Síntesis de arata Historia y política de la educación
briteznicolas12Síntesis7 de Mayo de 2018
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Historia y política de la educación
- Pensar el tiempo:
Podemos decir que pensar el tiempo es la experiencia y la conciencia de la humanidad a lo largo de la historia. ¿Qué es? ¿Cómo explicarlo? La filosofía, la ciencia, la literatura y el arte nos muestran la actualidad recurrente del tiempo. La experiencia del tiempo los podemos percibir en su trascurrir, en su devenir, y en su duración.
El pasado se constituye como tal cuando coexiste con el presente de que es pasado. En otras palabras, el pasado existe en tanto se reconstruye desde un presente; el pasado es porque hay una temporalidad presente que lo evoca.
La historia es una ciencia que tiene por objeto conocer y explicar el devenir de las sociedades en el pasado, pero el historiador lo reconstruye desde su presente, a partir de los interrogantes que se formula en el tiempo que le toca vivir.
Pensar históricamente es producir un pensamiento que se organiza y se recorta a partir de determinadas representaciones sobre la temporalidad. Al pensar históricamente, el sujeto la asume como una característica que le es propia y se reconoce como parte de la historia. La significación que los sujetos hagan del pasado promoverá modos de entender el presente e imaginar el futuro. La idea del pensar históricamente es ella misma también, “una construcción histórica” es decir que esta no puede definirse por fuera de una marco de categorías; porque no existe una única forma de pensar históricamente.
El reconocimiento de la temporalidad se produce a partir de fuentes y materiales muy variados. Por ejemplo; de imágenes que caracterizan una época, de representaciones que se elaboran a partir de determinados acontecimientos y procesos, de investigaciones que señalan las continuidades o los cambios entre el pasado y el presente. Estos son recuperados por los sujetos y por las instituciones sociales que los organizan como relatos que se transmiten y resinifican de generación en generación.
Los pasados que habitan en la sociedad se organizan a partir de intereses muy diversos y circulan por distintos espacios. La historia es indagación y explicación del pasado. Pero los relatos históricos también circulan en la sociedad a través de los cuentos que cuentas las abuelas, de las memorias que se evocan en un monumento, etc.
Los formatos, los motivos y los objetivos por los cuales el pasado circula en un presente determinado no son ajenos a las relaciones que los sujetos y las sociedades establecemos con las dimensiones temporales. Debe tenerse en cuenta múltiples factores: el tiempo social (internacional, nacional, regional) en el que nos toca vivir, el contexto económico, político y cultural en el que nos hemos formado, las instituciones en las que nos hemos educado, lo que hemos leído, los imaginarios que se constituyen a través de los medios masivos de comunicación , de nuestra historia familiar, de la condición de género, de la clase social y nuestra propia e irreductible singularidad que se compone con todos esos factores.
- Historiador que busca, encuentra
El pasado se compone de hechos y éstos son históricos en la medida en que cobran inteligibilidad y en que constituyen —en términos explicativos— un proceso histórico. Un hecho puede n e
Ser un acontecimiento aislado; pero cuando lo ubicamos en una serie, porque lo reconocemos s e como parte de un proceso que consideramos significativo en términos históricos, ese "simple" ha
Hecho se convierte en un hecho histórico por ejemplo; el arribo a la Argentina en 1879 de Mary Graham, una maestra norteamericana, fue un hecho. Porque historiadores, pedagogos y maestros tomaron ese acontecimiento y
Lo inscribieron en una secuencia
El arribo de Mary es un episodio que cobra sentido en términos históricos
Cuando pasa a formar parte de un relato que la incluye. Pero ¿cómo se interpretan los hechos y de qué manera se los puede dar a conocer? Detrás de la lectura de los hechos hay una teoría, un marco interpretativo en el que esos hechos
Cobran sentido. El historiador encuentra los hechos que busca.
Edward Carr dio un ejemplo muy ilustrativo al respecto. Decía que los hechos no eran pescados, sino peces, que se mueven en
Un océano ancho y a veces inaccesible. Lo que el historiador pesque dependerá en parte de la suerte, pero sobre todo de la zona Del mar en que decida pescar y del aparejo que haya elegido. Podríamos decir que el historiador que busca, encuentra. En la medida en que el historiador debe ser riguroso siguiendo las reglas de su oficio.
