ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Revolución Del Medio Siglo


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2014  •  2.607 Palabras (11 Páginas)  •  310 Visitas

Página 1 de 11

Los Comerciantes:

- Los comerciantes estaban interesados en la supresión de los resguardos, pues si lo lograban conseguían que los indígenas tuvieran que emigrar a la ciudad o a las haciendas vecinas, proletarizándose. Propusieron la abolición de la esclavitud.

- La abolición del estanco del tabaco era también de su interés.

- Propiciaron las reformas tributarias y en el campo, era ese mismo interés, la ampliación de la capacidad de consumo de las masas, lo que los movía.

- Tenían un interés particular en establecer el libre cambio en el comercio internacional.

- Para ellos la supresión de las tarifas aduaneras proteccionistas, significaba una mayor venta, a precios más reducidos, de artículos extranjeros, y por lo tanto una mayor ganancia.

Los Artesanos:

- Propiciar la supresión de los resguardos.

-La abolición de la esclavitud.

- La supresión del estanco del tabaco.

- Reformas tributarias y reformas en el campo.

- Su interés vital era el aumento o el mantenimiento de los aranceles y no su supresión.

Los Esclavos:

- Era obvio que estaban interesados en adquirir su libertad y pasar así al estado de hombres y no de “cosas”.

Los Pequeños Agricultores:

- Abogaban por la supresión del estanco del tabaco que les impedía la expansión de la producción.

- Abogaban por las reformas fiscales, especialmente la abolición del diezmo eclesiástico que pesaba duramente sobre ellos.

Los Terratenientes:

- Eran partidarios del statu-quo, y aunque ciertas medidas les podían beneficiar -la abolición del diezmo, por ejemplo,- otras, como la supresión de la esclavitud,

les eran extremadamente perjudiciales.

- Se unieron en un partido político, el conservador, para defender sus interese económicos, contando con el apoyo decidido de la Iglesia Católica, el más grande terrateniente del país.

CONSTITUCIÓN DE 1858

Se buscó en ella reintegrar la unidad nacional dispersa políticamente en los ocho estados subsistentes, y de ahí la definición como Confederación Granadina. Se delimitan con precisión las atribuciones del gobierno central y de los administradores de los Estados. Puntos característicos fueron la completa separación de la Iglesia y el Estado y la libertad de prensa en forma totalmente irresponsable. Se garantiza en ella la profesión libre, pública y privada, de cualquier religión.

La Constitución se expide bajo la protección de Dios Omnipotente, Autor y supremo Legislador del universo, indicando que los ocho Estados se confederan a perpetuidad. Define los límites territoriales sobre el utipossidetisjuris de 1810 con las capitanías generales de Venezuela y de Guatemala. Suprimió la Vicepresidencia, y creó tres designaturas.

Intentando explicarse un proceso en el cual el partido conservador en el poder, propicia una Constitución federalista, que incorpora principios combatidos por el conservatismo tradicionalista, Marco Fidel Suárez dice que "el partido conservador, adoptando los principios de su émulo, se exhibió como renegado, y el guardián del manicomio se contagió de locura".

Aunque constitucionalmente no estaban los Estados definidos como soberanos, en la práctica operaban así porque la Carta estatuía que las

atribuciones que no estuvieran adscritas al gobierno general, correspondían a los Estados.

Algunas leyes del legislativo general desataron fuerte oposición porque se consideraban violatorias de los derechos de los Estados. El gobernador del Cauca, General Tomás Cipriano de Mosquera separó su Estado de la Confederación Granadina y se alzó en armas contra el gobierno del Presidente Ospina Rodríguez. Su ejemplo fué seguido por Bolívar, Magdalena y Santander. Mosquera fué reconocido como Supremo Director de la Guerra, y Presidente Provisional de los Estados Unidos de la Nueva Granada, federación conformada por los cuatro estados mencionados. La guerra se extendió a gran parte del territorio y se prolongó hasta 1862, año en que fué vencido el legitimismo y confirmada la dictadura de Mosquera. La Constitución del 58 terminó su vigencia por desconocimiento, sin que se diera ningún trámite para su reforma o sustitución.

