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La creación del Estado franquista. Fundamentos ideológicos y apoyos sociales. (1939-1975)

AlexlirolaDocumentos de Investigación4 de Noviembre de 2019

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Opción B – Tema 4

La creación del Estado franquista. Fundamentos ideológicos y apoyos sociales. (1939-1975)

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IES Santo Domingo

Francisco J. Cara Céspedes (Dpto. Geografía e Historia)

ÍNDICE

  1. Las bases del franquismo.
  • - Principios ideológicos.
  • - Bases sociales.
  • - Leyes fundamentales.
  1. Las etapas del franquismo.
  • - Los años cuarenta, la dura posguerra.
  • - Los años cincuenta, el reconocimiento internacional.
  • - Los años sesenta, la España del desarrollo.
  • - El ocaso del régimen franquista (1969-1975).
  1. La oposición al franquismo.

INTRODUCCIÓN

     Desde su triunfo en la Guerra Civil, Franco gobernó España hasta su muerte en 1975. Lo hizo de forma dictatorial, sobre un país arruinado por tres años de guerra, que poco a poco fue recuperándose hasta alcanzar un notable desarrollo en los años 60. Sin perder su carácter autoritario, el régimen intentó adaptarse al contexto internacional buscando el reconocimiento del resto de naciones y su estabilidad interior. Conforme el país mejoraba su situación económica fue creciendo la demanda popular de libertades, a lo que Franco respondería siempre con represión. El franquismo se iría desmoronando conforme la vida de su fundador se iba apagando.

I.  LAS BASES DEL FRANQUISMO

  • PRINCIPIOS IDEOLÓGICOS

     Llamamos Franquismo al régimen dictatorial instaurado por Francisco Franco tras la victoria de los sublevados en la Guerra civil española, en el que acumuló todo el poder del Estado en su persona, sin ningún tipo de límite. Franco adoptó una mentalidad nacionalcatólica radical, con un fundamentalismo religioso y la visión de sí mismo como “Caudillo por la gracia de Dios” para salvaguardar España. Estado e iglesia colaboraron desarrollando una teoría que sencillamente igualaba la españolidad con la fe católica y perseguía a los enemigos comunistas, rojos y ateos.

     Por otro lado, el régimen no se puede entender sin su militarismo. Franco asignó en muchas ocasiones cargos de poder a oficiales del ejército, al que consideraba el núcleo de la nación española y un baluarte para mantener el orden interno, así como ejemplo de los valores que él entendía como españoles. Y el ejército -así como la Falange-, era centralizador. Esta es otra característica del franquismo: el concepto de nación como unidad histórica, el nacionalismo centralista, en contraposición a los ideales republicanos que habían concedido autonomías a catalanes y vascos, algo contra lo que se había sublevado el bando nacional. Para ello se recuerda los tiempos de los Reyes Católicos o los Austrias Mayores, frente a ideologías “extranjeras” del siglo XIX como el liberalismo, el marxismo, el nacionalismo… La Guardia Civil y la Policía Armada completaron el eje de fuerzas estatales que mantuvieron el orden y la represión frente a cualquier tipo de oposición. Además, el recuerdo de la Victoria militar en la guerra fue un símbolo utilizado frecuentemente por el régimen para justificar su poder.

     También se puede hablar de nacionalsindicalismo. En su teoría, los regímenes fascistas se declararon anticapitalistas y antimarxistas, contrarios, por tanto, a la lucha de clases. En la práctica esa idea suponía la creación de un estado corporativo en el que obreros y empresarios estuvieran encuadrados en las mismas organizaciones bajo el control del régimen, como así hizo el franquismo.

       El falangismo fue otro instrumento ideológico del régimen. En realidad Franco no fue nunca un falangista convencido (su fundador José Antonio Primo de Rivera había sido ejecutado en los primeros meses de la guerra por el bando republicano y parece que los sublevados dirigidos por Franco no hicieron demasiado por rescatarlo), pero utilizó la estructura del partido unificado con las JONS para agrupar a los sectores sociales favorables y que le permitían seguir “educando” a adolescentes, mujeres… con sus distintas secciones, en lo que se terminaría denominando Movimiento Nacional. La ideología falangista –a semejanza del fascismo italiano- defendía un Estado corporativista, el modelo nacionalsindicalista, el anticapitalismo y antimarxismo (todo dentro del anti parlamentarismo).

