Matanza de Tlatelolco

                       Introducción.

El 2 de octubre de 1968 en la plaza de las 3 culturas de Tlatelolco se realizaba una gran manifestación estudiantil en demanda de mayor libertad de expresión y derechos para los estudiantes.

Justo cuando iniciaba el mitin una bengala surco el aire, fue la señal que el ejército mexicano comenzaría a disparar contra la multitud o como hoy lo conocemos “La matanza de Tlatelolco”.

En esa trágica tarde fueron disparados miles de proyectiles, hubo muertos además heridos y también estudiantes inocentes detenidos. En ella participaron miles de militares de varios cuerpos destacados e importantes llevando consigo armas, tanques, medios blindados, entre otros instrumentos sangrientos. Todo esto para reprimir una manifestación pacífica.

No olvidando la cruel hazaña del gobierno para ocultar la verdad y así limpiarse las manos, aparentar en ese momento lo que no se era ante la sociedad.

                       Abstrac.

Para la elaboración de esta monografía nos apoyamos en diferentes fuentes de información como son el internet, testimonios o entrevistas, documentales e incluso una película. Siempre tratamos que lo recabado fuera confiable ya que así le brindamos mejor información al lector.

                      Desarrollo.

Todo comenzó con una riña estudiantil entre dos pandillas, los cuidadelos y los arañas; que lucharon frente a la preparatoria Isaac Ochoterena e hicieron enfrentamientos a los alumnos de la misma.

Nunca se habían visto en México manifestaciones de esa abertura. Una de las primeras grandes protestas fue la del 27 de agosto de 1968 donde se reunieron más de 30 mil personas; llevando pancartas mientras los jóvenes volanteaban; jamás se hubiera creído que se unieran espontáneamente tantos y tantos, entre los que participaron ferrocarrileros y obreros apoyando al movimiento estudiantil y pidiendo libertad para sus líderes ya que el presidente Vallejo desde hace los tenia encarcelados.

Todo este movimiento siguió creciendo, se crearon brigadas donde se llego a recolectar entre mil a dos mil pesos diarios. La ciudad universitaria era el refugio de los estudiantes, allí se realizaban las asambleas, se imprimían los volantes y se guardaba la propaganda. Pintaban letreros donde advertían con la famosa frase “Hoy todo estudiante con vergüenza es revolucionario”.

Las marchas en México habían sido cuando mucho 15 mil manifestantes, eran casi 600 mil personas de todos los sectores de la población pero sobretodo jóvenes.

Los estudiantes y la multitud llegaron al zócalo de la cuidad de México, donde repicaban las campanas de la catedral y todo el mundo aplaudía sin parar.

Por primera vez después de tantos años una multitud de ciudadanos indignados y consientes de sus derechos se hacían oír frente al balcón presidencial.

En agosto comenzaron las agresiones, una muestra de ello fue el ingeniero Heberto Castillo fue salvajemente golpeado, desaparecieron numerosos estudiantes además de los encuentros sangrientos.

[pic 1]

Despues de dos manifestaciones se acercaba la una de las mas grnades.

[pic 2]

Aquella tarde cerca de 6 mil personas se reunieron en la Plaza de las 3 Culturas de Tlatelolco cuyo objetivo era escuchar a los oradores del Consejo Nacional de Huelga. Habia mujeres, niños y ancianos junto a la vieja Iglesia de Santiago; donde se reunieron confiados a las 5:30 hrs.

En ese momento un elicoptero sobrevolo la Plaza del cual se dispararon belgalas presumiblemente como una señal para que los francotiradores del batallon olimpia apostados en el edificio “Chihuahua” abrieran fuego contra los manifestantes.

 [pic 3]  Nadie esperaba que todo fuera una emboscada, que frente al convento comenzaria aquella lluvia de balas que quitarian la vida a supuestamente 300 personas según el gobierno cuando actualmente no se tenia cifras exactas.

Foto de el guante blanco

  Algunos militares se resguardaban en el mitin para confundir a los estudiantes cuando ellos también eran agresores, diferenciándose solamente con un guante blanco en la mano izquierda.

Muchos manifestantes que lograron escapar del tiroteo se escondieron en algunos de los departamentos de los edificios aledaños, pero esto no detuvo al ejército, que sin orden judicial interrumpieron cada uno de los departamentos y cerraron las avenidas para capturar a los manifestantes.

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