Una de las acciones notables de la contienda se desarrolla en las campañas que siguieron a la reconciliación de Obando y Mosquera, cuando este último marcha con tres mil hombres sobre Manizales, en intento de invadir a Antioquia gobernada por los conservadores. Mosquera es vencido por el general Joaquín Posada Gutiérrez y el coronel Braulio Henao en el combate del Observatorio, (hoy correspondiente al Barrio de Chipre, de la mencionada ciudad), y decide retirarse a La Aldea -hoy municipio de Villamaría-. Ante el peligro de una nueva derrota, Mosquera y las fuerzas de la revolución antigobiernista parlamentan con los vencedores y celebran un armisticio conocido

como la Esponsión de Manizales, el 29 de julio de 1860. El gobierno central permaneció callado ante los compromisos celebrados en su nombre, y entonces el General Mosquera se abstuvo de entregar las armas, se devolvió al Cauca, reorganizó sus fuerzas, hizo alianza con el gobernador de Bolívar, y se dispuso a conquistar la capital del país.

Dueño del triunfo, empieza Mosquera su dictadura desde la capital con medidas que siguen siendo muy discutidas por los historiadores y los analistas políticos. La tuición de cultos somete a vigilancia gubernamental todos los ejercicios religiosos, y ordena que los ministros del altar obtengan licencia del gobierno para desempeñar sus funciones. La Compañía de Jesús es nuevamente disuelta y sus miembros extrañados del país. Se decreta la desamortización de los bienes de manos muertas, es decir, la expropiación y remate de los bienes que estaban en poder de la Iglesia, originados en donaciones y herencias; la pretensión fué integrar a la economía cuantiosas riquezas ociosas o mal administradas por obispos y párrocos, pero el objetivo no se logró porque rematadas por los terratenientes simplemente contribuyeron a la ampliación de sus latifundios, y con ello de sus privilegios. Las comunidades religiosas fueron disueltas, a medida que se manifestaron opuestas a la inspección del culto y a las expropiaciones de los bienes. Algunos jerarcas religiosos fueron perseguidos por las autoridades, entre ellos el Arzobispo Herrán.

También fué Mosquera creador del Estado del Tolima y del Distrito Federal de Bogotá. Y convocó un Congreso de

Plenipotenciarios de los Estados en el que se originó el Pacto de Unión, que dio a la federación el nombre de Estados Unidos de Colombia. Convocó asimismo la Convención Constituyente de Rionegro.

LA CONSTITUCIÒN DE 1853

Los partidos políticos, ya delimitados sus puntos de vista en materia económica y administrativa, empiezan a debatir dos conceptos que en adelante distanciarán sus proyectos y costarán sangre. Se trata de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, y la definición entre Centralismo y Federalismo. La Constitución del 53 consagró la libertad de religión y estableció el matrimonio civil. Atribuyó al gobierno central el orden público y la guerra, la hacienda nacional y los impuestos, el sistema electoral, el control de la moneda. Conservó la libertad de expresión sin censuras ni limitaciones.

Pero cada provincia podía tener su propia Constitución,-y llegaron a conocerse más de treinta en los años siguientes!- aunque los gobernadores eran agentes del ejecutivo central. Los altos magistrados de la justicia eran elegidos por voto popular, con lo cual se introdujo la politización en la administración de justicia. Aunque la Constitución no era definidamente federal, sí daba mucho margen a las provincias para organizar su administración, y los distritos parroquiales o municipios pudieron aprovechar tal circunstancia para mejorar su ejercicio político-administrativo. No había en la Carta mención alguna sobre federación, pero planteaba las bases que con ese fin serían aprovechadas más tarde, en cuanto reservaba a las provincias o secciones territoriales el

poder municipal en toda su amplitud. Punto que dio origen a mucha discusión fué la incorporación del sufragio universal, popular y secreto, y con ello la intervención directa de las gentes en la elección de presidente, vicepresidente y gobernadores provinciales. Los personeros de las oligarquías económicas e intelectuales afirmaron que constituía un error dejar tales privilegios a disposición de gentes ignorantes y económicamente poco representativas.

La proliferación de constituciones provinciales cedió posteriormente a las Constituciones de los Estados Soberanos, que llegaron a consolidarse en ocho: Panamá, Antioquia, Santander, Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Bolívar y Magdalena.

