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La Revolución Mexicana


Enviado por   •  10 de Marzo de 2014  •  7.236 Palabras (29 Páginas)  •  213 Visitas

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Madero y el inicio de la Revolución

Luego de más de 30 años en el poder, Díaz hizo un simulacro de apertura democrática y llamó a elecciones ese año. Surgió un oponente poderoso, Francisco Madero, que simpatizaba con la causa de la reforma agraria, contaba con el apoyo del campesinado y postulaba el principio de la no-reelección. Madero fue encarcelado mientras se realizaban las elecciones y Díaz obtuvo una victoria electoral por la vía del fraude.

Madero escapó de la cárcel y se refugio en San Antonio, Texas. Exiliado en los Estados Unidos, Dn. Francisco I. Madero, expidió el Plan Revolucionario de San Luis, desconociendo al Presidente, Vicepresidente y los Poderes Legislativo y Judicial de la República, determinando una organización política y militar revolucionaria y fijando el 20 de noviembre de 1910 como la fecha indicada para que principiara la revolución armada.

El 18 de noviembre se inició en Puebla el primer brote sangriento cuando Aquiles Serdán, uno de los más puros revolucionarios, fué cercado en su casa. Al resistirse, lo hirieron y el día 19 murió.

Uno de los más destacados revolucionarios fué Pascual Orozco, minero de Chihuahua, quien obtuvo los primeros triunfos en la lucha armada al tomar Ciudad Guerrero después de fieros combates. Exiliado en los Estados Unidos, fué muerto cuando regresaba al país. Otros seguidores de Madero en aquella época fueron el Padre Orozco, Abraham González, José de la Luz Blanco, Feliciano Díaz, Ignacio Valenzuela, Manuel Chao y otros muchos que permanecen casi ignorados.

El General D. Porfirio Diáz, el viejo soldado de la República, obligado por las circunstancias, renunció a su cargo de Presidente de la República el día 25 de mayo de 1911, renunciando asímismo el Vicepresidente Ramón Corral. El General Díaz salió esa misma noche para Veracruz, en donde embarcó en el barco alemán y nunca regreso al País.

Las esperanzas que muchos mexicanos tenían cifradas en Madero se vieron frustradas por su incapacidad para mantener el orden.

Al triunfo de la Revolución Madero dejá intacto el ejército porfirista, mientras a su alrededor crecía el descontento. Los Porfiristas reclamaban sus antiguos privilegios; los zapatistas exigían el reparto de tierras; la prensa lo atacaba a diario y las rebeliones de Félix Díaz y Bernardo Reyes, independientes entre sí, confluyeron en la llamada Decena Trágica para asentarle el golpe definitivo a Madero.

Decena Trágica

Domingo 9 de Febrero de 1913.- Los sublevados liberan a Bernardo Reyes y Félix Díaz. Madero marcha desde Chapultepec hacia el Palacio Nacional (hoy Palacio de Bellas Artes). Es ahí donde Madero nombra Comandante Militar de la Plaza al General Victoriano Huerta, error que le costaría la vida.

Lunes 10.- Los diarios capitalinos no aparecen. Temor general. No hay transporte y las tiendas permanecen cerradas.

Martes 11.- Se bombardea la Ciudadela. Son aniquilados dos batallones.

Miercoles 12.- Escapan los presos de la cárcel de Belén. La ciudad queda sin servicios.

Jueves 13.- Se recrudece la lucha de la ciudadela y sus alrededores. Se disparan mil cañonazos por minuto.

Viernes 14.- Varios edificios públicos son dañados. Muchos civiles mueren por causas de "balas perdidas".

Sabado 15.- Madero rechaza a los senadores que le piden su renuncia. La ciudad se llena de humo producido por los cadáveres incinerados.

Domingo 16.- Se pacta un armisticio que es roto al poco tiempo. Mueren cerca de 300 civiles ajenos a la lucha.

Lunes 17.- Continuan los enfrentamientos.

Martes 18.- Se celebra el Pacto de la Embajada entre Félix Díaz y Huerta con la aprobación del embajador Norteamericano, Henry Lane Wilson, Madero y Pino Suárez son aprehendidos al Salir del Palacio Nacional.

Miercoles 19.- Madero y Pino Suárez son obligados a renunciar. Huerta asume la presidencia. Tres dias despues, Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, cuando aparentemente eran conducidos a la Penitenciaría del D.F. , son asesinados por órdenes del Gral. Huerta.

El asesinato de Madero fue el detonante que sacudió al país y desató un torrente de pasiones y cruentas pugnas por el poder que se extendieron por varios años.

PLAN DE SAN LUIS

El 5 de octubre de 1910 se proclamó el Plan de San Luis, histórico documento que marcó la primera etapa de nuestra Revolución. Este fue proclamado por don Francisco I. Madero, en la ciudad de San Luis Potosí, S.L.P., población en la que el gobierno de Porfirio Díaz lo había confinado desde junio de ese año, unos días antes de las elecciones generales.

En este Plan, Madero se mostró convencido de que el pueblo mexicano se hallaba en uno de esos momentos en los que era necesario “realizar el mayor de los sacrificios”, la tiranía del Presidente Díaz, la cual era considerada por Madero como una “tiranía a la que no estamos acostumbrados los mexicanos… ha llegado a ser insoportable”. Para Madero, no importaba que Díaz se vanagloriara de haber conseguido un largo período de paz, ya que consideraba que ésta “no tiene por base el derecho, sino la fuerza; porque no tiene por objeto el engrandecimiento y prosperidad de la Patria, sino enriquecer a un pequeño grupo”, al que se debía la “división de los poderes, la soberanía de los Estados y la libertad de los Ayuntamientos y los derechos del ciudadano los cuales permanecían escritos en nuestra "Carta Magna”.

En realidad, decía el texto: “en México casi puede decirse que reina constantemente la Ley Marcial”, lo que permitió que Díaz, quien “ha demostrado que el principal móvil que lo guía es mantenerse en el poder y a toda costa”, pudiera controlar durante el tercio de siglo la creciente oposición que se le enfrentaba, pero cuando intentó imponer a Ramón Corral como su sucesor, un gran número de personas “nos lanzamos a la lucha, intentando reconquistar la soberanía del pueblo”.

Madero, relató la formación del Partido Nacional Antireeleccionista, la campaña presidencial de 1909 -1910; su detención, la votación general de julio de 1910, el fraude electoral y la solicitud de anulación de los comicios. “El poder público no puede tener otro origen ni otra base que la voluntad nacional” y también decía que “si se hubiera respetado” los “derechos electorales, si hubiese sido yo electo para la Presidencia de la República”. Por eso mismo, con la “virilidad del patriota dispuesto a sacrificarse”, declaraba nulas las elecciones, asumía provisionalmente el gobierno y, “para arrojar del poder a los audaces usurpadores”, anunciaba que “el día 20 de noviembre, desde las

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