La Educación En Atenas

La enseñanza y la educación ateniense.

Introducción

La forma de gobierno en Atenas, por su carácter democrático, provocó que la mayoría de los habitantes de la ciudad tuvieran acceso a un buen nivel de educación, pues se creía que si todos debían participar en la administración y la vida política de la ciudad, debían estar bien preparados para hacerlo. Su forma de educar difiere en gran medida a la forma de educar que se tenía en Esparta debido a que, a diferencia del método educativo espartano, la educación ateniense tenía como finalidad el enriquecimiento personal, no en el sentido monetario, sino intelectual, espiritual, artístico, etc.

Aunque la democracia ateniense involucraba a los ciudadanos únicamente en las tareas de gobierno y en la elaboración de las leyes, todos los ciudadanos eran iguales ante la ley y la única diferenciación que había entre unos con otros era la economía.

Como vimos en clase, la elección de los servidores públicos se hacía por medio de un sorteo, remunerando a aquellos ciudadanos que no tenían las posibilidades de dedicarse únicamente a la vida política. Así los atenienses evitaban que aquellas personas económicamente pudientes, tuvieran la capacidad de comprar los cargos públicos más importantes.

En el ámbito educativo, hubo varios personajes destacados como por ejemplo Aristóteles y Platón; desde aprox. el S. VI a.C se sabe de la existencia de escuelas dedicadas a la medicina, la herbolaria y otros tipos de conocimiento

El Estado era el regulador de la educación, pues así se respetaba la obligación cívica y moral de los padres a educar a sus hijos, y además se garantizaba la libertad de la enseñanza. La educación en la familia era deficiente. El padre no se preocupaba mucho por ello y en lugar de eso se enfocaba más a la vida social. La madre ejercía escasa influencia, ya que se creía que la mujer era por naturaleza ignorante. El niño aprendía poesía y cánticos, se aprovechaba el interés hacia los cuentos y fábulas para inculcarle verdades morales e iban a la escuela desde aproximadamente los 7 años.

El proceso educativo

Los primeros atenienses (según Tucídides), abandonaron la costumbre de andar armados, evolucionando de una cultura de guerreros a una cultura de escribas, por lo que la educación tiene una educación marcadamente civil. Esto no quiere decir que el elemento militar dejara de existir, porque obviamente era necesario defenderse de los ataques de otros pueblos, pero esto no condicionaba la vida cultural e intelectual de la polis.

El proceso de educar a los atenienses constaba de una serie de fases paulatinas en las que el estudiante iba adentrándose cada vez más en las diferentes áreas del conocimiento.

a) Primero era introducido en las humanidades durante los primeros años de su formación.

b) Después, entre los 12 y los 14 años, se iniciaban en la vida deportiva.

c) A los 18 era considerado un “efebo”, siendo desde ese momento el Estado quien se ocupaba de su educación militar, política y administrativa durante tres años.

d) Finalmente, a los 21 años ya era declarado un ciudadano en toda plenitud de ejercer sus derechos.

Los Sofistas

Alrededor el S. V a.C., el hombre griego ya no se preocupaba tanto por desarrollar del cuerpo y sus capacidades físicas, ni por el hecho de tener una buena conducta, sino se interesaba más por la vida del espíritu y la razón.

Para entonces, el ateniense ya es considerado un ciudadano, un ser humano político, habitante de una Ciudad-Estado, que participa en su gobierno a través de varias instituciones y se interesa por la vida política de la ciudad entera. La búsqueda del equilibrio y la armonía natural del ser humano, hizo que los atenienses comenzaran a cuestionarse y explicarse el entorno que lo rodea, gracias al nacimiento de la Filosofía.

La filosofía era una parte fundamental de la educación ateniense. A partir de la Academia, institución creada por Platón para enseñar filosofía, las escuelas filosóficas en Atenas se convirtieron en establecimientos formales de enseñanza. La más visitada de estas escuelas fue la que Aristóteles inauguró en su segunda estancia en Atenas: el Liceo. Según se cuenta, por la mañana daba lecciones acroamáticas, esto es, estrictamente científicas; y por la tarde, exotéricas, es decir, conferencias populares. Las primeras eran para su círculo inmediato de discípulos, y las segundas (especialmente las de retórica y ciencias políticas) para un círculo de oyentes más amplio.

