“La Noche de los Bastones Largos”

1.Durante la intervención del Gobierno Militar del General Juan Carlos Onganía, que derrocó al Presidente de la República Argentina Arturo Illia, se disolvió el Congreso, se destituyó a la Corte Suprema y se prohibieron los partidos políticos. Hasta ese momento la Universidad tenía Autonomía y un Gobierno Tripartito, pero con los gases lacrimógenos y los golpes se desmanteló además un proyecto cuya tendencia era ir hacia una Universidad científica de gran nivel intelectual. Había órdenes de neutralizar la infiltración marxista y erradicar la acción del comunismo en la universidad, ponerla bajo las órdenes del Ministerio de Educación.

 En “La Noche de los Bastones Largos”, el 29 de julio de 1966, la violencia de las fuerzas policiales dio comienzo a un retraso para el país, la ciencia y la investigación. Hay una total coincidencia entonces, entre los protagonistas del momento, y los comentarios y opiniones vertidos en el New York Times de Nueva York, por Warren Ambrose, profesor de Matemáticas del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de la Universidad de Buenos Aires acerca de los acontecimientos de la desgraciadamente famosa “Noche de los Bastones Largos”. A partir de ese momento la universidad iría perdiendo su capital humano,” muchos de los mejores profesores se van a ir del país”… según sus palabras, la Universidad sería claramente dañada, con la tendencia cada vez más marcada de derrumbar la educación y la investigación científica en la Argentina. El Vice decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (1966), Carlos Menéndez Mosquera, relata en el documento fílmico de la Universidad de San Martín “, La noche de los bastones largos”, 1ª parte, que entre el 1955 y 1966  eran años de respeto y democracia. Para el Dr. Manuel Sadosky, Vicedecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (1957-1966) se entraba en otra etapa que debía abordarse con la suficiente energía, y se instaló entonces la primera computadora en América latina, adquirida por la Universidad de Buenos Aires. Había una actitud mental de investigación. Para el Dr. Rolando García decano de las Ciencias Exactas y Naturales no había intereses creados con nada ni con nadie, cambiaban de rumbo en beneficio de cualquier proyecto, se anhelaba una Facultad de Ciencias de primer nivel Internacional, y se pensaba en  tener una patria en vías de desarrollo intelectual y científico, de modo que se becaba a los estudiantes para aprender en el exterior determinados temas que a su regreso darían respuesta a distintos proyectos. Las renuncias en masa de los profesores corroboraron los vaticinios de Warren Ambrose, y hoy todavía algunos de los representantes de la Universidad aquella se preguntan si no debían haber dado batalla desde las aulas.

2 a. Después del 24 de marzo de 1976 el aparato militar deseaba ejercer el control pleno del sistema educativo, y se propuso salvaguardar y perpetuar la esencia de la Nación, representada en sus símbolos. Se sucedieron seis Ministros de Educación en seis años lo que no habla de mucha continuidad en los sistemas pero sí en la represión Para aquellos estudiantes, que se iniciaron en este régimen no era sorpresiva la obligación de la vestimenta, el pelo corto o recogido, el respeto inquebrantable a los símbolos patrios y a los próceres, con duras sanciones para quien incurriera en alguna ofensa o actitud, ya que lo que se conoce desde un principio no revela diferencia. Los estudiantes sabían que en las ceremonias y actos patrióticos, se debían formar en fila, cantar con honor y orgullo el Himno Nacional Argentino, guardar silencio, saludar a la bandera, jamás darle otro uso que no sea el de la nacionalidad, y menos, mancharla, graficarla, bajo pena de severas sanciones que incluían la expulsión. Era frecuente utilizar las clases de educación física y de música para marchar por las calles vecinas al colegio, tal como militares. Los ensayos preparaban para un desfile mayor a realizarse los 9 de Julio o 25 de mayo, donde se imponía girar la cabeza como saludo al estandarte. Los currículums se centraban en el control ideológico, ya que anteriormente las instituciones educativas habían manifestados una intención de participación (en 1973) por parte del estudiantado que la dictadura quería evitar. Además estaban vacíos de contenido, y los docentes eran profesionales eficientes y neutrales, ejecutando una tarea sin reflexión, que por supuesto también incluía reforzar el respeto a los símbolos patrios, la obediencia y el respeto por la familia y la religión. Por último, los militares usaron también los deportes para generar disciplina, lealtad, y unidad interna. El campeonato mundial de fútbol 1978 se utilizó para “demostrar” a extranjeros y connacionales que "con orden y disciplina" era posible llegar lejos.

En democracia: En todo momento, dentro de la vida de todo establecimiento educativo, la Bandera recibirá el máximo honor y respeto, como lección permanente de educación cívica. El ejercicio de prácticas democráticas institucionales consolida una educación para la democracia, la formación de mejores ciudadanos y la construcción de una sociedad con mayor justicia social. En un contexto democrático la constitución de ciudadano incluye la toma de decisiones de dimensión social, por lo que es imprescindible que la comunidad educativa considere las demandas y cuestionamientos de sus miembros, brinde atención y espacio para sus iniciativas, y sobre todo, garantice experiencias positivas con respecto al derecho de opinar y proponer. El hecho de reconocer la sustantividad política de lo pedagógico implica generar espacios institucionales de diálogo y pensamiento crítico, en busca de la resignificación de lo público. Se promueve la libertad de asociación y se reconoce el derecho de todos los estudiantes a integrar centros, asociaciones y clubes u otras organizaciones comunitarias, para participar en el funcionamiento de las unidades educativas;

En resumen, en la dictadura la Educación tomó los símbolos patrios para coartar las libertades, el diálogo la enseñanza e imponer la represión, el autoritarismo, el control ideológico, el respeto y la obediencia a partir del temor y la sanción disciplinaria, En democracia se educa para la construcción de proyectos de participación estudiantil, teniendo en cuenta la importancia de los conocimientos, procedimientos y actitudes en la adquisición de competencias para la inserción , comprensión y transformación del mundo social. El Estado debe garantizar los procesos de democratización de las Instituciones, su representación legítima y todos sus derechos: Se articula entonces el proyecto educativo de la escuela con la constitución de los centros de estudiantes.

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