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Masoneria


Enviado por   •  1 de Octubre de 2013  •  3.173 Palabras (13 Páginas)  •  208 Visitas

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La crisis de la sociedad francesa y de las estructuras feudales fueron las causas "objetivas" que favorecieron el estallido de la revolución de 1789 que liquidó al antiguo régimen; pero probablemente los acontecimientos no se hubieran desarrollado como lo hicieron de no haber sido por la existencia de una estructura organizativa coherente y relativamente unitaria que obró a modo de detonador de los acontecimientos. Nos referimos a la masonería. La masonería fue responsable intelectual de la Revolución Francesa...

Los sistemas sociopolíticos actuales derivan de los principios y las instituciones nacidas en el período revolucionario. Dilucidar el papel de la franc-masonería y su responsabilidad en la preparación de este evento supone dar un paso en la comprensión de la historia contemporánea y entender el origen del mundo que nos rodea.

La tradición masónica explica que no todos los templarios franceses fueron prendidos, ni ajusticiados por los verdugos de Felipe el Hermoso. Unos lograron ganar las costas de Escocia e ingresar en las hermandades de constructores que allí operaban. Fue así -siempre según la tradición- como se incorporaron los temas templarios a la masonería operativa y como, transformada ésta en especulativa, siguió ostentando alegóricamente el recuerdo de los templarios.

En este contexto semilegendario tomó cuerpo el tema de "la venganza templaria": la masonería "templarizada" se forjaría como objetivo político el derrocamiento de la dinastía que había arruinado a la orden, propiciando un fin ejemplar para sus titulares.

FRANC-MASONERIA CATOLICA

El contingente de exiliados que siguieron a Jacobo II estaba compuesto fundamentalmente por católicos que imprimieron en las logias rasgos de su confesión religiosa. Así por ejemplo la recién constituida "Gran Logia de Francia" decía en sus estatutovs: "La Orden está abierta solo a los cristianos. Es imposible aceptar a cualquiera que no pertenezca a la Iglesia de Cristo. Judíos, mahometanos y paganos son excluidos por incrédulos".

Puede entenderse así porqué personajes católicos de primera fila, que se situaron en el bando de la contra-revolución en 1789, como Josep de Maistre, se sentían cómodos en los bancos de sus logias.

De Maistre, había sido iniciado en la Logia "Los tres morteros" de Chambery y ocupaba el cargo de Gran Orador, en su famosa "Memoria al Duque de Brunswick", explica cuál debe ser el papel de la masonería en el siglo: "el fin de la masonería es la ciencia del hombre", es decir, "la verdadera religión". De sus tres principales grados, el primero debe dedicarse a perseguir el "bienestar general", el segundo, la "unificación de las confesiones cristianas, la unidad del cuerpo místico de Cristo mediante el triunfo de la Iglesia Católica" y el tercero buscar "la revelación de la revelación", es decir, la iluminación a través de la metafísica. El conjunto de todo esto es lo que De Maistre llama "catolicismo trascendente".

De Maistre -luego implacable crítico de la revolución francesa- consideraba a las logias como un espacio de reflexión e iluminación, para católicos laicos, en donde se estudiaba y practicaba una metafísica inspirada en los textos bíblicos y siempre aceptando la disciplina de la Iglesia Romana.

Como se ve, a la largo del siglo XVIII, la masonería no tiene el aspecto de una sociedad conspirativa, sino de un club de pensamiento, en el que, a medida que pasa el tiempo, los no-católicos -hugonotes, protestantes, etc.- van teniendo un peso y una influencia crecientes y dentro de la cual coexistían distintas sensibilidades políticas. Hasta ese momento, a ningún franc-masón se le había ocurrido actuar como tal en política. Esto iba a cambiar en los años siguientes y para entender el origen de este cambio hay que tener en cuenta tres factores: 1) el ejemplo de la Orden de los Iluminados de Baviera, 2) el cambio cultural que se fue operando en la sociedad francesa a lo largo del siglo XVIII y 3) la relajación de la tensión metafísica en las logias debida al crecimiento desmesurado y desordenado de la masonería.

LA ORDEN DE LOS ILUMINADOS DE BAVIERA

La llamada "conspiración de los Iluminados de Baviera" es para algunos historiadores -como el abate Barruel-un "ensayo general con todo" de lo que luego sería la revolución francesa.

"Cada hombre es su rey, cada hombre es soberano de sí mismo" decía el juramento del grado 13º (el último) de la Orden de los Iluminados de Baviera y en ella se intuye ya la temática política de la que se apropiaría una parte de los francmasones franceses.

La vocación antimonárquica -y más específicamente, antiabsolutista- de los "iluminados" se complementa con el fin de -común a la masonería- promover la fraternidad humana. Adam Weishaupt, fundador e inspirador de la Orden, reconoce al respecto: "Y su finalidad [la de los Iluminados], en resumen ¿cuál es? ¡la felicidad de la raza humana! Cuando vemos cómo los mezquinos, que son poderosos y buenos, que son débiles, luchan entre si; cuando pensamos que inútil es querer luchar solo contra la fuerte corriente del vicio, nos viene al magín la más elemental idea: la de que todos debemos trabajar y luchar juntos, estrechamente unidos para que así la fuerza esté del lado de los buenos, que todos unidos ya no sean débiles".

Los grados de iniciación eran tres, divididos en sub-grados: Grado de Iniciación (dividido en Preparatorio, Noviciado, Minerval e Iluminado Menor), Grado de Masonería (subgrados de Iluminado Mayor, Illuiminado Diligente), Grado de los Misterios (subragos de Sacerdote, Regente, Mago y Rey). El grado de Iluminado Menor marcaba la división entre "pequeños misterios, llamados aquí "Edificio Inferior" y "grandes misterios" que darían acceso a la construcción del "Edificio Superior", que en este caso supondrían el dominio de las capacidades del hombre y dominio sobre el mundo, respectivamente. Los "Iluminados de Baviera", cuando hablaban de "dominio del mundo", incluían también dominio político. Las "constituciones" (reglamento) de la orden especificaban que quien alcanzara el grado de Sacerdote debía asumir los poderes del Estado. A esta organización en grados que se la llamó "de círculos concéntricos".

La ideología de los "iluminados" era una curiosa mezcla de ideas políticas, místicas y filosóficas, no exenta de contradicciones

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