LA INSURGENCIA ISLÁMICA EN NIGERIA, ÁFRICA OCCIDENTAL

LA INSURGENCIA ISLÁMICA EN NIGERIA, ÁFRICA OCCIDENTAL

Siempre ha existido a lo largo de la historia del mundo el fenómeno de la culturalización de las masas, que no es más que el hecho que fragua a algunos países  que ven influenciada su idiosincrasia por otras culturas ajenas a la misma. Tal es el caso de algunos países de  américa latina que se han visto inclinados a las tendencias  Europeas, como Argentina u otros que se han visto directamente sustentados por la base cultural que los colonizo como es el caso de Brasil por Portugal. En ambas circunstancias el paralelo que une la culturalización es levemente voluntario, a excepción de Brasil, esto le hago mención para poder puntualizar algunos elementos parecidos que están teniendo como suceso el contexto Nigeriano, que cada día más se ve influenciado por todo el conglomerado ideológico que pone de manifiesto el Islam, que bien viene siendo una cultura completamente diferente a la que poseen los africanos occidentales.

Afirma Tamayo (2009) que el islam 

Es la segunda religión del mundo (…) que comenzó siendo un sistema de creencias local circunscrito a la Península Arábiga, muy pronto llegó a ser religión universal. Hoy sigue viva y activa en (…) América, Europa occidental y Rusia, África negra, India, Asia oriental, y se extiende desde el Atlántico al Pacífico.

Su expansión ha estado mediada por un lado por la ‘exportación’ de conocimientos, de ideologías que van en voz de los creyentes y la creación de sinagogas a lo largo de las regiones vecinas. Sin embargo, la otra medida que complementa esa expansión es la que tiene que ver con las circunstancias que afectan actualmente a Nigeria, es el caso de la incursión Islámica por medio de la opresión, de eso que el diario español la Razón ha denominado el Islam o la muerte.

La situación que vive el occidente de África es crítica, todos los países circunscritos a esa región se han visto duramente golpeados por grupos terroristas fundamentalistas islámicos entre los cuales resaltan el Boko Haram y ISIS, que han tenido mayor control en Nigeria, llegando a ‘colonizar’ culturalmente en referencia a la religión a más del 50 % de la población. El primer grupo en mención es un grupo terrorista yihadista salafista particularmente letal – de hecho hoy es ya el grupo terrorista más letal del continente africano - que actúa casi exclusivamente dentro de las fronteras nacionales de Nigeria (Echeverría, 2014) dado que es el país más poblado de África, ha sido caracterizado por imponer una piscología del terror que sólo ofrece dos opciones, convertirse al Islam o morir, sin embargo la conversión es una fachada para justificar las masacres que cometen.

El boletín más reciente de la cadena de televisión CNN sobre las acciones del Boko Haram afirmó que el grupo militante ha bombardeado escuelas, iglesias y mezquitas; ha secuestrado mujeres y niños, y ha asesinado a políticos y líderes religiosos por igual  (Karimi & Carter, 2014) y se ha justificado diciendo que Alá se los ordenó, pero acaso como ha de ser interpretado algo así, ¿demencia?, los integrantes de este grupo son en su mayoría lideres extremistas, fanáticos islámicos que usan la religión como medio para la realización de sus actos criminales, que no sólo se reducen a masacres y genocidios, sino que llegan a otros tópicos que tienen que ver con su financiación, puesto que Alá no es  quien les provee armas y dinero. Algunos diarios como  el espectador afirman que Boko Haram recibe el apoyo de los fieles en las mezquitas. A eso se agregan los ataques a los bancos, pero no hay pruebas de envíos de fondos desde el extranjero. (Agencia AFP, 2014)  Según estos no existe realmente evidencia de que haya financiación real por parte de entidades externas, sin embargo otros diarios afirman las autoridades financieras nigerianas han documentado que la financiación del grupo terrorista se realiza mediante organizaciones musulmanas de caridad, (De la Cruz, 2014) la cuestión radica en la verosimilitud de las fuentes, la segunda afirmación se sustenta a través de la idea que existe, que más que idea es una realidad, sobre la financiación de todos estos grupos por medio de los mismos líderes del Islam.

Nigeria actualmente se encuentra categorizada en dos grandes facciones, la mitad de la población es de creencia musulmana y la otra mitad cristiana, y una tercera parte que no es considerada una gran facción vendría siendo el conjunto de ideologías protestantes. La primera gran facción, la que corresponde a los musulmanes son los seguidores del Islam, sin embargo el que sean prácticamente la mitad de la población no está justificado con la voluntad de los mismos hacia la fe, sino que se justifica por medio de la imposición de los grupos terroristas que amenazan a quien sea que no se convierta al Islam. De manera que el fenómeno de culturalización está manifestándose por medio de la opresión a diferencia de Argentina o Brasil, Nigeria se ve invadida por el frenético deseo de expandir una ideología radicalista, el Islam.

No obstante se han hecho cosas para impedir este suceso, si bien desde antes de la llegada del grupo Boko Haram ya existía la violencia en la región, no se habían dado eventos como  el de Baga  donde se dio el ataque más sangriento en los seis años de lucha de esta organización yihadista que amenaza con extenderse por los países vecinos. "Nosotros matamos a la gente de Baga según las instrucciones de Dios en nuestro libro", ha dicho el supuesto líder de los terroristas, Abubakar Shekau, (RTVE, 2015) este hecho dio pie a que esta organización tomará posesión de ese territorio y la expansión de su ideología fuese aún más intrínseca. Sin embargo era de esperarse represalias por lo que el presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, ordenó una ofensiva militar "a gran escala" para acabar con el grupo terrorista Boko Haram. (RCN, 2014)

Este grupo extremista ha superado los límites de la violencia y las justificaciones para las mismas, pues paso de adjudicárselas  a Alá, para darle la ‘gloria’ a Isis, otro grupo yihadista del Estado Islámico, y así indicarles su vinculación y lealtad, Juramos lealtad al califa de los musulmanes, Abu Bakr al-Bagdadi, y lo vamos a escuchar y a obedecer tanto en tiempos de prosperidad como en tiempos de dificultad", dijo Shekau en el mensaje. (Gelblung, 2015). El Gobierno no respondió a esto, pero el hecho de no hacerlo manifestó la expectativa de próximos ataques terroristas a la población, pero ¿Qué está pasando?, tentativamente  los esfuerzos que se han logrado para controlar las exigencias, la ‘dictadura’ de estos grupos no han logrado aniquilar por completo la presencia del terror, de las amenazas, e incluso se esboza la idea que de lograrlo, el Islam aún prevalecería como la fe o doctrina número uno en la sociedad Nigeriana.

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