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TAREA DE HISTORIA LA GUERRA DEL 69 FINAL.pdf


Enviado por   •  11 de Agosto de 2014  •  6.022 Palabras (25 Páginas)  •  1.057 Visitas

Página 1 de 25

Asignatura

Historia de Honduras

Catedrático

Abogada. Ada María Fúnez Pérez

Alumna

Fanny Alvarenga – 201210020449

Lugar

La Ceiba, Atlántida

Fecha

04 de agosto del 2014

INTRODUCCION

Un año muy especial fue 1969, la humanidad se admiraba ante la posibilidad de que un humano caminara en la Luna, continuaba el clima de la Guerra Fría, Vietnam atraía la atención mundial, el movimiento hippie estaba en su pleno apogeo, en Latinoamérica el régimen político por excelencia eran las dictaduras militares y brotaban los movimientos guerrilleros por doquier.

En medio del panorama, una noticia etiquetada como “la guerra del fútbol” acaparó el interés mundial. El Salvador y Honduras, dos pequeñas naciones, comenzaron la última guerra entre países centroamericanos. Fue la decimotercera para El Salvador desde 1929 y la tercera contra Honduras.

OBJETIVOS

 Analizar la Guerra en Centroamérica entre Honduras y el Salvador en el año 1969.

 Determinar las Causas y Consecuencias que se produjeron en la Guerra de Fútbol 1969.

 Explicar los Problemas Fronterizos o Limítrofes de Centroamérica entre Honduras y el Salvador 1970

Causas de la guerra entre El Salvador y Honduras:

Desde la década de los años veinte los salvadoreños comenzaron a emigrar al país vecino de Honduras de forma ilegal, debido a la superpoblación ya que la tierra y la industria no podían absorber la población desempleada y Honduras tenía un paraíso laboral; pues contaba con suficiente tierra para ser cultivada.

Sin embargo, en 1969 el gobierno hondureño estaba bajo presión de organizaciones populares demandando una reforma agraria; la cual se llevó a cabo y a la comunidad salvadoreña (Alrededor de 40,000 familias) le confiscaron sus tierras de cultivo, negocios y propiedades; expulsándolos de Honduras sin importarles que habían vivido ahí durante décadas. Además, como gran problema de fondo, estaban las malas relaciones entre estos dos países por cuestiones de límites fronterizos.

El entonces presidente de El Salvador, el General Fidel Sánchez Hernández, acuso a Honduras de violar los derechos humanos de los inmigrantes; por lo cual surgió un breve conflicto armado entre Honduras y El Salvador conocido como “Guerra del Fútbol” o Guerra de las 100 horas” debido a que ocurrió días después de la finalización de la eliminatoria para la participación en el Mundial de Fútbol que se celebraría en México en 1970.

El partido se realizó el 27 de junio de 1969 en México ganando El Salvador gracias al tercer gol hecho por el jugador Pipo Rodríguez; el cual paso a la historia ya que con ese gol El Salvador clasificaba para asistir al mundial 1970 y Honduras no. Este fue un partido de desempate ya que en el primer partido celebrado en Tegucigalpa gano Honduras y en el segundo celebrado en San Salvador gano El Salvador.

Los efectos para ambas naciones

Consecuencias de la guerra:

1. La muerte de aproximadamente 4,000 personas y muchos heridos.

2. La finalización del esfuerzo de integración regional conocido como Mercado Común Centroamericano (MCE), diseñado por EEUU como una contraparte económica regional para contrarrestar los efectos de la Revolución Socialista en Cuba.

3. El refuerzo del papel político de los militares en ambos países.

4. El agravamiento de la situación social en El Salvador, producto de las deportaciones desde Honduras, ya que el gobierno tuvo que facilitar a estas personas la reinserción económica, que no se logró satisfacer adecuadamente.

Luego el 14 de julio de 1969 comenzó la guerra cuando tropas salvadoreñas comandadas por el general José Alberto “El Chele” Medrano, traspasaron la frontera y la Fuerza Aérea Salvadoreña atacó la base militar del Aeropuerto de Tocotín, en Tegucigalpa (Honduras); ante la negativa del presidente hondureño Oswaldo López Arellano de facilitar tierras a los centenares de miles de campesinos salvadoreños. En los dos primeros días de guerra El Salvador logro conquistar 1600 kilómetros cuadrados de territorio hondureño. Esta guerra termino el 18 de julio de este mismo año, teniendo una duración de 100 horas.

