ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

SEGUNDO PARCIAL HISTORIA MUNDIAL SIGLO xix

Gabriel AlvarezEnsayo1 de Noviembre de 2019

4.329 Palabras (18 Páginas)307 Visitas

Página 1 de 18

SEGUNDO PARCIAL HISTORIA MUNDIAL SIGLO xix[pic 1]

Estudiante: Álvarez, Gabriel

Profesor: CERSÒSIMO, FACUNDO

ISDF 45 – 3º 2º - T.T. CICLO LECTIVO 2019

ISFD N° 45 – 3º Año

Historia Mundial Siglo XIX – Segundo parcial – 2019

Consigna

A partir de los siguientes textos comparar los procesos de industrialización en Inglaterra, Alemania y Rusia. Tener en cuenta en la comparación el lugar que ocupan los dominios coloniales en dicho proceso.

11-Hobsbawm (“El origen de la revolución industrial”)

13-Pierenkemper

14-Wolf

15-Hobsbawm (“La segunda fase…)  

16-Kemp

17-Pierenkemper

18-Hobsbawm (“La economía cambia de ritmo”)

21-Hobsbawm (“La era del imperio”)

22-Gentili

En la evaluación se tendrá en cuenta: la cantidad y relación de los autores, la coherencia de la respuesta, la redacción, el correcto uso de citas textuales, y, por supuesto, si se logra brindar una respuesta convincente a la consigna planteada. No se aprobarán los parciales que a pesar de “responder” la consigna, no reflejen la utilización de la bibliografía obligatoria, o que su extensión no sea suficiente.

Condiciones de presentación: extensión, 6-8 carillas. Letra Times New Roman, tamaño 12, interlineado simple, solamente abrochado en margen superior izquierdo, sin folios ni carpetas. Cuidar los aspectos de escritura y presentación. Se descontarán puntos por errores ortográficos.

Fecha de presentación: miércoles 25 de septiembre (en horario de clase). No se recibirán parciales por correo electrónico; sí lo puede entregar otra persona.

La revolución industrial fue una aceleración del crecimiento económico y social que a fines del siglo XVIII se desarrollo en una economía capitalista debido que la búsqueda del beneficio privado condujo a la transformación tecnológica que culminaría en la industrialización. Pero estos como bien dice Hobsbawm son solo factores externos que no pueden explicar del todo la complejidad del proceso.

Podemos precisar el origen de la revolución industrial en Inglaterra, ya que las principales condiciones previas para la futura industrialización ya estaban presentes en la Inglaterra del siglo XVIII.

Inglaterra había acumulado y estaba acumulando un excedente lo bastante amplio como para permitirse la necesaria inversión para la transformación de la economía. Y gran parte de ese excedente estaba en manos de quienes tenían intereses en invertir en el progreso económico. Todo ello, se desarrolla en torno a una serie de empresas privadas que solo buscan innovaciones tecnológicas que faciliten la producción, bajen los costos y reduzcan los tiempos.

Para saber porque este proceso se da en Inglaterra primero y no en Alemania o Rusia se deben tener en cuenta tres factores principales: el mercado interno, el mercado de exportación y el gobierno. Considerando además que el aumento de la población en Inglaterra fue una de los factores claves que llevó al desarrollo de este proceso de transformación. Como bien dice Hobsbawm “más gente quiere decir más trabajo y más barato, y con frecuencia se supone que esto es un estimulo para el crecimiento económico del sistema capitalista”[1]

Sin embargo, el autor nos recuerda que todo esto fue posible solo porque en Inglaterra ya existía una economía dinámica con cierto grado de industrialización. Dicho proceso se debe a sus transformaciones durante los siglos XVI y XVII a partir de los cuales se genera un mercado más amplio favorecido por el gran mercado interno y externo por medio del comercio ultramarino. Este estaba basado en un mercado extractivo de las materias primas de las colonias y con esta red de relaciones exteriores se produce un mayor estimulo a la producción gracias a la circulación de mercancías.

