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La Santa Inquisición, Un Mural Expiado Por La Indiferencia


Enviado por   •  14 de Octubre de 2013  •  1.323 Palabras (6 Páginas)  •  449 Visitas

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La Santa Inquisición, un mural expiado por la indiferencia

Antonio Aguilera y Eugenio Mercado López.

Pintado por tres artistas plásticos estadunidenses en 1935, tapiado durante treinta años y redescubierto hasta 1975, el mural La Santa Inquisición se encuentra en deplorable estado debido a la indiferencia que gobiernos y autoridades han demostrado durante casi setenta años, y la falta de recursos necesarios que se requieren para su restauración. El mural se ubica en el Museo Regional Michoacano, inmueble que es administrado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pero que pertenece al patrimonio de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).

Entre los murales que el museo resguarda se encuentran El Apocalipsis (1952) de Federico Cantú; Hombres y Máquinas (1933) de las hermanas Greenwood; y en el muro norte del segundo patio del museo, se puede observar la obra colectiva realizada por artistas plásticos estadunidenses que se sabe fueron invitados por Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, firmando como Goldstein, Kadish y J.H. Langsner.

Por sus características y al manejo de técnicas decorativas y temáticas plasmadas, el mural es único en México, debido a que no sintetiza el lenguaje estético habitual del movimiento muralista mexicano, que entre las décadas que van de 1920 hasta mediados de 1950, forjaron la nueva escuela de la plástica mexicana, legando una visión del mundo y de la realidad humana, recurriendo a escorzos de base renacentista, ampliando el volumen de los cuerpos y el manejo de símbolos políticos e ideológicos, tan en boga entre los pintores muralistas de la época.

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La historia

Eugenio Mercado López, actual director del museo, reconstruye la historia del origen del mural y las razones de su actual situación, indicando que pese a las carencias presupuestales con las que se cuentan, la obra ha generado el interés de muchas organizaciones y fundaciones culturales en los Estados Unidos.

-“El mural conocido como La Inquisición, fue realizado por dos jóvenes artistas plásticos estadunidenses, llamados Philip Goldstein (Guston) y Reuben Kadish, los cuales se hicieron acompañar del poeta J.H. Langsner. Aparentemente el hecho de que hayan llegado hasta la ciudad de Morelia, se debe por el contacto que tuvieron con Diego Rivera o (David Alfaro) Sequeiros, que estuvieron trabajando conjuntamente algunas obras en Los Ángeles. En la época en la que llegaron a Morelia, el Museo regional Michoacano era a la vez sede de la rectoría de la Universidad Michoacana, de tal manera que la rectoría sufrago los gastos del mural, el cual se termino en enero de 1935.

“Debido a su manejo un poco de las voluptuosidades de las formas humanas, además de la ácida crítica que dirigían a la vinculación de la Iglesia católica con sectas como el KuKuxKlan, causó un gran revuelo entre los sectores cristeros que aun dominaban gran parte de la ciudad. Otra cuestión es quizá el título elegido para el mural, aludiendo a la inquisición católica sobre los movimientos obreros que inspiraban la mayoría de los murales de aquel tiempo. Además del manejo de ciertos símbolos como la svástica nazi, lo cual era una especie de denuncia de los vínculos entre los grupos de poder y las ideologías de derecha.

“En la década de los cuarenta, cuando el licenciado Antonio Arriaga se hizo cargo del museo, pusieron un bastidor de madera de manera benigna, sin tratar de dañar el cuerpo físico del mural, cubriendo completamente. Posteriormente esta tela fue pintada por encima, logrando tapiar y ocultar al mural de los ojos de los inspectores religiosos. A pesar de que Antonio Arriaga realizó un inventario general del acervo del museo, jamás menciono nada del mural aunque estuviese tapado. El mural estuvo tapiado durante treinta años, hasta que en 1975 se comenzaron a realizar obras de mantenimiento del museo, colocando algunos airodrenes para combatir la humedad que aun persiste, desmontaron el bastidor de madera y descubrieron el mural, sin una valoración de restauración

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