Politica Economica Fascista

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1 La política económica del fascismo La economía política del fascismo se enfrentará a diversas funciones y características en las diferentes etapas experimentado por el mundo y el italiano en el curso de dos décadas. El régimen de Mussolini y están bien De hecho, lejos de tener una visión coherente e independiente de los problemas de la economía italiana, tales como diferenciarlas de las políticas previamente adoptadas por los gobiernos. Después de todo, Italia se caracteriza Zata de un altamente hacia atrás y pobres en recursos, en el que el peso de la agricultura es predominantemente lento y que, durante el período fascista, toma dos características sustancialmente nuevo: un para acentuar las restricciones externas, por el otro - gracias al carácter autoritario del régimen - están creciendo posible el control de los sueldos y salarios y los márgenes de maniobra de la política económica. Y en base a estos datos deben leerse en las respuestas que el fascismo en diferentes períodos tiende a dar problemas la economía italiana. En la primera fase (1922-1925) El fascismo se caracteriza por un tipo de política económica "Liberal", que está siendo implementado por iniciativa del Ministro de Hacienda y Tesoro Alberto De Stefani. Este último dirige sus actividades hacia una "política consumistas" en favor de un alto tasa de acumulación de capital, dejando libertad a la iniciativa privada y la creación de una política contención y reducción del déficit del presupuesto del Estado. Una abertura de la tributación cualquiera de los rendimientos del trabajo y los ingresos de los agricultores agrícolas, hasta ahora exentos de impuestos, mientras que al mismo tiempo que se deroga la ley en 1920 había establecido el nominativo requiere de todos los bonos y acciones. La abolición del período transitorio La guerra es también una desgravación fiscal adicional para los hogares de ingresos altos y medios. Al mismo tiempo ser reorganizado en ferrocarriles autónomos, oficinas de correos y los teléfonos y disparó 65.000 los funcionarios públicos no titulares. Al mismo tiempo, en lo relativo a la política aduanera, De Stefani disminuye el nivel medio de protección de los bienes italianos, bajando desde el 10,3 por ciento 1922 a 8,4 en 1925. En resumen, a pesar de la orientación liberal, la primera fase de la política fascista económica conserva algunas de las características de la proteccionista tradicional y el período intervencionista anteriormente con respecto a la política de aduanas y, aún más pronunciada, por lo que se refiere a la la política de los rescates de las grandes empresas y los bancos (muy importantes Ansaldo, Ilva, la Banco di Roma) para los que el fascismo utiliza las herramientas creadas por los gobiernos anteriores y sección particular del Consorcio para subsidios Autónomas especiales sobre los valores industriales, establecido en marzo de 1922. Sin embargo, la política de De Stefani logra el objetivo de un equilibrio presupuesto, que se alcanzó en 1926. La política liberal, sin embargo, está en crisis en 1925 con motivo de la depreciación masiva de la lira. De Stefani también toma una postura en contra de la reintroducción del impuesto sobre el azúcar y Deportes lugar medidas desagradables al mercado bancario y de valores y Confindustria. Esto conduce, debido a la caer en los precios de mercado y una mayor depreciación de la lira, la renuncia de De Stefani en junio de 1925. Fue sustituido por Giuseppe Volpi inaugurando una nueva política de protección accionista, el primer acto de lo que es la reintroducción del impuesto sobre el trigo y los cereales en los niños, que es seguida de la duplicación de la obligación sobre el azúcar. Al mismo tiempo, comienza la batalla del grano en fortalecer la relación con los propietarios de tierras en un período de caída de los precios agrícolas, y con el acuerdo de edificio Vidoni se establece un control total del mercado de trabajo, lo cual es esencial para la política deflacionaria debe comenzar en 1926. De hecho, frente a la depreciación gradual de la libra en mercado de divisas, en julio, alcanzando un mínimo de 153 en la libra, 18 de julio en Pesaro Mussolini pronunciar el discurso en el que lanza el objetivo de la acción de los 90, a saber, el logro de un intercambiar con la libra de 90 libras. Así comenzó la política que se traduce en el estrechamiento del crédito revaluación de la lira, mientras que la deuda pública se consolida con los títulos de crédito Littorio a siete años y una conversión obligatoria de todos los certificados de títulos del Estado con vencimientos de menos Littorio. Esto conduce a una caída de los precios reduce los márgenes de beneficio, que son, sin embargo, recuperado por los recortes salariales a primera tolerada y más tarde apoyado y promovido por el régimen. La

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2 industrial, en una primera etapa desfavorable a una mayor apreciación de la lira, pliegue siguiente vamente a la política de deflación "salvaje", a cambio de los aranceles adicionales de protección y incentivos fiscales para las concentraciones industriales. La política de deflación conduce a una disminución en salarios y el empleo y el estancamiento industrial de la demanda y el consumo; impone costos sociales y económicos que se reflejan en el siguiente paso CA- racterizado por la crisis internacional de 1929. En efecto, a pesar de la recuperación de la producción industrial los años 1928-1929, el desempleo no se reabsorben y esto ayuda a acentuar el efectos de la crisis internacional. La crisis en Italia tiene un impacto sobre todo en la industria fabricación; la agricultura y los servicios de trabajo, de hecho, esencialmente a los sectores de la esponja de empleo ción. Los desempleados en la industria de alcanzar el millón de unidades, mientras que los salarios son reducido aún más. Al mismo tiempo, el Estado es una política de apoyo a los precios a través de la industria protección y regulación de la competencia aduanera, a medida que empiezan sus primeras experiencias la supervisión pública del mercado de divisas. El hecho es que a Italia de la crisis con más restricción del consumo y una disminución en la demanda que, excluyendo el producto químico y eléctrico, afecta a todas las industrias, mientras que en la agricultura la fluctuación los precios, el aumento de la brecha con los precios industriales y una intervención política basada sustancialmente sobre la protección aduanera, y sólo marginalmente en la recuperación de tierras, lo que resulta en una menor capacidad acumulación y la inversión. Por otro lado, no es posible una mayor compresión de los salarios ya el borde de la supervivencia, lo que significa una caída en el nivel de vida en el campo superior a la de la ciudad,

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