A su vez las industrias para la exportación se diversificaron y extendieron mucho más rápido que el mercado interno. Su potencial de expansión se debía principalmente a que podían controlar los mercados de exportación de otros países y la destrucción de la competencia en los mercados internos (como el caso de India) y por supuesto la colonización. Sobre esto, el autor dice “el país que conseguía concentrar los mercados de exportación de otros, o monopolizar los mercados de exportación de una amplia parte del mundo, en un periodo de tiempo lo suficientemente breve, podía desarrollar sus industrias de exportación a un ritmo que hacia la revolución industrial no solo practicable para sus empresarios, sino en ocasiones virtualmente compulsoria. Y esto es lo que sucedió en Gran Bretaña en el siglo XVIII”[2]

Sin embargo y como bien podemos detectar en el texto de Pierenkemper, la industrialización en Inglaterra no fue total, sino que se dio por regiones. Siendo la más importante de ellas la zona meridional de Lancashire, en la que ya desde el siglo XVI se había desarrollado la producción algodonera.

Según Pierenkemper “es importante también para el éxito industrial de un país la magnitud de formación de capital, es decir, la parte de la producción que es retirada del consumo inmediato y se invierte en medios que acrecientan la producción futura”[3] 

Es decir, que si no hubiese existido esa anterior acumulación de capital hubiese sido improbable la capacidad de Inglaterra para ser el lugar del mundo en que se desarrollaría la revolución industrial, ya que fue lo que le permitió contar con el capital suficiente para invertir en las innovaciones tecnológicas que producirían luego el proceso revolucionario de la economía y la sociedad.

También fue de importancia para Pierenkemper, y aquí coincide nuevamente con Hobsbawm, la estructura y la expansión del comercio exterior de Inglaterra. Hasta este momento el comercio exterior ingles se había expandido de manera moderada hasta la llegada del comercio de algodón que tuvo como producto un papel destacado en esta etapa.

Eric Wolf también destaca la importancia y el papel central que jugó la industria textil para la conformación de la revolución industrial en Inglaterra. La producción de tejidos y telas era muy rentable, debido a que transformaba visiblemente el capital en maquinaria, materias primas y por supuesto la mano de obra necesaria.

Si bien antes de la implantación del sistema capitalista la población ya había trabajado a cambio de un salario, ahora el trabajo asalariado se convertía en la forma habitual y central de trabajo.

Wolf intentara explicar bajo su interpretación porque la revolución industrial sucede primero en Inglaterra, así como lo hicieron anteriormente Hobsbawm y Pierenkemper. Y en esta explicación señala varias causas que considera fundamentales para el desarrollo de la revolución industrial inglesa.

Como bien dice el autor “Ya desde el siglo XV, Inglaterra había efectuado la transición de criar ovejas para vender su lana en el exterior a producir artículos de lana por su propia cuenta”[4] En adelante la producción de estos artículos se convirtió en la principal manufactura de Inglaterra y las lanas originaron intereses comerciales que ligaron Londres con el interior del país.

Podemos decir entonces que en base a estos tres autores podemos encontrar el origen de la revolución industrial en Inglaterra. Debido fundamentalmente a que reunía las condiciones imprescindibles para convertirse en la cuna de la industrialización. En primer lugar poseía un gran capital disponible para invertir en la innovación tecnológica. Dicho capital procedía de sus actividades de ultramar, donde había conseguido nuevos mercados.

En segundo lugar Inglaterra poseía una red de comunicaciones más rápida que en otros puntos del continente. La mentalidad británica era más práctica y emprendedora, contando con una burguesía activa y dispuesta a invertir. Fue determinante también el hecho de que Inglaterra contaba con un sistema de comunicación internacional basado en la colonización de territorios, que le otorgaban materias primas y la proporcionaban nuevos mercados.

Sin embargo la primera fase de industrialización inglesa, es decir, la basada en la industria textil llego a su fin rápidamente con el comienzo de una segunda fase que proporcionaría al sistema un sustento mucho más estable en base a la industria del acero, el carbón y el hierro.

Eric Hobsbawm nos dice que son dos los factores que explican la segunda fase de la revolución: la creciente industrialización experimentada por el resto del mundo (Alemania y Estados Unidos) y la presión de la gran cantidad de capital acumulado hacia inversiones en el ferrocarril.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (28 Kb) pdf (273 Kb) docx (76 Kb)
Leer 17 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com