MOVIMIENTOS INDÍGENAS EN AMÉRICA LATINA
raquelb6 de Marzo de 2013
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MOVIMIENTOS INDÍGENAS EN MÉXICO
En la historia secular de México ha sido fundamental la lucha por la tierra encabezada por indígenas y campesinos. Gobierno tras gobierno, asonada tras asonada, las reivindicaciones de la tierra han sido desoídas y traicionadas, a veces por los propios dirigentes y, en otras ocasiones, han fracasado por la incapacidad de las fuerzas indígenas y campesinas de formular un programa sólido y consolidar su poder político. No se puede comprender el movimiento indígena en México sin analizar el surgimiento y el papel del Instituto Nacional Indigenista (INI), creado en 1940 debido al fracaso de la reforma agraria para integrar a las poblaciones indígenas.
Su primer centro de coordinación se estableció en Chiapas que, junto con Oaxaca, representa el Estado de mayor presencia indígena del país; el objetivo del INI era atender y canalizar las demandas indígenas, pero también asimilarlos a una pretendida cultura nacional, fundamental para la concepción del Estado mexicano.
En tales objetivos, el INI tuvo un éxito más que relativo, como atestiguan los levantamientos indígenas que marcarían el siglo XX mexicano. En 1974 se realizó en Chiapas el Congreso Indígena que reunió a representantes de todos los pueblos indígenas del Estado. En él se bosquejaron las principales directrices para resolver algunos de los problemas básicos de los indígenas, pero no pudieron desarrollarse.
Distribución geográfica del colectivo indígena en México
Fuente: http://www.cdi.gob.mxregiones_indigenas_cdi.pdf.
El levantamiento armado del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) el día 1 de enero de 1994 y la promulgación de su Primera Declaración de la Selva Lacandona significaron un hito en la historia reciente de México, en especial para los pueblos indígenas, justo en el momento en que se firmaba el Tratado de Libre Comercio entre México, Canadá y Estados Unidos. El impacto del EZLN influyó en todo el movimiento indígena –y social– latinoamericano. Asimismo, igual que en el caso guatemalteco, supuso el inicio de la transformación, tanto de las tácticas, como de los discursos, del movimiento indígena y de sus relaciones con el Estado- nación. Pero también tuvo clara contestación dentro del movimiento indígena.
En sus primeros comunicados, el EZLN declaraba la guerra a Salinas y a su ejército, exigía la formación de un gobierno de transición que atendiera las demandas más apremiantes de la población y asimismo pedía que se convocaran elecciones a un Congreso Constituyente. A finales de enero de 1994, la mayoría de las organizaciones indígenas y campesinas de Chiapas fueron convocadas para la creación del Consejo Estatal de Organizaciones Indígenas y Campesinas de Chiapas (CEOIC).
Tras dos años de lucha se logró que los representantes del gobierno se sentaran a dialogar con los pueblos indígenas, representados por el EZLN y otros agentes. Entre 1995 y 1996, en San Andrés Larráinzar (Sakamch’en para los zapatistas) Gobierno y EZLN elaborarían, entre tiras y aflojas, las propuestas que luego se deberían convertir en acuerdos para firmar la paz. A tal fin, tanto los delegados gubernamentales como los zapatistas se hicieron acompañar de asesores expertos para cada uno de los temas en las mesas, a saber: derecho y cultura indígena, democracia y justicia, bienestar y desarrollo, conciliación en Chiapas, y derechos de la mujer en Chiapas.
Estos acuerdos recogen en gran parte la demanda histórica de los pueblos y reconocen sus derechos. El diálogo de San Andrés se convirtió en una tribuna nacional de reflexión sobre la cuestión étnica y ámbito de gestación de una propuesta de autonomía. Constituían, pese a sus limitaciones, una base para impulsar el ejercicio de los derechos históricos de los pueblos originarios, así como para continuar el proceso de desarrollo del propio movimiento indígena.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional es una organización político-militar cuyo mando tiene por nombre Comité Clandestino Revolucionario Indígena Comandancia General (CCRI-CG) compuesto mayoritariamente por indígenas.
Salió a la luz pública en el Estado mexicano de Chiapas el 1 de enero de 1994, al tomar varias cabeceras municipales el mismo día que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Su lucha se manifiesta en la defensa de los derechos colectivos e individuales negados históricamente a los pueblos indígenas mexicanos, así como de la construcción de un nuevo modelo de nación que incluya a la democracia, la libertad y la justicia como principios fundamentales y el apoyo a una red de resistencias contra el neoliberalismo. La historia del EZLN tiene diferentes etapas:
• La de selección de los insurgentes (cinco hombres y una mujer) que formarían la primera célula político-militar de la organización.
