La enseñanza escolar entre los Mexicas
armandooliTrabajo8 de Septiembre de 2011
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LA ENSEÑANZA ESCOLAR ENTRE LOS MEXICAS
Alfredo Agustín
o La educación formal es el proceso sistemático complejo y riguroso por medio del cual las sociedades preparan a sus niños y jóvenes para el desempeño.
o Fueron utilizados los medios de evangelización en los mexicas
o Entre los mexicas, las escuelas eran fundamentalmente especie de templos, instituciones de carácter religioso.
o La función principal de las escuelas era el culto a los dioses.
o Ichpochcalli – cada de las doncellas
o Cuicacalli – casa del canto
o La enseñanza de daba a todos los miembros de la sociedad como un derecho y una obligación comunales.
o La forma normal de dejar la escuela era la solicitud del permiso para casarse
o La rigidez de la herencia paterna en el desempeño de las profesiones
o La muchacha y el muchacho noble eran castos
o Los niños de temprana edad participaban en los combates
o La diferencia de educación de los niños plebeyos y nobles. Responsabilidades y privilegios
o Rigor disciplinario del tepochcalli y el calmécac.
o El culto al trabajo iba ligado completamente a los dioses. Los nobles esgrimirían para ejercer las actividades directrices de la sociedad.
EXHORTACIÓNES QUE HACIA UN PADRE A SU HIJO
o Vivir, tener mucha con tiento y encomendándose al dios que lo crió.
o Poner en Dios su pensamiento reverencia a sus cosas y orar devotamente.
o Reverencia a los mayores.
o Consolar a los pobres y afligidos.
o Honrar a sus padres pues le deben reverencia, servicio y obediencia.
o Amar y honrar a todos para así vivir en paz y alegría.
o No hacer burla de los viejos o enfermos o faltos de algún miembro.
o A nadie ser penoso, ni dar alguno ponzoña o cosa no comestible.
o No entrometerse donde no sea llamado,
o No herir a otro, no dar mal ejemplo, no hablar demasiado, ni cortar a otros la plática.
o No curar de burlerías y mentiras pues cusan confusión.
o No ser parlero, ni muy polidillo, ni curarse del espejo para que no sea tenido por disoluto.
o Guardar la vista por donde fuere, no ir haciendo gestos, ni trabar a otro de la mano.
o Excusarse lo mejor que pudiese para que así fuese tenido por cuerdo si le fuere mandado tener cargo por ventura.
o No salir ni entrar delante de los mayores, no hablar primero que ellos, ni atravesar por delante.
o No comer ni beber primero, antes servir a los otros.
o Si le fuere dado algo aunque fuese de poco valor, no menospreciarlo ni enojarse ni dejar la mistad que tiene.
o No tomar ni llegar a mujer ajena, sino con la propia.
o No casarse muy tierno, sufrir esperar y ponerlo en la voluntad de Dios, y si así lo quisiere no hacerlo sin avisa a los padres.
o No ser ladrón, ni jugador, trabajar con sus manos y comer de lo que trabajare.
o No murmurar ni decir mal de alguno, callar lo que oyere y si es bueno de contar no añadir ni poner algo de su cabeza.
o No mentir ni darse a parlerias.
o No sembrar discordia entre los que tienen amistad y paz, y viven y comen juntos.
o Si le enviasen algún mensaje y quien lo lleva le riñe o murmura o dice mal de quien lo envía, no volver con la respuesta enojado, mas bien con sosiego y buenas palabras, callando el mal que oyere.
o No ofender alguno, ni quitar o tomar su honra.
o Tomar lo que le diesen y dad las gracias y si fuese mucho lo dado no ensalzarse ni ensoberbecerse.
o Cuando alguien le hablare, no menear los pies ni las manos, ni estar mordiendo la manta o vestido que tuviese, ni escupir, ni mirar a una parte y a otra, ni levantarse a menudo si estuviese sentado.
o No presumir aunque tenga muchos bienes, ni menospreciar a quienes no tuviesen tanto.
o Cuando comiese no mirar como enojado, y si comiese con otro no mirar a la cara, ni comer arrebatadamente.
o Si viviese con otro, cuidar lo que le encomendare siendo diligente y buen servidor.
