SINTESIS EDUCACIÓN Y LUCHA DE CLASES

SINTESIS “EDUCACIÓN Y LUCHA DE CLASES”

ANIBAL PONCE

PONCE MARXISTA.

EMILIO TROISE.

Lo que caracteriza a la educación y a la lucha de clases es la rigurosa y metódica exposición del medio en que el hombre se educa e instruye. La estructura de la sociedad ha condicionado las formas de educación y de adquirir conocimientos.

En este libro Ponce observa los rasgos más importantes sobre la educación primitiva hasta la educación del hombre feudal y con ello se hace referencia a todos estos cambios en la vida del ser humano y en su educación; pero más que nada Ponce analiza todos estos procesos desde el punto de vista del materialismo histórico de Marx.

Materialismo dialectico. Conocimiento que no se llega sino a través del pensamiento de una realidad que no necesita ser pensada, y materialismo histórico, en cuanto se aplica la realidad histórico-social del hombre.

Así Ponce analiza a la sociedad desde las aportaciones que hizo Carlos Marx con su teoría: además de darnos una perspectiva para que, también nosotros reflexionemos acerca de los cambios que se han venido dando desde la antigüedad hasta la época moderna.

Por ello es importante que analicemos que ya no es lo mismo de antes, y por consiguiente debemos estar consientes del medio en que nosotros nos estamos instruyendo y el medio en que van a aprender las actuales y futuras generaciones. Como podemos observar la educación es un proceso complejo que nos permite crearnos una concepción del mundo, de la sociedad y del hombre, tanto como sujeto autónomo e independiente, así como sujeto social que forma parte de una colectividad.

LA EDUCACIÓN EN LA COMUNIDAD PRIMITIVA

A este tipo de educación nos referimos cuando hablamos de un comunismo de tribu como origen prehistórico de todos los pueblos conocidos. Una colectividad con individuos libres, con derechos iguales, y que ajustaban su vida a las resoluciones de un consejo formado democráticamente por todos los adultos, hombres y mujeres, de la tribu. Lo que se producía en común era distribuido en común o inmediatamente consumido. El escaso desarrollo de todos los instrumentos de trabajo impedía producir más de lo necesario para la vida diaria, y por lo tanto, acumular.

La ejecución de determinadas tareas que un solo miembro no podía realizar impuso precozmente un comienzo de división del trabajo de acuerdo a las diferencias entre los sexos, pero sin el más mínimo sometimiento de parte de las mujeres. La dirección de la economía era entregada a las mujeres y era una verdadera función pública, socialmente tan necesaria como la de proporcionar los víveres a cargo de los hombres. En este sentido, el niño era igualmente importante, su educación no estaba confiada a nadie en especial, sino a la vigilancia difusa del ambiente. Gracias a la insensible y espontanea asimilación de su contorno, el niño se iba conformando poco a poco dentro de los moldes que el colectivo tenia. La diaria convivencia con el adulto le introducía en las creencias y prácticas que su sociedad tenía como adecuadas.

Más adelante los adultos explicaban a los niños como debían conducirse en ciertas circunstancias. En las comunidades primitivas la enseñanza era para la vida por medio de la vida, para aprender a realizar ciertas funciones el niño participaba en ello. También a los niños se les dejaba crecer con todas sus cualidades y defectos. Los padres dejaban a los niños en completa libertad, sin castigos.

La educación en la comunidad primitiva era una función espontanea de la sociedad, en un conjunto, a igual título que el lenguaje o la moral. El hombre de las comunidades primitivas tenía, el también, su concepción del mundo, aunque nunca la hubiera formulado, esta concepción del mundo, reflejaba, por un lado, el dominio que el primitivo había alcanzado sobre la naturaleza y por otra parte, la organización económica de su tribu.

De esto deriva el ideal pedagógico al cual todos los miembros debían ajustarse desde el momento de su nacimiento. El ideal consistía en adquirir un sentimiento superior a los intereses y necesidades de la tribu.

En una sociedad sin clases como la comunidad primitiva, los fines de la educación derivan de los intereses comunes del grupo y se realizan igualitariamente en todos los miembros de manera espontanea e integral: espontanea porque no existe ninguna institución destinada a inculcarlos; integral porque cada miembro se incorpora a todo lo que en dicha comunidad es posible recibir y elaborar.

Este concepto de educación como función espontanea de la sociedad, dejo de ser igualitaria en cuanto a la comunidad primitiva se fue transformando lentamente en la comunidad dividida en clases.

Esta aparición de clases tuvo dos razones: el poco rendimiento del trabajo humano y la sustitución de la propiedad común por la privada.

1° En la comunidad primitiva una rudimentaria división del trabajo distribuyo precozmente las tareas de acuerdo con el sexo y con la edad. Además la distribución de productos, la administración de la justicia, la dirección de guerra, la inspección del régimen de riego, etc., exigieron poco a poco ciertas formas del trabajo social diferentes al trabajo propiamente material. Con las rudimentarias técnicas de entonces, era agotador que un mismo individuo se dedicara al cultivo de la tierra y al mismo tiempo realizara funciones mentales que exigía la vida en la tribu.

En este sentido fue inevitable la aparición de un grupo de individuos liberados del trabajo material. Las clases sociales que llegaron a ser después “privilegiadas”, empezaron desempeñando funciones útiles. La dirección del trabajo se separa del trabajo mismo; las fuerzas mentales de las fuerzas físicas.

2° Pero esta división de la sociedad en “administradores” y “ejecutores” no hubiera conducido a la formación de clases tal como hoy las conocemos, si otro proceso paralelo no hubiera realizado al mismo tiempo. Las modificaciones de las técnicas acerca de la domesticación de animales y su aplicación a la agricultura como auxiliares del hombre, acrecentaron algunas formas de trabajo humano que la comunidad empezó a crear más de lo necesario para su propio sustento. Así es como apareció el intercambio y las posibilidades de fabricar otros instrumentos, por ello surgió la ciencia, la cultura y algunas ideologías.

El trabajo del hombre al aumentar su rendimiento, adquirió cierto valor. Mas tan pronto como el bienestar de la tribu se acentuó bajo el impulso de las nuevas técnicas, empezaron a ser deseados los prisioneros de guerra, y por eso se les dejó vivir, a condición de que se convirtieran en esclavos. Cuanto más crecían los ganados más aumentaba también la

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