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Rio Turbio


Enviado por   •  5 de Julio de 2014  •  1.806 Palabras (8 Páginas)  •  249 Visitas

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Intervención del Valle del Turbio acabó con 5 mil hectáreas

Después que fue aplicada la medida de "rescate” de las tierras por disposición del Ejecutivo Nacional en las tierras del Valle del Turbio, ninguna persona ha querido invertir en los predios que todavía están en su poder, porque persiste el temor de que la intervención se puede producir en cualquier momento y no existe la posibilidad de que el Estado venezolano cumpla con lo dispuesto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el sentido de pagar las expropiaciones hechas. Ahora sí es verdad que se cumple el dicho de que en los campos lo que hay es monte y culebras, comenta Carlos Pérez, presidente de la Sociedad de Cañicultores del Turbio, cuando fue entrevistado por los reporteros de EL IMPULSO. Las fincas se han venido deteriorando considerablemente y no hay posibilidad inmediata de recuperación, sobre todo, porque la situación reinante es de inseguridad jurídica.

Dinero perdido Al mismo tiempo se ha podido observar que hay peleas intestinas entre los diferentes consejos comunales que quieren apropiarse de algunas tierras porque sus directivos piensan que el gobierno les va a meter la mano, mediante recursos económicos; pero el dinero que se ha gastado hasta ahora ha sido pérdidas para el Estado venezolano, por cuanto si hubo deseo en los funcionarios del gobierno de mantener la producción, se perdió rápidamente, dado que no se ha tenido ningún logro. Si hay alguna gentecita trabajando es en las fincas Papelón, La Vaquera y en la que era del diputado Eduardo Gómez Sigala; pero en honor a la verdad, son trabajadores del Estado, que reciben un salario como obrero, pero no ven ganancias de la poca producción que pueden tener. No son propietarios como ocurrió cuando se hizo la reforma agraria que los campesinos pasaron a ser propietarios de los terrenos que les daban con documentación y, por lo tanto, podían gestionar y lograr créditos bancarios para desarrollar sus actividades. Aún más, a este valle fueron traídas personas de otras partes del país y lo puedo afirmar que aquí, a la sede de la Sociedad, vinieron tres hombres solicitando una colaboración para volver a sus pueblos de Maturín, porque les prometieron darles unas tierras y pasó el tiempo, sin recibir nada y, en consecuencia, como se estaban muriendo de hambre optaron por regresar con sus familias, que habían dejado con la esperanza de traérselas aquí para comenzar una nueva vida. Se les dio una ayuda para que cubrieran los gastos de transporte porque ellos dijeron que no tenían a quien recurrir, por cuanto fueron traídos; pero no les dijeron a dónde podían acudir para resolver las dificultades que se les pudieran presentar. Los trabajadores que no se fueron cuando fue tomada la medida de expropiación, se quedaron y cambiaron de patrón, comentó. Los anteriores patrones tenían la obligación de cubrir todas las prestaciones sociales, pero el de ahora es dueño de todo lo poco que pueden producir.

Se perdió el interés en invertir En cuanto a los cañicultores, han sido afectados en todo, comenzando por el financiamiento, dijo Pérez. A raíz de que se habló de que todos los terrenos del valle pasaban a manos del Estado y, en consecuencia, nadie tenía propiedad, los bancos retiraron el financiamiento no sólo para caña de azúcar, que es un cultivo semi-permanente, sino para todo lo demás. Antes, los productores daban de garantía la finca a los bancos; pero ahora no porque las entidades financieras exigen la casa o algún negocio que tenga el interesado y, como es natural, nadie está dispuesto a quedar en la ruina. En el año 2006 fueron molidas 9 millones de toneladas de caña para producir 700 mil toneladas de azúcar y la última zafra, que todavía no ha terminado porque en Carora concluyen en los primeros días de septiembre, creemos que no se llegará a moler 6 millones de toneladas.

Producción en caída En los últimos seis años ha caído la producción en 3 millones de toneladas, resalta. Se estima que la producción del presente año estará entre 470 mil y 500 mil toneladas de azúcar. Como nuestro consumo es de 1.200 toneladas al año, habrá que importar 700 mil toneladas, vaticina. En almacenamiento debe haber siempre producto para dos meses, lo que quiere decir que a la cifra anterior deben sumarse 200 mil toneladas más para evitar el desabastecimiento, ya que cuando se hacen los pedidos al extranjero, éstos no llegan de un día para otro, puesto que se requiere de una serie de trámites. Esa azúcar importada cuesta mucho más que producirla aquí, subraya. En el valle había 348 cañicultores que arrimaban sus producciones al Central Río Turbio; pero hoy quedamos como 175, incluyendo algunos del Yaracuy. El resto del arrime viene de Cojedes, Barinas y Portuguesa. El Central molió en la siembra pasada 412 mil toneladas, de las cuales 180 mil de su zona de influencia y el resto de los estados mencionados, manifiesta. Esta factoría llegó a moler un millón de toneladas, porque no existía el temor de ahorita. Para colmo, aún teniendo dinero, no se pueden adquirir los herbicidas, fertilizantes y demás productos que se requieren. Si el Estado venezolano no atiende este problema, el cultivo de caña de azúcar tiende a desaparecer al cabo de tres o cuatro años, porque es demasiado costoso producir en una zona como el Valle del Turbio, porque no hay los insumos para producir, no existe financiamiento y menos seguridad

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