Museo Judío de Berlín

Introducción

Museo Judío de Berlín  nace como el  reflejo del sentimiento del pueblo judío en la segunda guerra mundial. Es la materialización de lo inmaterial, induciendo en ese espacio a la vivencia de la percepción de la ausencia, una construcción de un texto que pueda ser leído en términos figurativos, además de la elaboración de elementos abstractos. La historia particularizada del Holocausto en relación con la ciudad de Berlín. Obra como un hito significativo en la reflexión sobre el vacío y la ausencia. 

“Yo no estaba interesado en el sitio … que es sólo otro lote en Berlín, porque la historia judía se encuentra ligeramente más abajo del nivel de la superficie”.

Daniel Libeskind.

El  museo como una  memoria colectiva de todos los horrores sufridos, que se representa a través del vacio. Va más allá de lo visible, donde se confrontan la experiencia y el pensamiento en un espacio.

Obra de arquitectura como respuesta a aquello que es del orden de lo invisible. Un espacio de una alta carga de simbolismo como forma de traducir su mensaje. El museo se piensa como un edificio entrelíneas, ya que involucra dos líneas de pensamiento, organización y relación superpuestas.

"Lo difícil no es crear, sino crear con contenido para alcanzar un resultado según una idea previamente concebida. Por lo tanto, lo primero es tener algo que contar, la idea, y lo segundo es como contarla para que ésta llegue a ser entendida, la condición crítica".

César Jiménez de Tejada Benavides – EL valor de lo creado

A partir de los antecedentes el tema a valorizar es la funcionalidad de la obra.

http://espaciosvividos.blogspot.com/2010/10/berlin02-judisches-museum.html

Desarrollo

La propuesta del proyecto se resume en la expresión “el vacío y la ausencia”, la cual es la consecuencia de la desaparición de muchos ciudadanos. La sensación de vacío es de la que parte el proyecto, y “Entre líneas” es el lema del mismo. De tal manera, la forma de diseñar no se limita a comunicar a un ser humano la existencia de un objeto, sino más bien aludir a una percepción y algo que posee historia y contenido intelectual.

El arquitecto se inspiró en el libro de Walter Benjamin “Einbahnstrasse” y la ópera de Arnold Schönberg, "Moses und Aron", una obra de 3 actos cuyo acto final es incompleto. Libeskind busca que su edificio sea la culminación de esta obra.

Es una obra llena de simbolismos, sus líneas transmiten la expresión de una dolorosa tensión e ilustra la tortuosa vida de los judíos en Alemania. La expresión plasmada en la obra a través de fisuras, ambientes, luz, sonido como una forma de mostrar un hecho histórico. El vacio interior representa la ausencia del judío. El edificio induce a la vivencia perceptiva de la propia ausencia provocada por la exterminación, la cual se expresa mediante un espacio sólido, homogéneo y continuo que se articula con el nuevo contexto y su entorno.

En esencia exhibe la historia cultural y socio-política de los judíos en Alemania. Evoca a tres elementos: en primer lugar, la relación entre la historia de Berlín y la contribución intelectual, económica y cultural de los judíos. En segundo lugar, la necesidad de integrar el significado tanto físico como espiritual del Holocausto en la consciencia y memoria de la ciudad de Berlín. Y por tercer lugar, el reconocimiento e incorporación de la eliminación y falta de vida Judía en Berlín.

El Museo se compone de cuatro volúmenes prismáticos que aluden no sólo a la fragmentación como elemento principal del deconstructivismo, sino también a la unión y  la superposición de planos, todos acentuados mediante la distinción de los materiales, de los vacíos, la entrada de luz y en especial por el conjunto de las formas del edificio, donde la intención del arquitecto radica en ayudar a la memoria humana a reestructurar las relaciones entre tiempo, pérdida y espacio. Su obra propone entonces comunicar algo que va más allá de la realidad física con la que la misma se construye, pudiendo o intentando expresar entre otras cosas, intensidad, desolación e incertidumbre; sentimientos que impulsen al espectador a conectarse con el espíritu del mundo.

 (…) Void es un espacio al que uno entra en el museo, un espacio que organiza el museo, pero que no forma parte realmente del museo. No tiene calefacción ni aire acondicionado. No es realmente una sala… (…) void se refiere a lo que nunca puede estar exhibido, tratándose de la historia del Berlín judío, porque de esto no queda nada más que cenizas.  Por eso no hay nada más en los void que estas paredes.

Daniel Libeskind en entrevista de Doris Erbacher y Peter Paul Kubitz , publicada en el libro Jüdisches Museum Berlin, Verlag der Kunst, Dresden, 1999

...