Quinua

CAPÍTULO I:

ASPECTOS GENERALES

1.1. Historia.

El primer español que habla del cultivo de quinua en el nuevo mundo es Pedro de Valdivia, quien al informar al emperador Carlos I en 1551 sobre los cultivos en los alrededores de Concepción, Chile indica que la región es “abundosa de todos los mantenimientos que siembran los indios para su sustentación, así como el maíz, papas, quinuas”.

Sin embrago, existía una fuerte confusión al no identificar a la quinua en todos los casos con la especie Chenopodium Quinoa W. Los españoles relacionar siempre la quinua con los bledos de la península Ibérica. Bernabé Cobo (1653) dice “la quinua es una planta muy parecida a los bledos”. El bledo se describía en Europa como una planta anual de tallos rastreros de la familia de las Quenopodáceas y otra como amarantácea. La confusión aparece cuando el eminente botánico Coralus Clusius en su historia Rariorun Plantorun (1601), presenta la primera ilustración de una especie que él denomina quinua, pero que en realidad es una planta de Amarantus Caudatus IL.

Los pobladores andinos cultivaban la quinua con casi la misma antigüedad que las dos especies de amarantus, Amarantus Caudatus y Amarantus Mantegaseanus en áreas muy semjantes aunque estas especies no llegan a las alturas en que se cultivaban la quinua. El nombre que reciben estos amarantus es también el de quinua.

El Inca Garcilazo de la Vega en sus famosos Comentarios Reales de los Incas, dice respecto a la quinua: “en el segundo lugar de las mieses que se creían sobre la fas de la tierra dan a lo que se llama quinua y en español mijo “porque en el grano y en el color se le asemeja algo”. Este historiador hace referencia a su viaje a España con la primera exportación de granos de quinua al viejo mundo, que fatalmente no lograron propagarse por haber llegado muertos”.

Don Pedro Cieza de León (1560) informa que el sur de Colombia también se cultivaba la quinua entre las ciudades de Pasto – Quito y escribe “entonces estos pueblos se da poco maíz o casi ninguno, a causa de las heladas”

Guaman Poma de Ayala hace mención en su “Nueva Coronica y Güen Govierno” a cerca del ritual en el que la quinua aparecía como una suerte de intermediario o pago con el dios Sol y esto se encuentra en el libro de Flavio Solórzano: “Ayara: Madre Quinua”.

“…Guaman Poma de Ayala, en la festividad del Huacai Cusqui (“descanso de la cosecha”), muestra al inca que “bebe con el Sol en la Fiesta del Sol”. El dibujo tiene una simbología muy fuerte: en la cosmovisión andina, el demonio representa a un conjunto de estrellas que forma la constelación más cercana al astro, que le ofrece la bebida de quinua para que se fortalezca y no los abandone durante el año. Una forma de “amarrar al Sol” para que se quede a cuidar los campos…”

(Ayara: Madre Quinua, Flavio Solórzano, pág. 20- 2013)

En el párrafo anterior se puede observar la importancia de la chicha como una bebida de celebración con el dios Sol y su relación con las personas ya que gracias a la buena relación de la naturaleza con el hombre existe un equilibrio y por lo tanto abundancia.

1.2. Relaciones históricas.

La quinua, la kañihua y las especies de Amarantus comestibles constituyeron en conjunto un importante componente de la alimentación de los pueblos prehispánicos en las tierras altas de los andes. Su uso fue común en las regiones andinas hasta el primer tercio del siglo pasado, 1940 que empezó su declinación, cuando los países de la zona andina iniciaron la recepción de la ayuda alimentaria de los EE.UU. y se incrementó la importancia masiva del trigo.

En las tierras altas de México, también se cultivó una quenopodácea, el Chinopodiun Nuttalliae denominado “huauntli” que tiene una gran similitud con la quinua.

Aparentemente su importancia en el imperio Azteca era grande, según se deduce el códice de Antonio Mendoza, primer virrey de México (1535 - 1550), en el cual se indican los tributos en granos que cada uno de los 363 pueblos vasallos del imperio Azteca pagaban anualmente.

En un quipu (sistema de contabilidad que a base de hilos de fibra de alpaca con nudos y colores diferentes permitía conocer la producción de alimentos en el imperio incaico) del siglo XVI, estudiado por Jhon Murra (1975), se muestra la importancia que tenía la producción de quinua en la sierra central del Perú. Sin embargo se debe indicar que hay poca información acerca de ritos religiosos con el uso de quinua o papa.

Cárdenas (1969) no cree que la quinua haya reemplazado totalmente al maíz en las tierras altas y menos para ceremonias religiosas. Señala la tradición que aún tienen los nativos de la cordillera de viajar a los valles a canjear la quinua con papas o sal.

Como indica Núñez (1970) no se conoce bien cómo fueron domesticadas bien la quinua y la papa. Sin embargo, por hallazgos en el norte de Chile el autor señala que al menos la quinua fue utilizada antes del año 3.000 a.c. por los hallazgos en el área de Ayacucho – Perú, Max Uhle (1919) da una fecha incluso anterior, 5.000 a.c., como el inicio de la domesticación de esta planta.

Los cronistas no siempre trataron a este grano andino con la justa evaluación, el hecho de que la quinua se pareciera al bledo de España apoyó a que se le relacionara como un alimento sin valor, es cierto también que hubieron numerosas confusiones entre la quinua, kañihua y el amaranto por la arquitectura de la planta y la forma del grano, llamando por ejemplo quinua cenicienta a la kañihua.

Towle (1961) menciona varios hallazgos arqueológicos de quinua, consistentes en ramas fructíferas, terminales y granos sueltos encontrados en diferentes regiones del Perú.

Este proceso de selección tomó siglos y en la actualidad se conocen como variedades más evolucionadas aquellas que contienen muy bajos porcentajes de ayaras.

1.3. Origen.

La antigüedad de la domesticación e inicio de su utilización de este cultivo se puede referir a por lo menos 2.000 a 3.000 años en razón a su presencia en restos arqueológicos. Una segunda fuente de información para conocer el origen y distribución de este grano andino es la tradición que existe en el consumo de este grano en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Norte de Chile y Argentina, tanto en la preparación de diferentes platos como bebidas, así como los alimentos procesados. Se conoce platos tradicionales como la lawa, sopa espesa de quinua, el pesque, puré de quinua con grasa y leche, la preparación de chicha blanca, etc. Así como el uso

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