  • BASES SOCIALES

     La represión, la propaganda y el empecinamiento de su fundador permitieron al franquismo durar casi 40 años. Pero también necesitó el apoyo de instituciones e importantes sectores sociales. Sus tres pilares básicos para mantener reprimida a la oposición fueron la Falange, la Iglesia y el Ejército, las “familias” del régimen. Pero hubo más apoyos.

     Las oligarquías agrarias, industriales y financieras que recuperarán su hegemonía social y política, y que serán los máximos beneficiarios de la política económica intervencionista. Son en general los sectores sociales conservadores (católicos, monárquicos, carlistas…), sin olvidar también a la clase media burguesa urbana (por ejemplo catalana y vasca, favorecida por el proteccionismo económico) y al pequeño campesinado del norte, que compartían el respeto al orden y a las tradiciones. Gran parte de este apoyo social estaba inscrito en las listas del partido único legal comentado anteriormente, Falange Española de las JONS. En general, el apoyo llegó de todos aquellos sectores sociales más conservadores, opuestos a las reformas de la II República; con el tiempo irá incluyendo a amplios sectores sociales despolitizados. El ejército ocupa el papel más destacado y privilegiado de la nueva estructura política y social española, junto con la Iglesia son las dos grandes puntales y apoyos. El campesinado de las regiones interiores, los grandes terratenientes, burguesía industrial y financiera, clases medias urbanas, gran parte del funcionariado. Cuenta con menor adhesión entre los núcleos industriales y sectores obreros urbanos.

     Según el franquismo, Estado e Iglesia eran inseparables. La Iglesia le dio la legitimidad moral que necesitaba desde la misma guerra, ya que se había sentido atacada por los gobiernos republicanos y había defendido aquella como una verdadera Cruzada. A cambio recibió privilegios sociales, económicos, influencia en la educación, etc.

     Y en cuanto al ejército, su periodo de mayor poder fue en los años posteriores a la guerra, hasta mediados de los cuarenta, y luego sus cargos en la administración fueron reemplazados por funcionarios civiles. Pero siempre tuvo su apoyo, a pesar de no mejorar la situación general (bajos salarios, lentos ascensos) de los militares.

     

  • LEYES FUNDAMENTALES

     El Generalísimo intentó evitar promulgar una constitución para su régimen que recordase el periodo liberal. Pero debió instaurar una serie de leyes fundamentales que aparecían en función a las necesidades para su continuidad, y que daban apariencia de legalidad a un régimen dictatorial.

     La primera, promulgada ya en plena Guerra Civil, fue el Fuero del Trabajo (1938) para organizar el nacionalsindicalismo y el mundo laboral, estableciendo un sindicato único obligatorio y vertical, controlado por el régimen. Luego llegaría la Ley Constitutiva de las Cortes (1942) para crear supuestamente una cámara similar a un parlamento en el que estaría representada la sociedad española. No tenía poder real y la mayoría de los procuradores eran de oficio (obispos, de Falange, ministros...) o elegidos a dedo por Franco, por lo que no había representatividad real del pueblo.

     También se establecieron una serie de leyes de apariencia liberal tras la II Guerra Mundial (por las exigencias democráticas de los vencedores). El Fuero de los Españoles a modo de declaración de derechos que en realidad estaban subordinados al régimen y su ideología, sin ninguna garantía, y la Ley de Referéndum Nacional que simulaba el sufragio universal para consultar al pueblo temas importantes, pero siempre por decisión de Franco y bajo su control. La Ley de Sucesión fue sometida a referéndum y aprobada mediante pucherazo, declarando a Franco jefe vitalicio del Estado y con el derecho a nombrar a su sucesor (monarquía). Otro ejemplo es la Ley de Principios del Movimiento Nacional que establecía las bases ideológicas del país: unidad y lealtad a la patria, familia y catolicismo. Ya en los sesenta la Ley Orgánica del Estado consolidó la estructura de poderes del régimen franquista con Franco y los tecnócratas en la cúspide. Se habla de Democracia Orgánica en el régimen. Es decir, el pueblo podía participar en política a través de la familia (podían ser elegidos como procuradores), en el sindicato vertical o en su municipio. En realidad era un eufemismo para encubrir la falta de democracia y soberanía nacional.

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