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LA FORMACION HUMANISTA, UN NUEVO RUMBO DE LAS HUMANIDADES EN LA UNIVERSIDAD


Enviado por   •  8 de Abril de 2019  •  Ensayos  •  1.920 Palabras (8 Páginas)  •  329 Visitas

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LA FORMACION HUMANISTA, UN NUEVO

RUMBO DE LAS HUMANIDADES

EN LA UNIVERSIDAD

María Cecilia Posada González

Una y otra vez se debate en los medios educativos, en especial en los universitarios, la importancia que la enseñanza de las Humanidades pueda tener en la formación de los profesionales requeridos por la sociedad.  Sin embargo, no siempre se toma consciencia de que el problema fundamental radica en el concepto que de ellas se tenga, en la forma como se enseñen y en el lugar que ocupen en los diferentes planes de estudio.

Es cierto que en las dos últimas décadas, la mayoría de nuestras universidades se han caracterizado por una marcada inclinación a la profesionalización, descuidando las Humanidades o haciéndolas objeto de un constante afán por descartarlas del currículo.  Las consecuencias de esta deshumanización que ha hecho de la universidad más bien una institución para la educación tecnológica, las está padeciendo, como es apenas lógico, la propia sociedad.  ¿Dónde hallar lideres; personas pensantes, capaces de analizar globalmente los problemas para encontrar las soluciones pertinentes, con sentido histórico y prospectiva?  ¿Cómo romper con la apatía política, la indiferencia social, el individualismo y la falta de compromiso y de conciencia ciudadana que nos rodea?  ¿Dónde buscar los valores que el país necesita?  ¿Cómo lograr profesionales íntegros, capaces de responder a los interrogantes del complejo mundo actual para construir con instrumentos conceptuales un futuro mejor?.   La realidad que vivimos nos coloca pues, ante una sentencia inevitable:   Sí de la universidad siguen egresando profesionales sin capacidad pensante, estaremos condenados a vivir una sociedad sin futuro.

Mas, habrá algunas instituciones que se levanten para argumentar que en sus currículos sigue existiendo un espacio para las Humanidades, conscientes de que son también necesarios para la formación de un buen profesional.  Aquí, sin embargo, el problema radica, por una parte en el puesto secundario que estas cátedras ocupan; para los estudiantes no pasan de ser un “rellenosin interés ni importancia y todo el ambiente universitario.

Profesionalizante, así lo confirma.  Por otra parte, estas Humanidades son concebidas como una serie de disciplinas intelectuales cuyo único objeto es suministrar al estudiante cierta “cultura general” y cuyo puesto se ubica en el extremo antagónico y excluyente al de la ciencia y la tecnología.

Ante esta situación, es obvio que tanto que tanto la universidad como la educación necesitan un análisis del estatuto teórico que las define para proceder luego a delimitar el concepto de Humanidades que en ese contexto se requiere.

Empecemos por demarcar la misión que a la universidad competerá en el futuro.  Sí el mejor profesional será el que además de saber un oficio, sepa también entender y decidir un beneficio de la totalidad, la misión de la nueva universidad será trasmitir más entendimiento que conocimiento, formar la inteligencia más que la memoria, ser una fuente cultural.  Se ha de impartir una formación no sólo  técnica y profesional sino también humanista, cultual y científica.

Más, en el cumplimiento de esta misión, qué papel juegan las Humanidades? Sin duda, no podemos responder sin antes definir este concepto y los que le son afines, a saber; cultura y humanismo.

Todo saber que se ocupa de los aspectos que hacen al hombre un ser distinto de los animales y de las cosas materiales, o sea una persona humana, puede tildarse de humanista.  A su vez toda actividad que tenga por objeto formar al hombre y a desarrollar todas sus potencialidades humanas: pensamiento, creatividad, clara expresión oral y escrita, criticidad, libertad, virtudes, solidaridad. Sociabilidad, valores, etc, es humanista.  Humanismo es pues, un ir en busca del desarrollo integral del hombre, como ser pensante, social, ético, artístico, político y dador de sentido a su entorno.

En este sentido amplio del término Humanismo no caben las divisiones, jerarquizaciones. Ni discriminaciones de los distintos saberes.  No podemos colocar barreras entre lo práctico y lo teórico, ni considerar que las ciencias positivas quedan por fuera de la formación humanista porque esta atañe solo a las Humanidades.  Es preciso admitir que también el cultivo de las ciencias conocidas como científico-positivas, podría ayudar al desarrollo de un auténtico humanismo.

Concebir así el humanismo, no lleva a advertir de inmediato la diferencia que hay entre éste y las disciplinas de humanidades, no es humanista el lerudito en humanidades; no lo es quien ha adquirido conocimientos que informan sobre temas de filosofía, literatura, historia o asuntos semejantes.  A este tipo de sabios más bien podríamos denominarlos “técnicos en Humanidades”.  Nuestro humanismo apunta a todos los inventos del hombre por cultivarse como tal y en este orden de significación es como se corresponde con el sentido más originario del término cultura (cultivo).  Humanista podría ser el científico, el tecnólogo, el experto en humanidades, pues lo que realmente importa no son los conocimientos sino la capacidad que se tenga para enfrentar las realidades y las necesidades humanas con sentido crítico.

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