Pero —como ya se dijo— la reconstrucción del pasado no se hace desde una posición aséptica, siempre se constituye desde los interrogantes que efectúa el investigador en su propio presente.
La marca subjetiva que porta cada pregunta que nos formulemos también estará presente en la respuesta. En ocasiones, puede suceder que aquello que se encuentre sea algo conocido por nosotros; en otras, las respuestas serán inesperadas. Por eso es importante advertir, junto o con Cassirer, que "si el historiador consiguiera borrar su vida personal, no por esto lograría una objetividad superior; por el contrario, “se privaría a sí mismo del verdadero instrumento de todo pensamiento histórico".
- La historia se mueve:
La historia fue cambiando a lo largo de los siglos, según las cosmovisiones y filosofías que imperaron en cada época. Las sociedades consideraron que el tiempo se desarrollaba cíclicamente, otras lo concibieron como una línea que se dirigía hacia adelante, hacia el futuro. Con el cristianismo, por ejemplo, se introdujo un cambio notable en términos del sentido de la reconstrucción histórica. La experiencia del "devenir" se constituyó a partir de la idea de que existe una dirección providencial del acontecer histórico. Surgía así una concepción de la historia que se basaba en un movimiento universal y progresivo. Esta visión inauguró una experiencia de la temporalidad y de la historia que tenía un punto de arribo: las realizaciones definitivas del plan de salvación divino. Ese modo de representarla se desplegaba en una línea ida ascendente, definida de antemano de acuerdo con ese fin, es decir, teleológica.
Con la Modernidad se produjo un nuevo quiebre en la historia y en el modo de construir el relato sobre la historia. Su génesis se puede encontrar en los procesos socioeconómicos y
político-culturales que se produjeron en el marco de la transición del feudalismo al capitalismo. la reflexión que se condensó en el pensamiento humanista y que se expresó a través del arte, de la reforma protestante y de la revolución científica, se sumaron las transformaciones sociales, económicas y políticas —como la revolución industrial que favorecieron la constitución de la burguesía como clase rectora y hegemónica del nuevo orden.
Si hay algo que caracterizó a la Modernidad fue el surgimiento de una nueva subjetividad. A partir del Renacimiento, se produjo un giro en el modo en que el hombre se pensaba así mismo y a sus semejantes, a su cultura, a la sociedad a la que pertenecía, al tiempo y a la historia. Conforme se sucedieron los períodos, el pensamiento moderno ofreció distintos modos de expresar esos cambios: el racionalismo, la Ilustración del XVIII o el romanticismo y el cientificismo del XIX son las principales variantes del pensamiento moderno a través de las cuales se representó el mundo.
Con el pensamiento moderno surgió una noción de tiempo que planteaba una fuerte ruptura Con el pasado. Para Reinhart Koselleck, el concepto moderno de historia fue una creación del siglo XVIII. La historia había sido considerada una magistra vitae, es decir, una cantera de sabiduría de la que la humanidad podía extraer enseñanzas. En cambio, con la modernidad, surgió un concepto de "historia en general" ligado a una nueva idea de tiempo, La modernidad escindió a la expectativa de la experiencia, es decir, separó el futuro de la tradición.
- La historia piensa a la educación y esta se mira en su historia:
La educación tiene un pasado y es objeto de la historia. Desde los tiempos del paleolítico, las sociedades intervienen de diversas formas para tramitar su herencia, para incorporar a los recién llegados como sujetos de su cultura. Esa persistencia cuenta con milenios de duración y se expresa singularmente, según las condiciones sociales, económicas, políticas e ideológicas en las que se desenvuelve.
- El proyecto educativo hegemónico y sus alternativas:
Cuando hablamos de discursos pedagógicos hegemónicos nos referimos a aquellas nociones y prácticas que lograron legitimar una visión de la educación, de sus objetivos y del modo de llevarlos a cabo, imponiéndola sobre el resto. Estos discursos presentan una característica más: son el resultado de un proceso histórico que permanece abierto y, por lo tanto, sus nociones no se determinan de una vez y para siempre. Por el contrario, están sujetas a fricciones, impugnaciones y cuestionamientos.
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