La Vida Cotidiana

Los trabajos históricos de este periodo han intentado dar claridad sobre varias situaciones, tratando de analizar las diferentes perspectivas; por un lado se encuentra la necesidad de definir hasta donde se consideran los procesos independentistas como revolucionarios o radicales tal vez, como también las evidencias que abren la discusión sobre si fueron de verdad algo espontaneo o siguieron una hoja de ruta en un plan que pudiera favorecer los intereses de los sectores más “educados” en América, por fuera claro esta de los españoles residentes en el nuevo continente, este documento dará una importancia especial a los cambios que a pesar de pertenecer a una política de fondo no logran ingresar como cambios estructurales en el modo de gobierno, aunque pudiera enmarcársele en una tendencia, llámese políticas liberales o conservadoras, indígenas o peninsulares que van consolidándose en la vida de la época.

Aunque la discusión suele girar en torno a la configuración del poder entre centralistas y federalistas, es importante también mencionar, primero que esta discusión si bien tiene implicaciones en la vida cotidiana puede entenderse en cierta parte como del orden territorial, porque de una forma u otra, muchos de los comportamientos de la época tal vez seguirían con una forma de gobierno o con otra, mencionar también como se relega la importancia a la vida y a las practicas indígenas, que a pesar de eso, se encontraran los sectores que reivindiquen el estilo de vida indígena y traten de rescatar para la época y los periodos venideros esto, encontrándonos con una amalgama de argumentos económicos de efectos territoriales, que por supuesto configuraran el estilo cultural de la época.

Matices Políticos

Cuando el partido liberal logra llegar al poder, sus contrincantes abandonaron por un lapso de tiempo el escenario político (donde no presentaron en principio ningún tipo de aspiración política) pero al interior del partido liberal se presentó una división que consistía en dos tendencias a las cuales se les pudo dar el nombre de “tolerantes” y “exclusivistas” que más adelante algunos llamarían, “liberales conservadores” y “liberales rojos” los cuales tenían serias diferencia en su forma de gobierno por un lado estaban los llamados “tolerantes” los cuales esperaban y proponían, la unión entre todos los granadinos, y propugnaban un gobierno de las mayorías, sobre la base de valores como el respeto y la tolerancia para todos, por otro lado los “exclusivistas” querían que entre la sociedad estuviera marcado aquellos individuos que pertenecieron a alguna iniciativa política que hubiera fracasado, como aquellos que en algún momento llegaron a repudiar todas las ideas emancipadoras, según ellos debían ser estos los sectores no solo señalados, sino que aparte de eso debía existir un trato comercial particular, si bien una de las características marcadas de la época era la estratificación social, esta estaba marcada por otros factores.

“hasta 1810 la población de la actual Colombia había sido estratificada por castas: negros, indios, libres de todos los colores y blancos. Entre los blancos y los mestizos, grupos dominantes de la sociedad colonial, existían matices que hacían muy difícil homogenizar sus intereses”.

Las ideas de los “exclusivistas” fueron marco de controversia, partiendo de este tema en particular, el cual trato de llevarse por otro camino para el desarrollo de las diferencias en términos de divisiones sociales,

“ya entrando el siglo, hubo un mayor interés por conocer, no tanto los aspectos raciales de la sociedad, sino aquellos que tenían que ver con su edad estado civil y ocupación”

Mientras las ideas de los “tolerantes” Fueron haciendo mella se fue presentando el siguiente escenario; por un lado se encontraban los “realistas” que querían recuperar el poder para el rey de España, los Bolivarianos que le apuntaban a la construcción del ideal de Bolívar, los “exclusivistas” que aunque liberales no hacían esfuerzos por generar iniciativas que les ayudaran a unir diferentes sectores “Los patriotas de 1810 proclamaron el principio de "el poder para todos, conforme a la ley" los liberales de Colombia sostuvieron en sus escritos el mismo principio” pero era imposible que todos se mantuvieran unidos bajo la bandera de la independencia, cuando todos esperaban que un líder distinto, asumiera el lugar del ejercicio del poder.

“Realistas, bolivianos y liberales rojos coinciden en un punto, en rechazar teórica o prácticamente el principio de "el poder para todos, según la ley", que es la democracia: coinciden en ser absolutistas”

“muchas haciendas entraron en decadencia, ya sea porque sus dueños tuvieron que dejar definitivamente el país o porque estaban ubicadas en aquellas regiones donde la guerra fue permanente”.

“La guerra de independencia afecto la producción de oro, desarticulando toda la estructura económica, fiscal, social y monetaria que se erigía sobre el buen funcionamiento de las minas”.

“la evolución de la población colombiana durante la segunda mitad del siglo XIX siguió las tendencia que habían predominado durante los cien años anteriores”.

¿Los liberales rojos serán el antiguo partido federal? En nuestro concepto no tienen con él ninguna analogía.

Los federalistas de la primera época eran hombres imbuídos en la idea de federación, y dominados por ella, que con el más ardiente y ciego patriotismo luchaban por llevarla a cabo; no por miras de personal provecho, sino por razones de bien general.

Los liberales rojos habían sido centralistas constantes; ni en el Poder Ejecutivo, ni en las Cámaras legislativas habían propuesto, defendido o promovido la federación para la Nueva Granada; es decir, que la forma central les había parecido excelente, y mala la federal. Pero habiendo pasado el Poder Ejecutivo a otras manos, por los medios legítimos y constitucionales, creyendo el círculo dominante de aquel partido que por las vías regales no podía despojar al magistrado hecho por el pueblo; y arrastrados siempre por el principio de "el poder para ellos solos", determinó ocurrir a las vías de hecho; y entonces instantáneamente, como por encantamiento, de un extremo a otro de la República aparecieron todos los del círculo rojo federalistas entusiastas, sin reparar en que la víspera no más todos habían sido centralistas; y subvirtieron el orden público en todo el país al grito de federación. La mayoría nacional los sujetó y los perdonó; pero nada hizo para probarles que la federación

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