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Pasajes de la novela 1984


Enviado por   •  13 de Abril de 2015  •  Informes  •  1.578 Palabras (7 Páginas)  •  196 Visitas

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Parte primera

Winston Smith, es un funcionario del Ministerio de la Verdad, donde se encarga de rescribir los artículos de números pasados del periódico para por ejemplo, que las predicciones que hizo el Gran Hermano coincidan con lo que luego a ocurrido en realidad, es decir, se encarga de manipular los datos para el beneficio del Partido. Otro ejemplo es que en todas las enciclopedias, libros de historia… aparece que Oceanía siempre ha estado en guerra con Eurasia y aliada con Asia Oriental, pero Winston recuerda que antes la situación había sido justamente la opuesta. Winston está casado, pero su mujer, Katharine, era fría con él, no mostraba signo alguno de cariño, quizás fuese por normas del Partido como la de que no se puede hacer el amor sino es con el fin de reproducirse. Decidieron tener un hijo, y lo intentaban con un estricto horario, como una obligación, lo que no mejoraba sus relaciones. Finalmente se terminaron separando, porque tampoco está permitido el divorcio, y hace años que no se ven. Winston está en contra de todo lo impuesto por el Partido, pero no se atreve a hablarlo con nadie, ni siquiera con O'Brien, un miembro del Partido Interior que aunque no ha hablado con él, por miradas e intuiciones cree que piensa lo mismo que él, incluso soñó que O'Brien le decía: “nos encontraremos en el sitio donde no hay oscuridad”. Se dice que existe la Hermandad, que son los contrarios al Gran Hermano, pero Winston no estaba seguro de que exista, y si existe les será difícil reunirse ya que el Partido no permite que se reúnan grupos de personas numerosos. Winston decidió, en contra de las normas, escribir un diario aprovechando una zona de una habitación de su casa a la que la telepantalla no alcanza a ver. En él escribe sus pensamientos contrarios al Gran Hermano a modo de desahogo. Winston come de vez en cuando con su amigo Syme, que trabaja en la redacción de la onceava y definitiva edición del diccionario de lengua. Hay una mujer que al igual que O'Brien trabaja en su edificio (seguramente ésta trabaje en el Departamento de Novelas), con la que también había cruzado algunas miradas, pero no le pareció que ella pensase como él, sino, que por su cinturón rojo (emblema de la Liga juvenil Anti-Sex) pensó que sería peligrosa y que podría denunciarle a la Policía del Pensamiento. Un día en la cafetería vio que ella estaba en la mesa de al lado y que se giraba para mirarle; no sabía si le había venido siguiendo o estaba allí antes que él, pero si que le observaba porque quizás sospechase algo. Otro día, que paseaba por el barrio de los proles (cosa no prohibida pero que despertaba sospechas), habló con un hombre mayor para intentar sonsacarle la verdad sobre el pasado, pero tras invitarle a unas cervezas se marchó ya que el hombre se ponía a hablar de cosas distintas a las que Winston le preguntaba y sin ninguna relevancia. Luego entró en la tienda de antigüedades donde había comprado el diario y compró un coral a Charrington (el dueño de la tienda), el cual le enseñó una habitación en el piso de arriba donde poseía más antigüedades. Al salir de la tienda se cruzó con la chica del Departamento de Novela, y pensó que ella le había seguido.

Segunda parte

Unos días después de encontrarse con la joven en la zona de los proles, se cruzó con ella en el trabajo. Esta simuló que se caía para así poder darle una nota que decía: “te quiero”. Esta nota cambia todos los esquemas de Winston en torno Julia, que así se llama la chica y durante varios días intenta hablar con ella hasta que un día en la cafetería pueden hablar, eso sí, sin mirarse para que nadie se diese cuenta. A partir de este momento Julia y él, empiezan una relación y se ven a escondidas siempre que pueden y cada vez en un sitio diferente, hasta que finalmente Winston alquila a Charrington la habitación de encima de la tienda. Esta habitación se convierte en su pequeño refugio sin telepantalla que les vigile, pero saben que tarde o temprano lo tendrán que abandonar o les cogerán allí. Una mañana Winston se entera de que Syme a sido vaporizado como él temía que ocurriese, y al día siguiente ya nadie recordaba que éste hubiese existido nunca. Winston le contó a Julia las miradas con O'Brien y lo que había soñado, y un buen día el propio O'Brien se acerca a hablar con él. Como estaban frente a una telepantalla, O'Brien le dijo que había observado en sus artículos que a pesar de tener interés en la neolengua, había usado palabras que ya no aparecían en la última edición del diccionario de esta y que se pasase por su casa para que pudiese ver el diccionario, y así tenía un pretexto para apuntarle la dirección. Winston vio o quiso ver en algunos gestos y palabras, señales que le decían que en realidad hablarían

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