La Inquisicion

LA INHUMANA INQUISICIÓN TOMANDO COMO REFERENTE EL LIBRO DE UMBERTO ECO, “EL NOMBRE DE LA ROSA”

El ambiente en el que Umberto Eco narra la historia, marca un periodo turbulento para la religión católica en donde el fin de una época que había estado presente en el tiempo durante diez siglos se estaba sintiendo, época que mas adelante se connotaría como época medieval dentro de los estudios históricos, sin embargo hay quienes también la denominan como la época de la oscuridad refiriéndose al retroceso del conocimiento absorbido en gran medida por el pensamiento religioso que se instauró y quien manejo todas las disposiciones de la sociedad; la expresión de Adso de Melk al referirse a la situación actual del mundo o la manera como él hacia la lectura de su entorno y la conclusión de que no podía hacer nada frente al orden establecido, “ Quizá no fuese la obligación adecuada de un novicio, cuya obligación es la de respetar humilde y escrupulosamente la regla así el mundo se estuviera hundiendo en una tormenta de sangre y locura” (Eco, 1980); de cierta manera este tipo de pensamientos permitieron que muchos actos se consumaran pues la idea de que quienes gobernaban estaban dirigidos por los designios divinos, esto explica el por qué sus decisiones eran las mas correctas.

En este sentido eminentemente de época, la religión para el hombre medieval abarcaba toda su vida y perspectiva, así, cada rebelión que atentara con este aparente estado de equilibrio de fe era visto como un crimen moral y una especie de asesinato del alma y de Dios, hablando propiamente de la fe católica, una ofensa que podría ser mucho más atroz que el parricidio. Ante un decaimiento de la creencia ciega en la religión católica, muchos comenzaron a desistir y abandonaron su fe por que realmente había un deseo de encontrar la verdadera verdad que precisamente no la hallaban en lo que la iglesia católica imponía. De esta manera muchos fueron los que rechazaron las doctrinas apostatas y del Papa, fijándose nada mas que en el señor Jesucristo y en su palabra para su salvación, a estos se les calificó de herejes y fueron perseguidos ferozmente por la iglesia católica Romana (Woodrow, 1997) por medio de una institución la cual recibió el nombre de la Santa Inquisición y el Santo Oficio, nombre que recibiría posteriormente, la cual se encargaría de defender su fe sin importar la manera cómo se llevaría a cabo este acto de apología.

De esta manera se puede explicar cómo la inquisición hace parte de un conjunto de diversas instituciones creadas con el fin de suprimir la herejía dentro de la iglesia católica; la inquisición medieval en un principio fue fundada en 1184 en el sur de Francia para combatir a los cátaros y albigenses, después con los estatutos Excommunicamus del papa Gregorio IX se estableció lo que seria realmente la inquisición en el año 1231, estableciendo severos castigos y la figura de inquisidor quien era realizada por los Franciscanos y dominicos.

En el relatar de Umberto Eco, narra un episodio divido en varios días en los que se manifiesta claramente la manera cómo la comisión de la inquisición que había llegado a la Abadía llevaba a cabo el juicio que se sentenciaba a un monje franciscano acusado de hereje, ya que en el seno de la orden franciscana se había producido una división, los conventuales y los espirituales, radicales que defendían un ideal de pobreza absoluta alegando que tanto Jesús como sus discípulos carecían de posesiones individuales y comunales, ya que tras la bula que expidió el papa Juan XXII en el que establecía como hereje a todo aquel que pensara como los franciscanos “espirituales” que defendían el hecho de la pobreza de Jesús y sus apóstoles y como diría Guillermo de Baskerville, “No les interesa averiguar quienes son los culpables si no quemar a los acusados” (Eco, 1980) y de hecho eso fue lo que realizaron, les era mucho mas importante quemar a los acusados por herejía que condenar a los asesinos o prevaricadores de otra índole que perturbaban la silenciosa y misteriosa Abadía.

Son muchos los casos que se escriben, que se rumoran y que se cuentan con respecto a este especial comportamiento de la Iglesia, muchos podrían decir que es perverso, inhumano y que la verdadera iglesia que se fundó en los cimientos de Jesús y los apóstoles nunca cometería tan “atroces crímenes” si se supone que solo Dios es quien da y quita la vida; pero de acuerdo a sus argumentos y a su defensa, “Solo he sido el instrumento de la verdad” (Eco, 1980) como diría el inquisidor que visitó la Abadía, pues ellos o al menos el pontífice representa a Dios en la tierra y eso implica defender su fe acosta de todo y por encima de las vidas de los que se oponen a recibir las “verdades” tal cual, de esta manera cada quien puede generar sus propios argumentos y respaldar o no estas practicas. En este caso se hablara de la inquisición como un acto inhumano, tratando de no caer en los anacronismos.

El demonio según la época medieval hacia su presencia a través de las mentes débiles, de ahí que era necesario quemarlos para que sus almas fueran al lugar que les correspondía

Parece ser en que en estos días, por solicitud del Abad y para cumplir con la tarea que me ha sido encomendada según los términos del acuerdo previo a este encuentro tendré que ocuparme de unos hechos deplorables en los que se huele la pestífera presencia del demonio. Os lo menciono porque sé que en otra época, cuando no había tanta distancia entre nosotros, también luchaste junto a mí y los míos en el banco donde se libraba la batalla entre las escuadras del bien y las del mal (Eco, 1980).

En efecto, existían unos parámetros pues era una organización bastante estructurada y como primera instancia había alguien que acusaba al hereje o era delatado por quien estaba siendo interrogado de manera que el inquisidor lo apresaba para llevarlo a interrogarlo pues estaba acusado de herejía. “La encuesta inquisitorial funciona con el miedo del otro. Porque en general la persona que es sometida a un interrogatorio dice al inquisidor, por miedo a que este sospeche de ella, algo que puede dar pie para que sospeche de otra” (Eco, 1980). Antes de proseguir hay que definir y significar el término de hereje, herejía y sus aplicaciones en la realidad medieval.

Santo Tomas la definió como: “Una especie de infidelidad de aquellos que, habiendo profesado la fe en Cristo, corrompen sus dogmas” seleccionando y modificando la doctrina según la propia conveniencia de una forma persistente y obstinada, es considerado como uno de los mayores pecados de la iglesia generalmente, el papel de la herejía en la historia es de perversidad

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