Aunque el motivo de la guerra no fue el partido de fútbol sino la expulsión de muchas familias salvadoreñas de Honduras se le dio ese nombre debido a que el periodista polaco Ryzard Kapucinsky tituló así un reportaje; luego los demás periodistas extranjeros prosiguieron dándole ese nombre.

CUANTO FUE SU DURACION Y PAÍSES QUE SE INVOLUCRARON

La “Guerra de Fútbol” o “Guerra de las 100 horas” finalizó con la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), los soldados salvadoreños se retiraron pero los choques persistieron hasta que los dos países acordaron la paz en junio de 1970. Aunque acordaron la paz los problemas por la disputa fronteriza seguieron y le pusieron fin hasta el 30 de octubre de 1980, cuando ambos gobiernos firmaron la paz en la ciudad de Lima (Perú), comprometiéndose a cumplir con las resoluciones de la OEA.

El litigio territorial tuvo su conclusión hasta en septiembre de 1992, con el fallo de la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, que otorgó la mayoría de territorios en disputa a Honduras, al tiempo que reconoció la soberanía de El Salvador sobre las Islas Meanguera y Meanguerita.

Con respecto a la Isla Conejo no hay claridad sobre su soberanía; pero el 17 de octubre de 2006 el presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, afirmó categórico que la “Isla Conejo es de El Salvador”. Al día siguiente, su homólogo hondureño, Manuel Zelaya, respondió: “La posesión y soberanía sobre la isla Conejo no tiene ninguna duda, es hondureña”.

El experto en temas internacionales Napoleón Campos, dijo que: “Ni Saca ni Zelaya tienen razón”, sosteniendo que la referida isla no está contemplada en el fallo de La Haya de 1992; por tanto hay un vacío por resolver.

QUIEN DECLARÓ LA GUERRA

El fútbol ayudó a acrecentar la rivalidad entre los dos países enfrentados por un fuerte proceso migratorio. La reforma agraria de 1969 que elaboró Honduras inició la persecución sobre los inmigrantes salvadoreños, quienes habían emigrado al país vecino en busca de tierras cultivables. Este acoso supuso un regreso masivo de población a El Salvador. Ante la presión socioeconómica del campesinado, el gobierno salvadoreño no tuvo otra opción que declarar la guerra a Honduras.

Causas reales de la guerra y causas según la prensa internacional

El cuadro de causas reales según la prensa internacional

Las causas que condujeron al estallido del conflicto son muchas, incluyendo algunas cuya génesis proviene de la formación de las provincias centroamericanas, durante la Colonia española. Entre ellas vale destacar:

a) La existencia de antiguos bolsones territoriales en disputa, a causa de fronteras mal definidas o no marcadas, algunos de los cuales utilizaría el FMLN en la década de 1980. Fue causa, señala Longino Becerra (182): “la existencia de una frontera indefinida, lo que siempre ha provocado apetitos territoriales entre la oligarquía salvadoreña, acosada por la demanda de tierras de parte de grandes masas campesinas a las que despojó de las mismas”.

b) La condición desfavorable de Honduras ante el resto de países del istmo, excepto Nicaragua, durante la vigencia del Mercado Común Centroamericano, y debido a intercambios comerciales asimétricos. Las mercancías importadas dentro del MCC eran 25% más caras que las del exterior de Centroamérica (Durham 16; D’ans 230).

c) La voluminosa expansión demográfica salvadoreña hacia Honduras, que no era aceptada de retorno por el Estado mismo salvadoreño (Kapuściński s. p.)

Otros decían que el fútbol no tuvo la culpa

Treinta y cuatro años después, la confrontación sigue siendo conocida a escala mundial con el encubridor nombre de “la guerra del fútbol”.

Se supone que tal nombre provino de alguna agencia de prensa mexicana. Para algunos historiadores es un título simplemente ridículo.