EXHORTACIÓN QUE HACIA UN INDIO LABRADOR A SU HIJO YA CASADO
o Trabajo tienes en este pueblo el tiempo que vivieres, esperando cada día enfermedad o castigo de la mano de los dioses.
o No tomes sueño con quietud por servir a aquel con quien vivimos.
o Toma lo que pertenece a tu oficio.
o Trabaja, siembra y coge, y come de lo que trabajares.
o Mira no desmayes ni tengas pereza.
o El buen servicio recrea y sana el cuerpo y alegra el corazón.
o Haz a tu mujer tener cuidado de lo que pertenece a tu oficio y de lo que debe hacer dentro de su casa, y avisa a tus hijos de lo que les conviene
o Ambos dar buenos consejos como padres.
o No espantéis del trabajo que tenéis con el que vivís.
o Tener buen cuidado de la mujer y casa .
o Trabaja de tener con que convidar y consolar a tus parientes y a los que vinieren a tu casa .
o Ama y haz piedad, y no seas soberbio ni des a otro pena.
o Serás bien criado y afable con todos, y recatado delante aquellos con quien viviereis y conversares.
o No hieras ni hagas mal a alguno y haciendo lo que debes, no te ensalces por ello.
o Serás obediente a tus mayores y a lo que te guíen donde trabajas.
o Cuando algo te mandaren, oye de voluntad y responde con crianza si lo puedes hacer o no, y no mientas sino di lo cierto.
o No seas vagabundo ni mal granjero; asienta y arraiga; siembra y coge y haz casa donde dejes asentados tu mujer e hijos cuando murieres.
EXHORTACIÓN QUE UNA MADRE HACIA A SU HIJA
o No seas perezosa ni descuidada, antes diligente, y limpia y adereza tu casa.
o Sirve y da aguamanos a tu marido, y ten cuidado de hacer bien el pan.
o Las cosas de casa ponlas como conviene, apartadas cada cual en su lugar, y no como quiera mal puestas.
o No dejar caer algo de las manos en presencia de otros.
o Por donde, fueres , ve con mesura y honestidad, no apresurada ni riéndote, ni mirando de lado como a medio ojo, ni mires a los que vienen de frente ni a otro lado en la cara.
o Serás bien criada y bien hablada. Responde cortésmente siendo preguntada.
o Tendrás buen cuidado de la hilaza y de la tela y de la labor.
o Guárdate de darte al sueño o a cama o pereza.
o No sigas la sombra, el frescor, ni el descanso que acarrean las malas costumbres y enseñan regalo, ocio y vicio.
o Piensa y obra bien en todo tiempo y lugar, sentada o levantada, queda o andando haz lo que debes.
o Si fueres llamada acude presto a lo que manden tus padres.
o Oye bien lo que te fuere encomendado, y no lo olvides; mas bien hazlo bien hecho.
o No des mala respuesta ni seas rezongona, y si no lo puedes hacer, con humildad te excuses.
o No digas que harás lo que no puedes, ni a nadie burles, ni mientas, ni engañes,.
o Si tu no fueres llamada, sino otra, y no fuere presto al mandado, ve tú con diligencia, y oye y haz lo que la otra había de hacer.
o Si alguno te diere buen consejo y aviso, tómalo.
o Muéstrate bien criada y humilde con cualquiera.
o Vive quietamente y ama a todos honestamente y a buen fin.
o Haz a todos bien y no aborrezcas ni menosprecies a nadie, ni seas de lo que tuvieres avarienta.
o No eches cosa alguna a mala parte, ni obras, ni palabras,
o No des fatiga ni enojo a alguno, porque a ti te lo darás.
o No te des a cosas malas, ni a la fornicación.
o No te muerdas las manos como mal mirada.
o No sigas tu corazón porque te harás viciosa, y te engañarás y ensuciarás, y a nosotros afrentarás.
o No te envuelvas en maldades como se revuelve y enturbia el agua.
o No tomes por compañeras a las mentirosas, ladronas, malas mujeres, callejeras, cantoneras, ni perezosas, porque no te dañen ni perviertan.
o Entiende sólo en lo que conviene a tu casa y a la de tus padres, y no salgas de ella fácilmente ni andes por el mercado o plaza, ni en los baños, ni a donde otras se lavan, ni por los caminos, que todo esto es malo y de perdición para las mozas porque el vicio saca del seso y desatina
o No entres, sin propósito, en casa de otro porque no te levanten algún testimonio; pero si entrases a casa de tus parientes, tenles acatamiento y hazles reverencia, y luego toma el uso y la tela, o lo que allí vieres que conviene hacer, y no estés mano sobre mano.
o Cuando te casares y tus padres te dieren marido, no le seas desacatada; mas él mandándote hacer algo, óyelo y obedece, y hazlo con alegría.
o No le enojes ni le vuelvas el rostro, y si en algo te es penoso, no te acuerdes en riña de ello; mas después le dirás en paz y mansamente en qué te da pena.
o No le tengas en poco, mas antes hónralo mucho, puesto que viva de tu hacienda.
o Ponlo en tu regazo y falda con amor; no le seas fiera como águila o tigre, ni hagas mal lo que te mandare.
o No le afrentes, delante de otros porque a ti afrentaras en ello y te echaras en vergüenza.
o Si alguno viniere a ver a tu marido, agradeciéndoselo, le haz algún servicio.
o Si tu marido fuere simple o bobo, avísale cómo ha de vivir, y ten buen cuidado entonces del
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