• La de la fundación propiamente dicha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, tras la instalación del primer campamento zapatista en Chiapas, al que llamarían “La Pesadilla”.
• La preparación y estudio de estrategia y táctica militar, a partir de manuales de los ejércitos estadounidense y mexicano y la instalación de nuevos campamentos.
• Hacia 1985, el grupo insurgente hizo los primeros contactos con los pueblos de la zona, se denomina “de crecimiento explosivo”, porque su área de influencia abarcó no sólo la Selva Lacandona, sino también las zonas de Los Altos y el norte de Chiapas.
• Consultas internas respecto a ir o no a la guerra contra el Gobierno mexicano y, tras el “sí” mayoritario, inicio de los preparativos para el levantamiento.
• Entre la madrugada del 29 de diciembre de 1993 y la tarde del 31 se sucedería la sexta etapa, cuyo objetivo era atacar simultáneamente cuatro cabeceras municipales y otras tres más “al paso”, reducir a las tropas policiales y militares en esas plazas y asaltar dos grandes cuarteles del Ejército federal.
El 12 de marzo de 1999, 5.000 hombres y mujeres, insurgentes del EZLN, saldrían de los cinco Aguascalientes zapatistas con rumbo a los más de dos mil municipios del territorio nacional, con el fin de promover la Consulta Nacional por el Reconocimiento de los Derechos de los Pueblos Indios y por el Fin de la Guerra de Exterminio, que el EZLN convocó en su Quinta Declaración de la Selva Lacandona en julio de 1998, en el contexto del incumplimiento gubernamental de los Acuerdos de San Andrés y la escalada bélica emprendida por el Ejército federal, las policías locales del Estado de Chiapas y los grupos paramilitares.
La Consulta de 1999 significó también un acercamiento y el contacto directo entre el EZLN y otros sectores (empresarios, ganaderos, barzonistas, priístas, religiosos, obreros, campesinos, incluso miembros del ejército), que por una u otra razón se habían mantenido al margen del conflicto; implicó, asimismo y una vez más, el rompimiento del cerco mediático gubernamental en torno de la lucha, la palabra y el pensamiento zapatistas, y se convirtió, después de los mismos diálogos de San Andrés, en la muestra más determinante de que la democracia es un ejercicio y no sólo un discurso en la praxis zapatista.
Por añadidura, se inicia otro momento en el desarrollo estratégico del EZLN, reflejado en hechos como el apoyo que los zapatistas dieron a la huelga de estudiantes de la Universidad Metropolitana Autónoma de México en 1999 contra el aumento drástico en las cuotas, el cobro de servicios y la implementación de exámenes con orientación al mercado; o en la convocatoria de la Marcha por la Dignidad Indígena, más conocida como la Marcha del Color de la Tierra, con un desplazamiento hacia la Ciudad de México para hablar al Congreso de la Nación, donde los zapatistas se dirigieron al pueblo mexicano ante la ausencia premeditada de la mayoría de los legisladores.
En dichas reuniones, siendo la más numerosa la de organizaciones, grupos y colectivos artísticos y culturales, se abordaron seis puntos que sirvieron para guiar las reflexiones y las discusiones:
• La rapidez en establecer contactos internacionales a través del uso de Internet y de otras nuevas tecnologías, que permite superar la barrera de lo local.
• Vincularse con pensadores, intelectuales, artistas, escritores, a la vez que con las aspiraciones de sectores populares y medios urbanos y rurales, que también les aleja de una estrategia local y particularista.
• Enarbolar la bandera de unos valores universales, como libertad, dignidad, paz, democracia que los vinculan a grupos sociales pacifistas, feministas, ecologistas, pro derechos humanos, gays, campesinos, trabajadores...
MOVIMIENTOS INDÍGENAS EN BOLIVIA
La población indígena de Bolivia representa el 62% del país. Los dos grupos étnicos más representativos son el quechua, con un total de 1.510.560 individuos, y el aymara, con 1.243.728; aparte, y muy especialmente en la zona de la selva, hay multitud de pueblos indígenas. Dentro de la gran diversidad étnica de Bolivia, la primera división se produce entre la unidad cultural que suponen los pueblos andinos, mayoritarios, y la dispersión de los pueblos orientales (o de las tierras bajas) que, todos juntos, apenas constituyen el 2% de la población nacional.
Los pueblos andinos, con la parcial
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