¿Por qué el muralismo permite la democratización del arte?

¿Por qué el muralismo permite la democratización del arte?  

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Carolina Colque

IV Medio

29/05/2016

Profesora: María Ignacia Jorquera

La manera más sencilla de despejar la mente es escaparse por un rato de las ocupaciones, mantener la imaginación en otros asuntos, y eso es precisamente lo que hacemos cuando vamos a un museo, nos adentramos a un mundo en donde todos nuestros sentidos están dirigidos a las obras para comprender qué es lo que estas nos quieren transmitir, ver distintas perspectivas para así finalmente salir viendo el mundo con otros colores. ¿Pero necesariamente debemos trasladarnos a ese espacio de 4 paredes?

Hace tiempo que busqué y nunca encontré algo que me dejara pensando por tanto tiempo: colorido y libre, así podría describir al “Museo a Cielo Abierto” de Valparaíso, el cual destruye toda norma e idea general de “museo”: no hace falta estar callado, hacer una fila o comprar una entrada, es un sitio bello y encantador, podemos tomar múltiples fotos, pero no debemos quedarnos sólo con eso, es preciso hacer una mirada más profunda, más allá de los bellos murales que exponen estas calles, el estar caminando por estos lugares es estar caminando en historia, en revolución mejor dicho, hoy puedo recorrer rodeada de obras de arte gracias a que un grupo de personas se unieron para cambiar Chile: dejaron de lado el encierro de un museo o el dinero que consiguen con sus obras, le dieron la oportunidad al Chile común y corriente de ver lo que la clase acomodada logra contemplar, mejor aún, no tenían que moverse, pues el arte estaba ahí, en su propio sector, salían a trabajar, comprar, lavar la ropa o realizar cualquier otra actividad y el arte los acompañaba en toda ocasión, dentro de eso hay un mensaje y como parte de esta sociedad no puedo vivir ajena a esto ¿Qué puedo hacer yo al respecto? Investigar por qué  los revolucionarios artísticos usaron el muralismo como medio para transmitir el arte, estos revolucionarios con grandes sentimiento de amor a la humanidad  y a la justicia, ellos tenían un propósito, es ese el que me dedicaré a averiguar para responder la pregunta; ¿Por qué el muralismo permite la democratización del arte?  Es decir, por qué el muralismo, qué tiene de característico este tipo de arte que no tiene el museo típico que conocemos para transmitir cultura, recaudar toda esa información para en último lugar generar conciencia en mi propia persona y a ti, futuro lector. Tratemos entonces de descubrir la respuesta a esta indagatoria.

Si se desconoce qué es el “Museo a Cielo Abierto”, podemos esclarecer señalando que es una muestra artística plasmada en las paredes del cerro Bellavista situado en la ciudad de Valparaíso. Son 20 murales creados por importantes artistas de índole nacional, tales como Roberto Matta, Nemesio Antúnez, Mario Carreño, José Balmes, entre otros, que gracias a sus pinturas transforman las calles en un área para el fomento del arte y la cultura.

También es necesario conocer cuáles son sus raíces, quién estuvo detrás de esto: esta idea artística tuvo origen en 1969, cuando estudiantes  de la Universidad Católica de Valparaíso comenzaron a pintar los muros tanto de las calles como de las mismas casas de los porteños del cerro. Querían hacer arte, aportarle color y por consiguiente vida al sector, además surgió la idea de invitar a reconocidos artistas para que se sumaran a su proyecto, debido a la dictadura  militar no se pudo concretar su idea, todo se retomó en 1990 y finalmente se inauguró en 1992.

Entonces, todo nació para enfrentar la discriminación social e desigualdad y falta de libertad en el acceso al arte, emplear el muralismo para democratizar el arte.

¿Y qué significa democratizar el arte? Esto consiste en Ciria (2003) afirma “que todo el mundo tiene derecho a disfrutarlo y a responder activamente (…), cuando la comunidad puede garantizar a cada individuo la posibilidad de acceso a él, sea como productor o receptor” (p.138). Es decir, que todos los ciudadanos pertenecientes a una sociedad, independiente de su género, edad o clase social, pueda libremente ser espectadores del arte, simplemente porque a eso aspira una democracia: integración de todos, pues no hay nadie mejor o peor, tolerancia frente a las diferencias y sobre todo una interacción y vida comunitaria entre todos los miembros, era necesaria una revolución del arte, si se quiere un cambio es porque en ese momento existía una problemática con este tema: solo una escasez de personas podían disfrutar de las muestras artísticas, ocurriendo así una injusticia social, para respaldar se tiene la siguiente cita: “Primeramente, la mayor parte de la población en Chile no tiene acceso a las obras de arte. Éstas son el bien de una clase social dominante pero minoritaria, que cultiva ella misma el sentido de la marginalidad” (Lemouneau, 2015). Entonces, efectivamente la única beneficiada era la elite chilena, además de tener el poder económico y político, tenían todo el acceso a la educación y por consiguiente al arte, dejando de lado a toda la otra parte de la población, la clase obrera, quienes eran los más numerosos, no es justo entonces, ¿Cómo sólo unos pocos son beneficiados si tenemos también otros millones de ciudadanos? La misma pregunta que me hago ahora se debieron hacer las personas en ese tiempo, es necesario compartir el arte con la sociedad, que sea de todos, que no sea exclusiva del grupo dominante, encontrar una forma de arte inclusivo, arte social, para esto se cambió la forma tradicional de ver las obras; aquí es donde aparece el muralismo, cambiaron los cuadros por murales, paredes de las calles, y eso precisamente hicieron en Valparaíso; llevar el contenido del museo hacia afuera para superar las divisiones y el aislamiento social.

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