En 1854 se produce el levantamiento del general José María Melo, con el apoyo del ejército. Melo incita a Obando a desobedecer las instituciones, y ante la cerrada negativa del Presidente, Melo lo reduce a prisión y asume la dictadura, que ejercerá por siete meses. La insurrección es debelada mediante la Unión Legitimista a la cual aportan recursos y apoyo todas las fuerzas políticas. El gobierno de Obando de todos modos termina al ser admitida su acusación y empezar el juicio ante el Senado. Depuesto por éste, es ocupada la presidencia por el Vicepresidente Obaldía, y terminado su período, por el nuevo Vicepresidente Manuel María Mallarino, con lo que el partido conservador asciende al poder. Caracteriza su administración el no haberse comprometido con ejercicios partidistas, y hacer de ella un período en favor de todos los colombianos.

Para 1857 es elegido MARIANO OSPINA RODRÍGUEZ, quien

era con JOSÉ EUSEBIO CARO el redactor del Programa Ideológico del Partido Conservador. Administró con un gabinete conservador, pero no hay quejas de intolerancia hacia sus adversarios. Los jesuítas retornaron al país bajo su gobierno, y como hecho trascendental, se expidió otra Constitución. Esta nueva carta, nacida bajo un gobierno conservador, es la antesala de la federalización del Estado que realizarán los liberales radicales en 1863.

CONVULSIONES SOCIALES CAUSADAS POR EL CAMBIO

En defensa de sus intereses las diferentes clases se unieron en partidos políticos.

- El partido liberal fue el instrumento político de las clases sociales interesadas en el cambio (comerciantes, artesanos, pequeños agricultores y esclavos).

- El conservador fue el partido de los terratenientes comprometidos con la conservación del status-quo.

- El problema de los aranceles proteccionistas, punto vital para artesanos y comerciantes fue la causa de la subsecuente división del liberalismo.

- Eldesarrollo de la técnica y del capitalismo en los países avanzados, unido al interés económico de los comerciantes nacionales, pudieron más que el desesperado esfuerzo de los artesanos nacionales, y las manufacturas extranjeras, sobre todo las inglesas inundaron nuestro mercado y dieron el golpe de gracia a la producción nacional.

- En las principales ciudades del país, los artesanos formaron grupos gremiales con intereses políticos a los cuales dieron el nombre de “Sociedades Democráticas”.

- Para lograr el cambio, la burguesía comercial utilizó a las masas populares, enfrentándolas en la lucha

contra los terratenientes.

- Los latifundistas unidos en el partido conservador presentaron fuerte resistencia y trataron de contrarrestar el ímpetu revolucionario creando también organismos de artesanos llamados “Sociedades Populares” dirigidas directamente por los Jesuitas.

- Entre liberales se desarrolló la contradicción entre los intereses de los comerciantes (Gólgotas) y de los artesanos (Draconianos).

- Al ser vencidos los artesanos, quedó el campo abierto a los intereses de los comerciantes, y desde ese momento en adelante comenzó a desaparecer la producción manufacturera nacional, en beneficio del comercio de productos extranjeros y el país no volvió a abastecerse con producción nacional de bienes de consumo hasta el surgimiento de la industria liviana en 1930.

CONSTITUCIÓN DE 1863

La Convención de Rionegro no tuvo representación conservadora. Entre los liberales sobresalientes que concurrieron a ella ha de mencionarse a Salvador Camacho Roldán, Manuel Ancizar, Aquileo Parra, José María Rojas Garrido, Julián Trujillo. En desarrollo de las sesiones primó un espíritu civilista que condujo a decisiones que refrenaran la hegemonía caudillista de Mosquera. A pesar de ser presidente de la República, y simultáneamente Presidente de los Estados de Antioquia y del Tolima, a la par que convencionista, se le obstaculizó la presidencia de la asamblea, que a él le parecía natural asumir.

Se discutieron dos proyectos, uno de Mosquera y otro de Justo Arosemena. Y se expidió la Constitución el 8 de mayo de 1863, prescindiendo por primera vez del nombre de Dios: "La

Convención Nacional, en nombre y por autorización del pueblo y de los Estados Unidos Colombianos que representa, ha venido en decretar la siguiente Constitución Política..."

