Romero José Luis: La crisis de la república romana
valodiaResumen6 de Diciembre de 2017
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Romero José Luis: La crisis de la república romana.
Primera parte: La filiación de la política Graquiana.
I
La estructura política-social de Roma en el siglo II.
-La conquista y las nuevas fuerzas sociales:
La sanción de la Ley Hortensia se obtuvo debido a que el plebeyado no era ya la clase desposeída de antaño, solidaria y uniforme, y porque que el patriciado, ya no era la numerosa y compacta masa de privilegiados celosas de sus privilegios y capaces de defenderlos.
A mediados del siglo tres, el desarrollo de la conquista y las transformaciones institucionales que esta trago con sigo, contribuyeron a romper el antiguo esquema político-social de patricios y plebeyos, para crear, una nueva clase, la nobilitas.
La nobilita- oligarquía política- fue la ejecutora de la conquista y se vio beneficiada directamente de esta. A su vez se desarrollo un grupo capitalista y financiero, que fue contenido en sus aspiraciones al poder, por parte del Senado, representante eminente de la Nobilita. Este grupo capitalista obro en las sombras para enriquecerse en primera instancia, y para lograr su acceso al poder después.
-La nueva oligarquía “La Nobilita”:
A partir del año 216 a.C el Senado representa la fusión de grupos plebeyos con el patriciado, constituyendo así un conglomerado de intereses solidarios, caracterizado por el ejercicio de las magistraturas, responsable de la marcha del estado y celosos de los nuevos privilegios adquiridos, es la nobilita, la nueva aristocracia en la que se desarrolla rápidamente un estrecho sentido de clase y una tendencia a mantener su estructura.
La nobilita desde su aparición, es la protagonista de la política Romana, se caracteriza por el absoluto control del estado y la posesión de la mayor riqueza raíz o en tierras. Respecto a lo política, la nobilita es representada por el Senado, cuerpo que adquiere en la guerra de Aníbal y después de ella un legítimo prestigio por su eficacia y que absorbe la totalidad del poder a pesar del aparente equilibro constitucional. La nobilita restringe de manera casi total el acceso de homines novi a las magistraturas y con ello al acceso al Senado. Las magistraturas son, en mayoría, alcanzadas por los miembros de las familias nobilitas quienes se dedican exclusivamente a la actividad pública, lo que les significa a su vez la imposibilidad de una actividad económica que les procura garantizas riqueza, y por otra, a la necesidad de una fortuna que asegurara la lealtad de una vasta clientela política sobre la cual se apoyara su permanente demanda de dignidades. La noblita al hacerse del Estado, se apropio del ager publicus que se acrecentaba, este fue considerado en consecuencia su reducto económico.
Sin duda la noblitita poseía tierras, pero acrecentó su numeró al ocupar las parcelas del ager publicus. La ocupación era un recurso legítimo, no se las podía comprar, pero si utilizarlas pagando un reducido impuesto al estado por su usufructo, pero en la práctica las tierras del ager público la ocuparon las familias poderosas o por sociedades financieras que las explotaban a gran escala, la nobilita comenzó la ocupación desde el siglo III. Para este grupo las tierras eran la única entrada de capital, sobre todo después que la Ley Claudia prohibió a los senadores el ejercicio del comercio, por lo que estos capitales eran imprevisibles.
Esta clase, la nobilita, su única fuente de riqueza era el ager publico, razón por la cual el senado cuido mucho la distribución de estas, se proporcionaron tierras públicas para la formación de colonias, en regiones alejadas, que constituían avanzadas romanas, pero las tierras vecina a Roma, las del Lacio, Etruria o Campania, las conservo como patrimonio exclusivo de su clase.
El desarrollo del latifundio se facilito por el rápido crecimiento de las masas serviles, entre el 200 y 179 a.C que se incorporaron grandes cantidades de esclavos como resultado de la conquista, es el periodo de crecimiento de los latifundios caracterizados por la explotación a gran escala. Esto repercutió en que la plebe rural en general entrara en un éxodo hacia las ciudades.
