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Modelo Neoriberal En Mexico


Enviado por   •  9 de Agosto de 2013  •  1.670 Palabras (7 Páginas)  •  340 Visitas

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El Modelo Neoliberal en México (1982-actual) Para el periodo de 1982-1988, sexenio gobernado por Miguel De La Madrid Hurtado, se comienza con una economía orientada al mercado internacional, ya que se ve como única salida a la recesión y estancamiento de la actividad productiva de nuestro país, etapa caracterizada por hiperinflación (niveles hasta de 3 dígitos), y considerada como una década perdida, producida por una crisis de la deuda externa y del petróleo.Se inicia una etapa de privatización de las empresas paraestatales, y una política económica que se apega al modelo Neoliberal basado en el libre mercado interno y externo, donde se redujo los aranceles a las importaciones y se eliminaron las barreras arancelarias, México se adhiere al GATT en 1986 (Acuerdo General Sobre Aranceles Y Comercio).

la nueva relación entre el gobierno y el empresario

En la década de los 90´s se firma el TLC (Tratado de Libre Comercio), con Estados Unidos y Canadá, en donde se invita a la inversión extranjera, a invertir en nuestro país, para usarlo como plataforma de exportación hacia nuestros vecinos del norte.

Profundizando aún más en este punto; en febrero de 1991, los presidentes George Bush, Carlos Salinas de Gortari y Brian Mulroney (de EE.UU., México y Canadá respectivamente) anunciaron formalmente que sus gobiernos se preparaban para negociar un histórico acuerdo comercial de libre comercio, que sería un catalizador del crecimiento económico del hemisferio, promovido por el aumento en la inversión, el comercio y el empleo.

Las negociaciones concluyeron formalmente el 11 de agosto de 1992 con la elaboración del documento final (el TLCAN) y este fue suscrito el 17 de diciembre de 1992 por los 3 lideres antes mencionados, entrando en operación el primero de enero de 1994, teniendo como objetivos generales:

“La eliminación de las barreras al comercio.

Fomento a la inversión.

La promoción de la competencia.

La protección de la propiedad intelectual.

Y se pretende aprovechar las potencialidades que brinda la complementariedad económica entre los países miembros para lograr una mayor competitividad internacional, sobre todo ante la Unión Europea y Japón”.

Aún con matices políticos, puede decirse que los últimos 15 años en materia económica en el país estuvieron signados por el 1 a 1 y el traumático fin de la convertibilidad en los albores de 2002.La ola privatizadora y una fuerte llegada de inversiones externas, en un modelo económico de apertura comercial, marcó una década donde el mundo financiero conoció en la Argentina uno de sus alumnos dilectos. Los organismos internacionales y las multinacionales tuvieron un diálogo sin fisuras con el poder menemista. En ese marco, tanto la industria como el campo corrieron con desventaja. Los primeros, no pudieron hacerle frente a llegada masiva de bienes importados, que arrasaron en el país y terminaron por desmantelar lo que quedaba del aparato productivo. Para el campo, el resultado no fue mejor: en 1999 los productores admitían que estaban quebrados debido a los bajos precios de los commodities y a una deuda colosal con los bancos y los proveedores de insumos, superior a los 10 mil millones de pesos. Con la convertibilidad todavía en boga, ni los empresarios locales ni los inversores externos confiaron en el nuevo gobierno, al que vieron de entrada con debilidad y fisuras. El resultado no tardó en llegar y conocido: blindaje, plan de déficit cero, corralito, corralón, indicadores sociales en picada; y el final trágico de un Gobierno que dejó un agrio sabor en la memoria colectiva.

Con un fuerte respaldo de la Unión Industrial Argentina (UIA) y la cautela de la Sociedad Rural Argentina (SRA), desde 2002 el ex presidente Eduardo Duhalde concretó la devaluación y la pesificación. La medida, cuestionada entonces, contó con un respaldo parcial del empresariado, dividido entonces entre grupos afines a la producción nacional y grupos de perfil financiero y de servicios, mayoritariamente controlados por extranjeros. Tras la devaluación, y luego de durísimos meses de trepada del dólar y crisis política, el humor comenzó a mudar progresivamente, acompañado por el crecimiento económico que desde fines de 2002 rompió la peor secuencia de trimestres en recesión de la historia de la economía argentina. Las señales de Duhalde fueron claras: ubicó a José Ignacio de Mendiguren, un hombre de la Industria, en el ministerio de la Producción. Y luego del paso de Remes Lenicov por el Ministrerio de Economía, desembarcó Roberto Lavagna para conducir la salida de la crisis postdevaluación. "En 2002, hay una discontinuidad. El sector público congela tarifas, aplica retenciones al campo, y el Gobierno tiene más peso en las decisiones", opinó el sociólogo e investigador del Conicet Marcos Novaro. El 25 de mayo de 2003 Néstor Kirchner asumió el poder con un escenario de alianzas entre el poder político y los empresarios que había sido dibujado durante el gobierno de transición de Duhalde. Kirchner rápidamente ratificó esa alianza y cerró frente con la UIA. La industria creció un 72,1% desde el piso de la crisis, mientras que el promedio de la economía lo hizo en un 48%. Hoy, la industria pregona el paso del crecimiento

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