En ese contexto se dará la formación del primer político, del hombre público, del futuro gobernante, educación que estará a cargo de los sofistas, quienes despliegan su actividad en la segunda parte del siglo V a.C.

Los sofistas eran maestros de enseñanza superior, impartían clases acerca de temas muy diversos, no tan especializados como se imparte la educación superior actualmente.

Los sofistas tuvieron una gran admiración por los poemas homéricos, a los que consideraron como una enciclopedia de todo el saber. También apreciaron a Píndaro, Teognis y Solón. Hacían ejercicios comparando personajes, o imaginando sus reacciones, u otras variantes de los acontecimientos, ejercitando con ello no sólo el lenguaje, sino también la comprensión, la imaginación y el espíritu.

Entre las enseñanzas más importantes de los sofistas, tenemos.

1) La Dialéctica, que enseñaba a sostener con argumentación igualmente conducente el pro y el contra, y el objetivo era triunfar en cualquier discusión posible.

2) La Retórica, denominada “el arte de hablar” y de persuadir mediante la palabra.

3) La Mnemotecnia, que es la ejercitación de la memoria

4) La Mathemata, es decir, ciencias relacionadas entre sí como la aritmética, la geometría, la armonía y la astronomía.

Programa educativo ateniense

Como ya dije, a los siete años los niños debían ir la escuela. Les acompañaba un pedagogo que generalmente era un esclavo instruido quien les ayudaba a comportarse.

El escolar dividía su tiempo entre:

a) La Palestra, donde pasaban la mitad del día y practicaban el salto, el lanzamiento de jabalina, carreras, lanzamiento de disco y lucha.

b) El Didascáleo, que era la escuela gramática, donde aprendía mediante el deletreo, la escritura y el cálculo.

Los hijos de familias acomodadas continuaban añadiendo a las anteriores la música, la danza, la aritmética, la geometría y el dibujo. A través de la poesía estudiaban la religión, la historia, la geografía, economía, física y ciencias naturales.

Aprox. a los quince años ingresaban en el gimnasio atendiendo especialmente a la educación física. Con el tiempo se llamaron gimnasios a las escuelas de filosofía. La gimnasia que parece haberse aplicado al par de la música (en el sentido más extenso), y cuyos ejercicios eran más duros a medida que se acercaba a la pubertad, era enseñada y dirigida por el “paidotríbees” en una escuela especial o “palaístra”. Lucha, carrera y salto, lanzamiento de disco y la jabalina eran los ejercicios comunes, y seguramente la danza y la natación formaban parte del programa.

A los dieciocho años pasaban a la categoría de “efebos”. Aquí se hacía un servicio militar que duraba dos años.

La educación secundaria tenía un programa que comprendía la gramática, la literatura y estudios clásicos como el dibujo, la geometría, geografía y música. En la educación media se crearon corrientes de actividad científica y filosófica, junto a las matemáticas y la astronomía. Finalmente, la educación superior debía ser practicada para no sólo preparar una profesión, sino más bien por cultura general.

Organización escolar en Atenas.

Usualmente, las escuelas atenienses tenían lugar en un rincón de la calle o en una plaza pública. Más adelante se construyeron locales y en las ciudades populares había varias escuelas.

El maestro se colocaba en alto y en las paredes se veían objetos empleados en la enseñanza. El maestro era llamado “gramatista”. En la enseñanza privada el sistema era individual. La clase se hacía a base de coloquios particulares. Los demás trabajaban vigilados por ayudantes. Las disciplinas en las escuelas eran severas y el profesor solía recurrir a castigos.

Debido a que cada día aumentaba el número de los aspirantes, y aunque la enseñanza individual continuaba existiendo, la escuela como centro colectivo de educación se difundió y perfeccionó con el paso de los años. Por lo tanto el Estado suministraba los locales y así garantizaba la libertad de la enseñanza.

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