La Constitución les conserva a los Estados el carácter de soberanos, pero omite el calificativo de independientes que les atribuía el Pacto de Unión. Temerosos de personalidades fuertes como la de Mosquera, los convencionistas reducen el período presidencial a dos años. Señalan con precisión las atribuciones de la autoridad central y las de los gobiernos estatales y provinciales, y ordenan para todos perentoriamente la organización sobre los principios de democracia, gobierno representativo y popular, y el compromiso de reconocer las garantías civiles y los derechos individuales como sustento del Estado. Se fortalece el Congreso con atribuciones que le permitían aún neutralizar la acción del ejecutivo en algunos casos. Es abolida la pena de muerte. Se define en diez años la duración máxima de las penas privativas de libertad. Consagra la libertad de expresión sin ninguna limitación. Todo ciudadano tiene derecho a poseer armas y municiones, y aún a comerciar con ellas en tiempo de paz. En forma expresa se decretó la inviolabilidad de la vida humana, lo mismo que la libertad de prensa en los términos más absolutos. Existirá completa libertad de cultos, bajo la inspección del gobierno. La Iglesia estará separada del Estado, y las congregaciones religiosas no serán jurídicamente capaces para la adquisición de bienes raíces. Los oficios públicos podrán ser desempeñados por cualquier ciudadano con veintiún

años cumplidos con el requisito de ser o haber sido casado, lo que de rebote eliminaba estos derechos laborales para los sacerdotes y miembros de comunidades religiosas.

Conservó la división clásica de los poderes. El Congreso bicameral tendría un Senado, representativo de los Estados soberanos y con tres miembros por cada Estado, en tanto que a la Cámara de Representantes le correspondería la representación del pueblo sobre la base de un miembro por cada cincuenta mil habitantes.

Un artículo muy discutido fué el que incorporaba el derecho de gentes en la legislación nacional, y con ello permitía la terminación de los conflictos armados por el mecanismo de los tratados entre los beligerantes. Algunos historiadores atribuyen a esta norma la proliferación de las acciones bélicas y los conflictos armados que se dan en este período.

La Constitución del 63 da comienzo a dos décadas de vigencia del pensamiento federalista y liberal a ultranza, que conforman el capítulo histórico del llamado Olimpo Radical, agrupación de pensadores que convocaba las afinidades de Manuel Murillo Toro, Tomás Cipriano de Mosquera, Santos Gutiérrez, Eustorgio Salgar, Aquileo Parra y Santiago Pérez.

El estado general del país tuvo caracteres contradictorios. De un lado se observa el progreso en el campo tecnológico y económico. Se desarrollan las vías férreas y las transacciones bancarias. Surge el telégrafo eléctrico. Se impulsa la navegación a vapor por el río Magdalena. Se promueve la Universidad Nacional. Y con ella y otros institutos se manifiesta la inteligencia en el incremento de la

formación de filósofos, científicos, y abogados. El periodismo tiene un auge inusitado.

Pero en los Estados soberanos, que parecen más nueve repúblicas independientes, empiezan a proliferar las constituciones. El de menos redacta y pone en vigencia en tan breve período, tres constituciones. Y el que más, Antioquia, conoce doce constituciones en menos de veinte años. Las ambiciones políticas originan frecuentes conflictos bélicos, y el ambiente de controversia ideológica es permanente y general, ya por motivos políticos, ya por resentimientos religiosos.

La Constitución llevaba en sus entrañas el germen de su fracaso, si se considera que como obra de un solo partido, dejaba por fuera los intereses de medio país opinante. Había herido los sentimientos religiosos, cuyo papel es discutible, pero cuyo arraigo tradicional es incuestionable. Generaba una agitación electoral permanente con tan reducidos períodos para la presidencia y la representación congresional. Permitía a través del federalismo el incremento de intereses familiares regionales y la conformación de verdaderos cacicazgos y repúblicas de bolsillo manejadas por las oligarquías de provincia. El clima de libertades propició abusos que degeneraron en libertinaje. Y por todo ello parece comprensible que en dos décadas haya dado campo a más de cuarenta revoluciones. Y como si fuera poco, los convencionistas exageraron su fe en la perfección del texto e hicieron de ella una Constitución imposible de reformar, pues para realizarlo se requería el voto unánime de un Senado de Plenipotenciarios de los Estados.

...

Descargar como  txt (18 Kb)  
Leer 10 páginas más »