¿Qué hubiera ocurrido si no hubiese sido asesinado Luis Donaldo Colosio y hubiera sido presidente?

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ESCUELA NACIONAL DE

ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

Alumna: Jocelyn Elaymé Santiago Serrano

Profesor: Mariano Antonio García Martínez

ENSAYO

Licenciatura: Antropología Física

Materia: Historia Social de México II

Turno: Matutino

¿Qué hubiera ocurrido si no hubiese sido asesinado Luis Donaldo Colosio y hubiera sido presidente?

Introducción

Las campañas por la presidencia de la República Mexicana se daban en el año 1994. El entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, ya había escogido a su sucesor, Luis Donaldo Colosio, quien ya había sido dirigente nacional del partido político PRI y era secretario de Desarrollo Social. Colosio tenía buenos contendientes, por parte del PAN estaba Diego Fernández de Cevallos y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (hijo del expresidente Lázaro Cárdenas) en el PRD.

Durante esta época, se tenía una fuerte crítica hacia el gobierno actual dado que ya tenía 65 años en el poder. Además, el 1 de enero de ese mismo año el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) (Chiapas) se levantó en armas con la intención de reivindicar los derechos de los pueblos indígenas y abatir su marginación. Ante eso, Luis Donaldo, decidió romper con el discurso de continuidad y hablar de manera mas cercana sobre las preocupaciones de la gente. El candidato comenzaba a hablar de temas poco favorables para su partido y resultaron tan incómodos que se sentían amenazados junto con sus intereses. Era tanto su convicción de cambiar al país que parecía un tercer opositor al gobierno de Salinas.

El punto más crítico de su campaña fue el 6 de marzo de 1994, cuando dio un discurso que trascendió por la renovación explicita en las palabras, en el 65° aniversario del PRI, en el monumento a la Revolución. Dijo que el pueblo de México estaba sumido en el agravio y desigualdad, lo que para muchos fue su sentencia de muerte. También dijo que veía a un México que no podía esperar mas a las exigencias de justicia de dignidad y progreso de comunidades que están dispuestas a creer, participar, construir nuevos horizontes; un México con hambre y sed de justicia de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley a quienes deberían servirla, de personas afligidas por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales.

Este gran discurso evidenció las malas condiciones del país causadas por el mismo partido político del cual el era representante. Cabe mencionar que no fue el único discurso que generó polémica, pues sucedió otro en Baja California con el fin de realizar actos proselitismos. A este personaje le gustaba realizar actos de intercambios directos con el mismo pueblo, por lo que se eligió Lomas Taurinas, que tenía un alto índice de marginalidad y las necesidades estaban al por mayor. Colosio realizó un mitin y al terminar su discurso intentó atravesar a pie en medio de la multitud que se aglutinaba en la calle solo para llegar a su vehículo. Su dispositivo de seguridad no fue lo más óptimo debido a que entre empujones y gritos de las personas, salió un brazo empuñando una pistola y disparar a quemarropa en la cabeza del candidato, rematando con otro disparo en el costado. Fue trasladado a un hospital cercano, mientras agente de seguridad aprehendían al sospechoso y lo presentaban ante las autoridades.

A partir de este momento, todo fue de mal en peor para el candidato y para el pueblo mexicano, pues se encendieron las sospechas como pólvora, se decía que el que había disparado y al que aprehendieron eran dos personas completamente distintas, y la noche del 23 de marzo, Luis Donaldo Colosio moriría. Este magnicidio marcaría el panorama político del país. A su muerte, lo sucedió Ernesto Zedillo Ponce de León y quien ganaría la presidencia de México, aumentando los años en el poder del PRI en México.

A raíz de esto, cuatro fiscales se comprometieron a llegar a la verdad, pero solo se sacó la hipótesis de que fue un asesino solitario, versión que, por supuesto el pueblo mexicano no aceptaría debido al entorno de desconfianza, corrupción, intereses propios de los partidos políticos tenían. La versión no oficial pero más aceptada por los mexicanos, es que el mismo Salinas mandó a asesinar a su propio candidato por ser una amenaza para el mismo PRI, que al ser eminente su triunfo electoral no diera el perfil para seguir aumentando su riqueza.

Enrique Krauze plantea en su libro “La presidencia imperial” que una alianza del narcotráfico con el poder decidió el destino del candidato y deja entrever que, al presidente en turno, Carlos Salinas de Gortari, no le convenían las ideas de Luis Donaldo ante su inminente triunfo. Sin embargo, esto no resulta viable ya que el mismo Salinas al final de su gobierno tuvo que autoexiliarse debido al repudio del pueblo, lo que no encaja con la estrategia política.

Desarrollo

Pero… ¿qué hubiera pasado si no hubiera acontecido la muerte de Colosio y hubiera sido presidente de México?

En ese sentido creo la victoria electoral no se pone en duda, Colosio hubiera tomado protesta el día primero del último mes del año 1994 sin problema alguno, los diputados habrían ido a saludarlo con todo gusto como se acostumbraba en el más férreo presidencialismo. El error de diciembre, seguramente también habría sucedido, el cual coincidió con el despertar que tuvo el Popocatépetl y que un cuarto de siglo después sigue haciendo ruido. Esto debido a que la crisis fue gestándose y no creo que haya sido producto de un error personal de Ernesto Zedillo. Se hubiera encargado de las reformas políticas y sociales que Salinas no pudo concretar en su sexenio.

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