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México de mis ayeres (la vida en la época independiente)


Enviado por   •  23 de Septiembre de 2014  •  Trabajos  •  2.116 Palabras (9 Páginas)  •  301 Visitas

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Tema: México de mis ayeres (la vida en la época independiente).

Época independiente: Etapa en que México se independizó de España, a partir del 27 de Septiembre de 1810.

Clases sociales existentes.

Las distintas mezclas raciales que habían dado origen al pueblo español, hacían imposibles las distancias sociales características de este régimen; la religión de Estado no ayudaba a marcar diferencias entre la población, sino al contrario, uno de los factores más niveladores de las distancias sociales era teóricamente el catolicismo; finalmente, las diferencias de propiedad y riqueza era la base principal sobre la que descansaba el sistema político-social.

A fines de la Colonia, aparte de la importancia concedida al color de la piel, era en el blanco o español donde radicaba principalmente el poder económico; siempre se prefirió al indio sobre el negro, e incluso la nobleza indígena era objeto de señaladas distinciones; cuando el mestizo era reconocido como hijo legitimo por el español y gozaba de cierta posición pasaba por criollo; tan importante era aclarar el origen , diremos biológico, como comprobar que no se pertenecía a religión que no fuera la católica, apostólica y romana.

La guerra de Independencia se convirtió desde el principio en una honda lucha social. Ya que la desunión era general, tal y como se plantea a continuación la forma en que los peninsulares veían a cada grupo de habitantes de la Nueva España:

“…los españoles del consulado escribían que los criollos eran irreligiosos, hipócritas, dilapidadores, “nación enervada y holgazana”, los indios “tan brutos como al principio, las castas “tienes sus mismos vicios”…”

También la Revolución de Independencia tiene aspectos que muchos podríamos pensar que en algún momento son contradictorios peor en realidad no lo son, como es el caso de que el clero primero está en contra de esta revolución pero ya después cuando se ven afectados sus intereses, como se verá más adelante, cambian de opinión y deciden unirse a la lucha.

El grito de Dolores en 1810 causó muchas desgracias por el desorden, abandono y otros vicios, pero de esta experiencia derivó la prueba, de que la única base sólida en que podían descansar la felicidad común era la unión de americanos, europeos e indios.

La forma en cómo estaba estructurada al sociedad colonial y las fricciones que resultaron de tal organización, fue uno de los motivos que originaron la insurgencia, razón por la cual tuvo ésta caracteres de verdadera guerra civil.

La estructura social colonial hispanoamericana era la siguiente: en la cúspide se encontraba el español, detentador del poder; le seguía en importancia el español nacido en América, llamado criollo; bajo ellos el indio, que formaba un grupo aislado, y finalmente, las denominadas castas, que incluían a los hombre considerados como más viles; mestizos, mulatos, negros, asiáticos, etc.

Los españoles se dividían en dos grupos: los nacidos en España, llamados “peninsulares”, y los que lo fueron en América, llamados “criollos”. Esta división entre los dos grupos consistía de manera predominante en el medio, el ambiente, la influencia del suelo americano, que había separado a los españoles entre sí, dividiéndolos en sectores opuestos e irreconocibles, cuyo antagonismo era el más acentuado de los que existían entre los distintos grupos que poblaban el virreinato de la Nueva España.

http://www.buenastareas.com/ensayos/Clases-Sociales-En-La-Independencia/972080.html

Donde vivían

La casa donde se ubica hoy el Museo, fue construida en el año 1772 por el ciudadano español Antonio Martínez Sáenz, casado con la paraguaya Petrona Caballero de Bazán.

Ejemplos de los objetos que tenían:

ESCRITORIO

En este recinto se guardan importantes documentos de la época, firmados por varios de los próceres de la independencia de Paraguay. También se exhiben una cómoda-escritorio que perteneció a Fernando de la Mora y cinco cuadros, entre los que se destaca el de la autoría de Jaime Bestard, que representa la intimación al gobernador Velazco, momento clave de la independencia.

COMEDOR

Muebles y objetos de uso cotidiano recrean un interior doméstico de la época colonial. En una de las vitrinas se muestra una espada que perteneció a Fulgencio Yegros. Se destaca también en la sala un retrato del doctor Gaspar Rodríguez de Francia.

SALA

En torno a una imponente araña de cristal y un brasero de madera y bronce, se exhibe un juego de muebles franceses del año 1830. En la sala también se pueden observar dos retratos de cuerpo entero de Pedro Juan Caballero y Fulgencio Yegros. Completan la estancia tallas religiosas elaboradas en talleres jesuíticos y franciscanos.

Dormitorio.

DORMITORIO Domina el recinto una cama que perteneció Fernando de la Mora, cuya imagen se puede apreciar en la pared derecha de la habitación, debajo de la misma, una camisa bordada, que también perteneció al prócer.

Completan la ambientación del dormitorio, un arcón, propiedad de Juan Bautista Rivarola, una curiosa silla sanitaria, un espectacular reclinatorio y un nicho policromado.

ORATORIO

En este recinto se exhiben tallas jesuíticas y franciscanas y varios objetos religiosos de diversa procedencia. También se puede ver un retrato del presbítero Francisco Javier Bogarín.

CORREDOR

En el corredor adyacente se destacan dos grandes tableros de madera tallada, procedentes de puertas de templos de las misiones. Debajo de los mismos, los restos del desaparecido alero de la casa, el cual nos da una idea de las dimensiones y características de los materiales con los que se construía en la época colonial.

PATIO

Sobresale en este sitio un mural realizado por José Laterza Parodi, en donde pueden leerse varios párrafos de la nota del 20 de julio de 1811, dirigida a la Junta de Buenos Aires, en la que se ratificaba la independencia del Paraguay.

Debajo de la nota se reproduce el primer escudo de la nación, adoptado durante el gobierno del doctor Gaspar Rodríguez de Francia . A sus pies, el reloj de sol de la misión jesuítica de Santa Rosa.

En una de las esquinas del patio puede observarse un túmulo que cubría los restos mortales del ilustre prócer Juan Bautista Rivarola, traído desde el cementerio de Barredo Grande, hoy Eusebio Ayala.

SALÓN CAPITULAR

Cruzando el patio se ingresa a un recinto que alberga una réplica del Salón Capitular del antiguo Cabildo de Asunción, el primero del Río de la Plata, instaurado el 16 de septiembre de 1541.

En el centro del salón, el escudo de armas

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