ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Relevancia De Los Secretarios De Educación


Enviado por   •  22 de Noviembre de 2011  •  5.106 Palabras (21 Páginas)  •  257 Visitas

Página 1 de 21

Gobierno de Porfirio Díaz (1884 - 1911)

(1905 – 1911) Justo Sierra Méndez

Justo Sierra siendo Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes

En materia educativa propugnó por la autonomía de los Jardines de Niños, el progreso del magisterio y a nivel superior, la reorganización de las carreras de Medicina, Jurisprudencia, Ingeniería, Bellas artes y Música, así como la promoción de la Arqueología, de un sistema de universidades en provincia, de una universidad para maestros, el otorgamiento de desayunos escolares y un sistema de becas para los alumnos destacados. Se esforzó por que el método educativo a aplicar enseñara a pensar y no a memorizar. "Es la educación" decía "la que genera mejores condiciones de justicia, educar evita la necesidad de castigar".

(1911)Jorge Vera Estañol

No realizó nada relevante como Secretario de Educación

Ley de educación rudimentaria

En 1911 cuando era ministro de Educación Jorge Vera Estañol, se le hizo el encargo a

Torres Quintero de organizar en el país este sistema educativo bajo el título de

“Educación Rudimentaria”, quien era el Director de Educación Primaria, para ello expidió la ley el 10 de mayo de 1911, cuando el gobierno de Díaz expiraba,

Antes de la Revolución en el país mexicano existía una filosofía muy discriminatoria hacia los campesinos y personas del campo, a pesar del gran trabajo que realizan cotidianamente para que no falte el pan de cada día.

Para el año de 1912, en virtud de una Ley Federal dictada en el año anterior, comenzaron a aparecer las primeras escuelas destinadas al campo. En estas escuelas solamente se enseñaba a hablar, leer y escribir el idioma castellano y a ejecutar las operaciones fundamentales y usuales de la aritmética. Es entonces cuando se crea la Ley Federal de Instrucción Rudimentaria. Las escuelas nacidas en virtud de esa ley se llamaron escuelas rudimentarias porque en realidad, solo habían sido concebidas para alfabetizar e impartir los rudimentos de la instrucción. Después algunos maestros comenzaron a denominarlas irónicamente escuelas de peor es nada, porque es claro que peor era que en las áreas rurales no hubiera habido escuelas de ninguna clase.

En esta ley se consideraba lo siguiente: enseñaran a hablar, leer y escribir el castellano y a ejecutar las operaciones fundamentales y usuales de la aritmética, se impartirían las clases a dos cursos a lo sumo, no era obligatoria y se impartiría a quienes asistan, sin distinción de edad ni sexo, distribuir alimentos y vestidos a los educandos que los necesitaran en medida de la posibilidad del gobierno.

Pero ésta no era la escuela que el indio y el mestizo de las áreas rurales necesita, porque con ella y sin ella la vida de miseria y de incultura que llevaba seguía permaneciendo en el mismo plano inferior en que se encontraba.

Por tal motivo se realizó una encuesta a varias personas de diferentes profesiones acerca del tema de las escuelas rudimentarias, tal encuesta resultó sumamente interesante, pues enriquece ampliamente en todas sus direcciones cardinales el concepto de la escuela que debería ponerse en lo porvenir al servicio de la población rural, india o no india, del país.

Algunos dijeron que lo que se necesitaba era educación y no instrucción, otros mas opinaron que no se comenzara la tarea de crear escuelas sino hasta cuando estuvieran listos los maestros competentemente preparados en las escuelas normales rurales y, una opinión más era de que los maestros destinados a las regiones indígenas hablaran los idiomas que ahí mismo se practican.

Esto daba paso al mejoramiento de las escuelas y la educación en lugar de una simple instrucción, de igual manera al incorporamiento de otras asignaturas al plan de estudios.

Gobierno de Francisco León de la Barra (1911)

(1911)Francisco Vázquez Gómez

Decretó el 1° de junio de 1911 la ley de Instrucción Rudimentaria, que era una repetición de la de Jorge Vera Estañol de mayo del mismo año. La cual respondía a las demandas del Partido Liberal Mexicano de proporcionar educación al pueblo.

Sin embargo, la iniciativa de extender la educación rudimentaria a los indígenas partió de Francisco Belmar, José L. Cossío y Esteban Maqueo Castellanos, cuya sociedad Indianista Mexicana había nacido en 1910 para promover el interés por los grupos aborígenes de México. La ley planteaba de manera resumida en seis artículos, lo siguiente:

• Impartir y difundir entre los grupos analfabetas, en especial los indígenas los conocimientos de:

• Habla castellana

• Lectura

• Escritura

• Operaciones usuales de aritmética

Se establecerían las escuelas de acuerdo a las distintas necesidades que sugieran en las diferentes regiones del país.

Esta ley no afectaba los preceptos de educación de cada estado de la República.

El ejecutivo reglamentaría esta ley (Meneses, 1983: 632-634).

Poco después de que Belmar pronunciara su conferencia, apareció el decreto de creación de las escuelas rudimentarias, mismo que el partido Popular Evolucionista, al que pertenecía Jorge Vera Estañol, incluyera en su programa

Gobierno de Francisco I. Madero (1911 - 1913)

(1911 – 1912) Miguel Díaz lombardo

No realizó nada relevante como Secretario de Educación Pública

(1912 – 1913) José María Pino Suarez

En febrero de 1912, Madero lo nombró también al mismo tiempo que el puesto en el gabinete del secretario de Educación y Bellas Artes (Secretaría de Educación y las Artes). En ese puesto, Pino Suárez mostró su preocupación real por la educación como una necesidad para el progreso de la nación. Que trabajará incansablemente para llevar la alfabetización a las zonas más remotas del país, un trabajo para el cual fue elogiado más tarde por su sucesor del siglo XX José Vasconcelos. Pino Suárez del sistema educativo pidió un programa secular e intensivo financiado por el Estado. Durante su tiempo como Secretario

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (34.1 Kb)  
Leer 20 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com