-El desarrollo capitalista y financiero “Los équites”:
La nueva organización centuriada creada en 241 a.C había agrupado en la primera clase a todos los poseedores de un censo que superara el millón de ases, sus componentes comenzaron a adquirir la conciencia de constituir una clase de carácter sui generis cuando, habiendo sido designados, durante la segunda guerra púnica, para servir en la caballería, advirtieron en el senado el designio manifiesto de separar a los nuevos ricos de los componentes nobilitas. Desde el comienzo del siglo II los nuevos ricos de la primera clase, llamados équites y muy pronto plublicani en el lenguaje corriente, comenzaron a actuar con una política propia, en la lucha contra la nobilitas, pero auxiliados por las circunstancias, más favorables para su actividad económica que en la estrecha política de esta.
Los équites se beneficiaban directamente del vasto movimiento económico producido por las guerras de conquista y por el subsiguiente control romano en vastas zonas con grandes posibilidades comerciales y financieras. En el ejercicio de esta actividad los équites no tendrían desde la Ley Claudia (219 a.C) competencia, ya que alejaba a las familias nobilitas que eran parte del Senado o de las magistraturas, a las que los ricos no podían acceder.
La actividad de este grupo fue muy importante por el güiro de los capitales, tanto de las actividades privadas como por las del Estado, ya que este grupo se encargaba de los trabajos públicos como obras, de los suministros, etc. Después de la conquista, las importaciones y exportaciones, producción de manufacturas en gran escala, operaciones financieras sobre las provincias y países sometidos a Roma, la navegación, etc, se desarrollo enormemente el movimiento capitalista y los grupos que los controlaban adquirieron extraordinaria significación económica y social.
La nobilita les marco el territorio y procuró negarles, sobre todo, el acceso a las magistraturas. Tal actitud no pudo detener el desarrollo capitalista y con ello la inmensa influencia social que ganaban los équites.
Los équites contaban con la simpatía y solidaridad eventual, de todos aquellos, que sufrían las consecuencias de la estrecha política oligárquica nobilitas, los équites fueron así aliados de la plebe urbana a la que la unía la solidaridad ante un enemigo en común, y, sobro todo, por las posibilidades que la actividad económica de los équites ofrecía a este heterogéneo conglomerado.
Esta alianza en al que no había solidaridad autentica de intereses, sino dependencia de uno con otros, no podía ser profunda y duradera, pero mientras existió un programa político-social común contra los nobilitas, estos grupos se vinculaban más o menos firmemente dado las relaciones de producción como por medio del soborno a la plebe para que se convierta en clientela política, a este último grupo se los lanzaba contra las baluartes de las nobilitas.
-Los grupos subordinados:
Estos los conformaban los pequeños poseedores y el proletariado, y es el elemento fundamental de un partido político. El decrecimiento de la plebe rural corresponde con el crecimiento urbano, en este también fueron protagonista otros contingentes provenientes de las provincias, libertos, itálicos, y que en-glosaron de manera considerable a esta.
En su primer momento, la transformación de los grupos subordinados se dio de manera directa de la acción de las nuevas clases dirigentes, nobilitas y équites, y cuando se acentúa el éxodo hacia las ciudades, se acentúa también la dependencia de los grupos subordinados.
-La crisis del siglo II:
A partir de la primera mitad del siglo II, las nuevas fuerzas económicas-sociales creadas por la conquista van a tomar posiciones estrategias para la lucha por el poder en el imperio en formación. La significación de otras fuerzas derivadas, como la nobilita misma, de la expansión territorial. Estas fuerzas crecen en poderío y en importancia social y su aspiración al poder político constituye un germen de una revolución que se gesta lentamente en el seno de la sociedad romana desde la primera mitad del siglo, frente a esas fuerzas y frente a sus aspiraciones, la nobilita, compacta y solidaria durante la primera faz de la conquista, adopta, a partir de los primeros años del siglo II, dos posiciones que configuran dos grupos antagónicos. Esta escisión de la nobilitas precipita la crisis y crea nuevos frentes de combate dando un nuevo aspecto a la lucha por el poder.
-La escisión de la nobilitas:
La nobilita consciente de ser la ejecutora de la conquista, admite su derecho al control del imperio, pero mientras un sector de ella se siente autorizada a sostener una cerrada política de clase que asegure a las familias nobilitas, otro sector comienza a sostener la necesidad de recoger en el mundo helenístico, incorporando ahora al mundo romano, junto con las directivas generales de la cultura, las experiencias que conduzcan a una adecuada organización del imperio. Entre dos sectores -oligarquía conservadora y oligarquía ilustrada-originarios del mismo proceso se separan de inmediato, guiados por una interpretación radicalmente opuesta de la situación creada por la conquista y por las concepciones políticas de distintas procedencias y de sentido divergente.
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