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Lecturas De Desarrollo


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2013  •  21.445 Palabras (86 Páginas)  •  245 Visitas

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Bloque I

Las situaciones de riesgo y los adolescentes

LA NATURALEZA DE LA DELINCUENCIA ADOLESCENTE

Michael Rutter et al

¿Qué sabemos de la naturaleza de la delincuencia adolescente, y de donde procede esa información? Probablemente sea justo declr que es habitual que la mayoría de los jóvenes se vean implicados en algún momento en una conducta no permitida legalmente, por ejemplo, beber por debajo de la edad permitida, hurtos menores en tiendas, comprar cigarrillos o experimentar con drogas «blandas». No es infrecuente que los jóvenes tengan problemas con la policía por conductas de este tipo, aunque la mayoría de los que lo hacen tienen solo un contacto informal o pasajero. Una importante minoría de jóvenes, sin embargo, llegará a tener antecedentes penales en algún momento de su adolescencia. El reciente análisis del Ministerio del Interior de dos grupos de personas nacidas en 1953 y 1958 muestra que aproximadamente un tercio de los adultos varones {31% y 33%) han sido condenados al menos por una infracción del catálogo estándar antes de los 30 años (Ministerio del Interior, 1995d). Muchas de estas condenas fueron consecuencia de infracciones cometidas antes de la edad adulta. En su estudio longitudinal de 411 varones de las zonas deprimidas del centro de Londres seguidos desde los 7 años hasta la edad adulta, Farrington, Lambert y West (1998) informaron de que la carrera delictiva media empezaba en algún momento entre los 14 y los 21 años, duraba diez años, concluía hacia los 26 y (para quienes cometían más de un delito) se componía de 4,6 infracciones conducentes a condena. En general, unas proporciones aproximadamente iguales de todas sus infracciones eran cometidas en los tres períodos de edad de 10-16, 17-20 y 21-30 años. Es también evidente que las carreras delictivas son más persistentes de lo que se cree habitualmente. Esta importante investigación es denominada (de manera algo confusa) Estudio de Cambridge porque los investigadores tienen sus cargos en Cambridge.

Además del hecho de que muchos jóvenes se implican en la comisión de delitos, está claro también que hay diferentes modelos de implicación. Aparte del joven que no es detenido o que solo tiene un contacto pasajero con la policía, están los que son condenados por una o dos infracciones y los que vuelven a delinquir con más frecuencia. El comienzo de la década de los noventa ha presenciado en muchos países un debate público en aumento sobre la posible existencia de un número relativamente pequeño de jóvenes infractores que explican una gran proporción de los delitos de menores por su persistente comisión de infracciones.

Empezamos, por decirlo así, por el final. A pesar del hecho de que solo una minoría de las actividades delictivas tienen como consecuencia un proceso judicial, las estadísticas oficiales sobre nivel y los tipos del delito registrado cometidos por jóvenes y los procedimientos que se ocupan de ellos, son los pretextos utilizados con más frecuencia en lo tocante a la delincuencia juvenil. De esta manera, el estudio de la delincuencia juvenil difiere del estudio del problema de la conducta en general. Rutter y Giller (1983) registraron una permanente controversia sobre los conceptos y mediciones de la delincuencia, y especialmente sobre la cuestión de si era justificable considerar a los infractores como un grupo significativo de individuos o considerar las delincuencias como un grupo válido de conductas. En las siguientes secciones consideraremos avances en conceptos y mediciones de la delincuencia y factores que afectan a los procesos y las estadísticas oficiales.

Los delitos

Las definiciones legales del delito son el comienzo del proceso por el cual un acto individual (o a veces colectivo) se convierte en estadística oficial. Las definiciones cambian con el paso del tiempo y varían de un lugar a otro. La legislación puede alterar los niveles de delincuencia de la noche a la mañana introduciendo nuevas infracciones, eliminando otras antiguas del código o reclasificando como «graves» delitos anteriormente «no graves», con lo cual se infla el índice de estos delitos registrados por la policía en las estadísticas de delincuencia. Además, las leyes pueden cambiar y se pueden introducir nuevas infracciones por vías diferentes del código. En el Reino Unido, los tribunales lo hacen a menudo aplicando el Derecho consuetudinario.

Las definiciones legales se pueden clasificar en cuatro tipos principales de infracciones que pueden ser cometidas por jóvenes. En primer lugar, hay motivos para procesos basados en una conducta no delictiva pero sí «peligrosa» (fuera del control de padres o autoridades, etc.). En el Reino Unido, los casos basados en conducta peligrosa han cambiado considerablemente en los últimos quince años, especialmente desde la aprobación de la Children Act de 1989. Dos cambios importantes han sido que ni cometer delitos ni faltar a clase son ahora por sí mismos motivos específicos de admisión a cargo de una autoridad local.

En segundo lugar, hay infracciones por condición legal, en los que es simplemente la edad a la que un acto ha sido cometido lo que hace " que constituya una infracción. Así, por ejemplo, en el Reino Unido ha sido delito que los hombres homosexuales mantengan relaciones si los participantes tienen menos de 18 años, pero no si están por encima de esa edad, mientras que la edad de consentimiento para las relaciones heterosexuales es de 16 años. De manera similar, algunas leyes relacionadas con la bebida y el juego tienen que ver con la edad más que con el acto mismo. En estos ejemplos se hace una suposición implícita sobre madurez evolutiva. A ciertas edades se presume que algunos actos son perjudiciales; a otras edades no se considera que lo sean, o al menos, se permite a los individuos la libertad de hacer ellos mismos este juicio.

Una tercera categoría de infracciones se compone de conductas clasificadas como delitos para proteger al perpetrador pero sin que haya una víctima evidente; esto incluye, por ejemplo, la posesión de drogas. Se juzga que estas conductas son desaconsejables sea cual sea la edad del perpetrador, pero son solo los individuos mismos los que son afectados. Finalmente, hay delitos con una víctima evidente,

como la mayoría de los delitos notificables como robo, atraco y hurto, en las tiendas. La víctima podría

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