrecalentada. Los agentes habían sobre producido más allá de lo que el mercado necesitaba y podía soportar. El afán de lucro exagerado de los inversionistas produjo una burbuja financiera en los mercados financieros internacionales. Ningún agente esperaba que la burbuja se reventara y procuraron mantenerse en ella para seguir maximizando su rentabilidad. Pero la burbuja estalló y ocasionó la mayor crisis económica mundial del siglo pasado. ¿Había fracasado el modelo económico liberal? ¿Había fracasado la mano invisible como perfecto ente regulador del mercado? Sí. Efectivamente, había fracasado.

Luego de esta experiencia comprendemos que los agentes, dejados a su libre albedrío, procurarán buscar maximizar sus beneficios individuales, muchas veces en perjuicio del beneficio de la sociedad. Paradójicamente, al hacerlo, y perjudicar a la mayoría, se están perjudicando ellos mismos. La lógica detrás de este razonamiento lleva a plantear la necesidad de cierto nivel de intervención de un ente regulador: el Estado. Se desarrollan así los modelos económicos intervencionistas.

Estos modelos plantean la redistribución del ingreso a través de una serie de controles estatales. Dependiendo del grado de intervención realizada, pueden aplicar un control a las importaciones y el crecimiento económico basado en el rol empresario del Estado. Sin embargo, la característica común de estos modelos es el control de los precios básicos (como alimentos de primera necesidad), de la tasa de interés y el tipo de cambio, de los salarios y de algunos servicios básicos.

Los precios de libre mercado son rechazados por ser considerados muy altos. El Estado interviene en la producción de algunos bienes, asumiendo las pérdidas cuando el precio fijado es menor al costo. Adicionalmente, subsidia a algunas empresas con la diferencia entre el precio fijo y el costo. En la práctica, la política económica está cumpliendo también el rol de la política social (Parodi 2000).

La aplicación de esta política puede generar problemas de déficit fiscal si este mayor gasto no viene acompañado de una contrapartida equivalente (generalmente un aumento en la recaudación). El déficit debe ser solucionado vía una mayor emisión monetaria, generando una crisis inflacionaria, o mayor endeudamiento externo, generando una crisis de balanza de pagos y crisis de tipo de cambio.

La estrategia de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) fue el modelo intervensionista que se desarrolló en la gran mayoría de países latinoamericanos desde la Gran Depresión hasta la crisis inflacionaria de los ochenta y las recomendaciones del Consenso de Washington en 1989. La crisis de 1929 había reducido sustancialmente los ingresos por exportaciones de América Latina y, por lo tanto, su capacidad de importación. Por ello, se vieron en la necesidad de producir sus propios bienes. Ello, aunado a las restricciones en la producción y el comercio de los países industrializados durante la Segunda Guerra Mundial, constituyeron una coyuntura propicia para la aplicación de este nuevo modelo. Esta estrategia estuvo asociada en América Latina a la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de las Naciones Unidas y tuvo como su principal pensador al economista argentino Raúl Prebisch. El enfoque de la CEPAL estuvo basado en las siguientes premisas (Parodi 2000):

• La economía mundial está dividida en dos regiones: centro y periferia (países industrializados y no industrializados). Los países de la periferia (no industrializados) son heterogéneos pues coexisten en la economía sectores modernos (exportadores, que utilizan tecnología del centro) y sectores atrasados. Además, son especializados en

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