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La Guerra De Independencia


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2012  •  4.496 Palabras (18 Páginas)  •  608 Visitas

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La Guerra de Independencia de México

La lucha por la independencia se gestó a lo largo de los tres siglos que duró la época colonial. La denominación de los peninsulares sobre la mayoría de la población generó una gran inconformidad, que fue capaz de arrastrar al pueblo a la rebelión armada en 1810.

A) LA INFLUENCIA EXTRANJERA

Al mediar el siglo XVIII, España y sus colonias entraron en contacto con una serie de ideas y transformaciones conocidos con los nombres de Siglo de las Luces o de la Ilustración. En el campo de las ideas, este movimiento pugnaba por transformar el antiguo régimen y organizar de manera diferente el gobierno absolutista imperante en esa época. Asimismo, proponía que otras clases sociales, asumieran responsabilidades de dirección de gobierno.

En Nueva España, intelectuales y sacerdotes leían con avidez los escritos de asuntos políticos, pues esas ideas eran un importante mensaje para la sociedad colonial interesada en la independencia. El pensamiento ilustrado consiguió que algunos criollos como Benito Díaz de Gamarra como principal exponente, comenzaran a considerarse hijos de una tierra que debiera ser soberana, a considerarse descendientes del imperio azteca y, de acuerdo a esas ideas, comenzaran a ver a los indios como iguales.

Por otro lado, los Estados Unidos de América fueron el primer pueblo continente en independizarse de la dominación europea. En 1776, las trece colonias dependientes de Inglaterra firmaron el Acta de su Independencia. Este acontecimiento influyó en el movimiento libertario americano, ya que se constituyó en el ejemplo a seguir por el resto de las colonias del Nuevo Mundo. También las noticias que sobre la Revolución Francesa llegaban a las colonias, ponían en claro a ciertos sectores de la población, que los derechos y principios políticos planeados por los pensadores ilustrados podían lograrse a través de las luchas del pueblo.

Así, paulatinamente, los criollos fueron los principales receptores de las ideas ilustradas, de los principios de la Independencia de los Estados Unidos y de los ideales de la Revolución Francesa. De este grupo se formarían los ideólogos y caudillos de la lucha por la independencia.

B) CAUSAS INTERNAS

Cuando en 1810 se inicio la guerra de independencia, a través de la cual surgiría México como nación independiente 11 años después, participaron indios, mestizos y castas, todos ellos dirigidos por los criollos de ideas avanzadas, resultado de la lectura de libros llegados de Europa. Las injusticias de la sociedad colonial se manifestaban en todos los aspectos de la vida: en lo económico, las actividades fundamentales (minería, comercio e industria), eran controladas por españoles, en tanto que los criollos y mestizos solo se ocupaban de la pequeña industria y de otras actividades secundarias; los indios y las castas permanecían al margen de tales actividades, servían a la gente acomodada y solo vivían de su trabajo. Entre los criollos, la desigualdad, el despotismo del gobierno y la dependencia de España también generaban un conflicto social; para remediarlo proponían hacer iguales ante la ley y separarse de una vez por todas de España.

Todo este cúmulo de ideas igualitarias, aunadas a las injusticias de la sociedad colonial, fueron las causas de la lucha independentista.

C) ETAPAS DEL MOVIMIENTO ARMADO

El gobierno virreinal, enterado de que los conspiradores de Querétaro preparaban un levantamiento para principios de octubre de 1810, ordeno arrestar a los principales conjurados, el 13 de septiembre de ese año. El encargado de cumplir la orden fue el propio corregidor don Miguel Domínguez, quien incluso confinó a su esposa en su casa, pero esta logro enviar en secreto un mensajero a sus compañeros en San Miguel el Grande; el emisario, don Ignacio Ramírez, al no encontrarlos en ese sitio, continuo su camino hasta la villa de Dolores en donde, a propuesta del cura Hidalgo decidieron iniciar la lucha.

En la madrugada del 16 de septiembre, Hidalgo liberó a los presos y puso en la cárcel a las autoridades españolas del lugar, llamo a la misa y arengo a la población a derribar al gobierno, hecho conocido históricamente como el Grito de Dolores. Ese mismo día se dirigieron a San Miguel, y en el camino, el cura tomo de la iglesia de Atotonilco la imagen de la Virgen de Guadalupe como bandera insurgencia.

Aunque al iniciarse la guerra solo se contaba con algunos cientos de hombres, en pocos días él ejército insurrecto rebasaba los veinticinco mil elementos. La revuelta se extendió por el bajío donde, armado con palos, hondas, machetes y algunas armas de fuego, el recién formado grupo, tomo sin resistencia San Miguel, Celaya y Salamanca.

Al aproximarse a la ciudad de Guanajuato, se le envió una comunicación a Juan Antonio Riaño, intendente local, exhortándolo a rendirse y a tomar la causa de la independencia, pero él decidió permanecer fiel al gobierno español y resistir en la Alhóndiga de Granaditas, sitio en que se refugiaron los españoles, con sus familias y caudales. La localidad fue tomada a fuego y sangre, y al termina del combate las indisciplinadas masas saquearon, tanto las propiedades de los españoles peninsulares, como las de los criollos ricos.

A los pocos días, el obispo de Michoacán, don Manuel Abad y Queipo, excomulgó a Hidalgo, pero ello no fue obstáculo para que este continuara su campaña. Tomo la ciudad de Valladolid, desde donde se encamino hacia la ciudad de México. En el trayecto, se entrevisto con José Maria Morelos en la hacienda el Charo, encomendándole extender la insurrección al sur del país.

En la batalla de Monte de las Cruces, cerca de Toluca, Hidalgo derrotó a los realistas dirigidos por Torcuato Trujillo, fuerzas en las que militaba Agustín de Iturbide. Tras su triunfo, él ejército insurgente llegó hasta Cuajimalpa, en las afueras de la ciudad de México; para entonces esta se hallaba consternada ante la derrota del ejercito virreinal y la confusión se había apoderado de todos. Hidalgo, después de permanecer indeciso por varios días, discrepando de la opinión de Allende, inexplicablemente se dio vuelta sin entrar a la capital.

En su marcha hacia Querétaro, en un lugar denominado San Jerónimo Aculco, él ejército insurgente sorpresivamente se encontró con las tropas de Félix Maria Calleja, ante las cuales sufrió una derrota. Mientras tanto la insurrección se extendía por otras partes del país.

Hidalgo

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