Los años de reconocimiento. 1960-2009

Los años de reconocimiento. 1960-2009

Al volver a Perú en 1962, Blanca comienza a publicar reseñas de películas de Europa, al igual que artículos de revistas importantes y periódicos, entonces es ahí cuando sale publicado su segundo libro titulado “Luz de día”. Asimismo, va de viaje a México y a España, donde se hace más fuerte su relación amical con Octavio Paz y Antonio Gamoneda. Por otro lado, en Perú se producía una “crisis” ya que se había generado el Golpe Militar de las Fuerzas Armadas (1962-1963) liderada por Juan Velazco Alvarado, el mismo que desplaza del poder a Belaunde Terry en 1968 y comienza un gobierno Revolucionario (1968-1975), donde se fomenta la Reforma Agraria como medida de reivindicación indígena y se da la desintegración de la Oligarquía.

Además, con las medidas tomadas surgían otro tipo de hechos, como el incremento de las migraciones del campo hacia la ciudad, en ese entonces la capital del Perú deja de ser solo calle criolla, y se convertiría en invasiones, barriadas y todo a causa de la intensa explosión demográfica. En 1963, se publica Los inocentes de Reynoso; Lima, la horrible en 1964 por Salazar Bondy y Conversación en la Catedral en 1969 por Vargas Llosa; es en estas obras donde se da la descripción de la urbanización en caos por el exceso de población.

Sin embargo, con toda esta crisis social, en 1971 Blanca Varela publica otro poemario, esta vez titulado Valses y otras falsas confesiones. En esta obra podemos observar las conjunciones de “valses” y “confesiones falsas”; la primera es el ícono de Lima en los años 20 en la que se quiso crear una identidad nacional; ante los cambios que habían surgido, los valses del criollismo han perdido fama, ya que la ciudad ya no es solo de una clase social, si no del resto del país, por ello, la segunda nos afirma esa falses, la máscara que cubría a Lima de un lastre burgués, pero que no era la oriunda representación de la identidad peruana. Por otro lado, aparece Canto Villano en 1978, en este poemario se mezclas diversos sentimientos, emociones y se cuestiona el sentido de la vida, pues combina el vacío de la vida con la duda sobre la experiencia de esta misma. Es aquí cuando Blanca llega al reconocimiento que se merecía por una crítica literaria, debido a que se muestra la madurez de sus versos, la forma en que se expresa ante un vacío existencial, en cómo habla sobre la muerte, la familia y el amor.

Asimismo, luego de quince años de una incansable búsqueda de lo espiritual, aparece la obra mística de Varela, esta vez titulada Ejercicios materiales, en la cual se expresaba una relación no reconciliable entre el amor y la muerte, pues estos eran los temas centrales de aquella obra. Sin embargo, es en estos años entre 1974-1997, cuando Varela ejercía el cargo de representante de la editorial mexicana Fondo de Cultura Económica, y en el enredo de una crisis política y económica debido al surgimiento del grupo subversivo Sendero Luminoso, en el gobierno de Alan García Pérez (1985-1990), Blanca Varela se ve obligada a inclinarse más a la escritura, en ese silencio que la caracterizaba a través de la responsabilidad política que ella afrontaba. Es así, como por estos años la escritora produce nuevos libros para su público, ya que sus libros antiguos ya habían sido agotados, por ello, surge Canto Villano (Poesía reunida, 1949-1983) y Camino a Babel (Antología), ambos libros en 1986; después de siete años, surge Poesía escogida (1949-1991), y así fueron surgiendo diversos libros de la autora que es considerada ahora una de las más grandes representantes del Perú, destacando que póstumamente, en 2016, se publicó Poesía reunida 1949- 2000.

Finalmente, en sus últimos años de vida, Blanca Varela tuvo muchos reconocimientos por la “desolación existencial” (Europa Press 2007) en sus obras; es así como en el año 2001 obtiene el “Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo”; luego de cinco años de haber sido reconocida internacionalmente con aquel premio, volvió a generar controversia al ganar el “Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca”, esto causó polémica en diferentes países, ya que Varela era la primera mujer en recibirlo. Por ello, al siguiente año fue reconocida como una gran poeta de gran calidad y trayectoria y se le otorgó el “Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericano”. Teniendo en cuenta los premios que ha recibido, no podemos dejar de lado las traducciones en diferentes idiomas que ha merecido su escritura, las obras penetraron profundamente en los corazones y mentes de personas alrededor del mundo, y esto generó una serie de comentarios positivos hacia Varela.

Sin embargo, es necesario mencionar que luego de que su hijo falleciera, en 1996 Varela se quebrantó y con ella también su salud afectando así la creatividad que la caracterizaba, según lo manifestó Camila de Szyszlo (2007): “sublevada contra el destino y atravesada por el dolor más grande del mundo, Varela se sumió en un silencio que luego de años se convirtió en una condición fisiológica, desde el accidente aéreo de su hijo”. Por el contrario, a lo que manifestó su nieta, Blanca escribe su último libro El falso teclado (2001), pero no llega a ser publicado hasta el 2016, años después de su muerte. Es así, como la autora no logra asistir a la ceremonia del “Premio Reina Sofía”, y representándola va su nieta Camila, pues Varela manifestaba una salud débil y una enfermedad muy grave, el Alzheimer. De manera que, el 12 de marzo de 2009, Blanca Varela muere, y con ella se lleva a la gran artista que por muchos años fue reconocida y querida por muchas personas en el mundo.  

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