ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Segundo Parcial: Historia Mundial


Enviado por   •  11 de Julio de 2021  •  Apuntes  •  5.034 Palabras (21 Páginas)  •  139 Visitas

Página 1 de 21

Segundo Parcial: Historia Mundial

Alumnos

  • Jara Claudio
  • Coronel Cintia
  • Truscello Mauro

GRECIA

        Para comprender el complejo proceso que dio lugar a lo que hoy entendemos por civilización grecorromana clásica, debemos remontarnos a varios milenios por detrás del calendario gregoriano. Más concretamente a principios del segundo milenio antes de Cristo (aproximadamente entre los años 2850 a.C. y 1450 a.C.) podemos encontrar a las primeras culturas prehelénicas parcialmente constituidas. El corazón mismo de estas emergentes civilizaciones se hallaba en la isla de Creta, la cual se veía circundada por las aguas del mar egeo a su alrededor.

        Aquel espacio fue la cuna de ciertos pueblos como los minoicos, y posteriormente los micénicos. En ambos pueblos aconteció que, debido a sus limitaciones geográficas, se vieron obligados a contraer estrechos vínculos comerciales por mar con algunas de las demás potencias de la época, como es el caso con Egipto y Ugarit al sureste; y con Hatti, al este.

        El estudio de la civilización minoica resulta fundamental para la comprensión histórica del desarrollo cultural del mundo grecorromano, ya que es en ella donde podemos encontrar diversos elementos constitutivos de las civilizaciones posteriores, a través de la influencia que supone la introducción de un lenguaje propio escrito en tablillas, derivadas del antiguo cuneiforme mesopotámico (la cual es denominada “Lineal A”, frecuentemente utilizada entre los siglos XIX a.C. al XV a.C., y que en la actualidad no ha logrado ser completamente descifrada).

        Existían, además, otros factores de relevancia en el análisis de esta cultura, como lo son los imponentes palacios allí existentes. Éstos, a pesar de simbolizar el núcleo de poder político local, no se encontraban amurallados; lo que lleva a pensar que no sufrían ataques recurrentes de pueblos aledaños.

        En cuanto a los micénicos, podemos aseverar que su predominio desplazó al de los minoicos con el correr de los siglos, y su gran contribución a la investigación histórica radica, principalmente, en su conformación social, debido a que en este pueblo ocurrió un hecho substancial: el surgimiento de linajes y clanes, quienes ostentaban el poderío local. De éstos últimos, se desprenden dos grupos principales. En primer lugar, el clan de los wanax, y en segundo, el de los basileus.

        Además, los micénicos también desarrollaron un sistema de escritura (al igual que los minoicos) orientada a labores administrativas, que representa actualmente el paso previo a la lengua griega clásica de los siglos posteriores. La misma recibió el nombre de “Lineal B” y su uso ocurre aproximadamente entre los años 1600 a.C. y 1110 a.C. Causalmente, su declive coincide con la hoy bautizada Edad Oscura del mundo prehelénico, en donde acontecen una serie de cambios y transformaciones.

        Este nuevo período (que abarca alrededor de cuatrocientos años, es decir, entre los siglos 1200 a.C. y 800 a.C.) comprende un conjunto de incógnitas, que nacen a raíz de la ausencia de registros escritos, con lo que se estipula de que se trató de varios años de una profunda crisis e inestabilidad política y social. Esto explica fundamentalmente el perfeccionamiento de la metalurgia de hierro, de gran eficiencia bélica (y económica), en detrimento de la metalurgia de bronce, previamente trabajada. Además, este contexto estaba aparejada a ciertos procesos de regresión a las viejas formas de vida: en concreto, a aquella basada en la ruralización antigua, y a la conformación de aldeas alrededor de este aparato económico (cuya base productiva era, en esencia, el aceite, el vino y el trigo; elementos fundamentales de la liturgia cristiana de los milenios subsiguientes).

        Otra de las características principales de estos tiempos es la introducción de nuevos pueblos a la realidad geopolítica egea (como los dorios, que luego reemplazarían a los micénicos, repitiendo el mismo proceso que éstos habían efectuado anteriormente con los minoicos) a través de las llamadas oleadas indoeuropeas.

        Al transcurrir los siglos, nuevos pueblos obtuvieron el control hegemónico a nivel político, económico y militar en estas zonas. Se puede percibir atisbos de expansión en algunos de ellos. Los jonios, por ejemplo, se asientan principalmente al oeste, dentro de Asia Menor; mientras que los eolios hacen lo propio dentro de las islas del Egeo al este.

        Alrededor de dos siglos después de comenzada la Edad Oscura, se produce un resurgimiento económico entre las ciudades costeras del mar Egeo, ya que las asentadas redes comerciales micénicas fueron el centro de una gran cantidad de intercambios entre distintas sociedades. A ello se le suma la aparición de las cerámicas protogeométricas, cuyo desarrollo confluye en la cerámica helénica hoy mundialmente reconocida, siendo ésta un rasgo clave de la sociedad griega.

        Pero existe un aspecto crucial en esta edad, de gran índole intelectual a futuro. Y se trata de la existencia (aunque discutida) de dos poetas cuyo pensamiento moldeó y sentó las bases del emergente período arcaico griego.

        En primer lugar, Homero (quien se estima que vivió entre los siglos VIII a.C. y VII a.C.), célebre autor a quien se le atribuyen tanto la Ilíada como la Odisea, siendo la primera de estas de gran valor, puesto que describe con gran detalle las características de los oikos existentes dentro del seno aristocrático de los linajes y clanes, durante la famosa Guerra de Troya. Los mismos representaban una unidad autosuficiente, doméstica, productiva y básica dentro de la sociedad. Aristóteles se hace eco de este concepto, desarrollando las maneras en que los oikos deben operar, en relación a las funciones que deben cumplir armoniosamente los distintos miembros que lo integran: entre ellos, esclavos y hombres libres. Según su opinión, la comprensión de esta dinámica permite, en última instancia, correlacionar lo individual con lo colectivo, ya que la ciudad entera solo logra la subsistencia si las unidades que la conforman, es decir los oikos, cumplen su labor diligentemente. (Cita N.º2: Op. cit. Libro I, 1253b).

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (29.9 Kb)   pdf (173.1 Kb)   docx (23.5 Kb)  
Leer 20 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com