Ryzard Kapucinsky, periodista polaco, tituló así un reportaje sobre el hecho y un libro que reúne despachos de guerras.

Sin embargo, acepta que “era una buena forma de llamar la atención del público. Yo di este título para llamar la atención sobre la palabra fútbol, porque, para mí, no es sólo un juego… tiene otros sentidos y connotaciones de patriotismo y nacionalismo”, dijo el periodista este año al periódico digital salvadoreño “El Faro”.

De hecho, en ambos países se vivió un nacionalismo exacerbado que se delata desde las canciones ofensivas, los arengas como “Hondureño, toma un leño y mata a un salvadoreño” y el tono nacionalista de las notas de prensa de la época en los periódicos nacionales.

Para Rodríguez, el autor de aquel histórico gol, es un calificativo injusto para el deporte rey, “porque no tenía nada que ver” nada más que coincidir con situaciones político-económicas de ambos países.

Mencionaban de Cómo Surgió.

Factores internos de dos de las naciones más similares de Centroamérica incrementaron la posibilidad de un enfrentamiento.

Desde mucho antes de la década de 1960, El Salvador, el país más pequeño del istmo, con una gran densidad demográfica (3 millones 300 mil habitantes en ese tiempo), enfrentaba el histórico problema de la tierra y la industria no podía absorber la población desempleada.

Honduras por su parte –con 112 mil 88 kilómetros cuadrados y apenas 2 millones de habitantes para ese entonces– se antojaba como un paraíso laboral, por lo cual miles de salvadoreños cruzaron la frontera.

La presidencia del coronel Oswaldo López Arellano en Honduras enfrentaba falta de inversión pública, presión por aplicar la reforma agraria.

La captura de 45 soldados salvadoreños con dos camiones cargados de armamento (supuestamente destinado a apoyar un movimiento contrario a Arellano) en 1967 tensó más la relaciones entre los dos países “por un límite fronterizo mal definido, un flujo migratorio constante de salvadoreños hacia Honduras y un sentimiento cada vez más general que El Salvador se aprovecha de Honduras en sus relaciones comerciales”, cita LA PRENSA GRÁFICA en la sexta edición de Enfoques del Siglo el 25 de junio de 1999.

Además de los enfrentamientos militares fronterizos, los partidos de fútbol, los desalojos de salvadoreños en Honduras con la aplicación de la reforma agraria en abril de 1969 (en la cual estaban excluidos los extranjeros) y la falta de éxito en las relaciones diplomáticas, el entonces presidente de El Salvador, Fidel Sánchez Hernández, acusa a Honduras de violar los derechos humanos de los inmigrantes y decide buscar una salida militar rápida invadiendo Honduras a partir del 14 de julio.

La población salvadoreña salió a las calles a recibir al ejército de El Salvador de su regreso de la guerra con Honduras.

El Salvador y Honduras, dos pequeñas naciones, comenzaron la última guerra entre países centroamericanos. Fue la decimotercera para El Salvador desde 1929 y la tercera contra Honduras.

El conflicto duró cien horas, por lo cual es conocido como la Guerra de las Cien Horas, y dejó un saldo de seis mil muertos aproximadamente y una tensa situación con Honduras desde entonces.

Hondureños residentes en El Salvador firmaron un documento para dejar constancia de que no fueron maltratados

Acuerdos de paz (los que fracasaron y los que se lograron)

A partir del 6 de Octubre de 1976, el arreglo de la paz entre ambas repúblicas comienza a vislumbrarse a través de la firma del Convenio de Mediación, siendo así que de los compromisos adquiridos se destacan los siguientes:

a.- Resolver los problemas fronterizos por medio de un mecanismo de mediación.

b.- El nombramiento de un mediador de relevancia internacional.

c.- Definir las funciones del mediador.

d.- Obligatoriedad de las partes para cumplir con establecido.

El salvador y Honduras llegan a un acuerdo de nombrar como mediador del diferendo al jurisconsulto Peruano Dr. José Luis Bustamante i Rivero, habiéndose desempeñado como presidente de la Corte Internacional de Justicia. Que a pesar de una serie de dificultades políticas de cada país, cumple con las responsabilidades asumidas ante los dos gobiernos, y más aún llegar a un definitivo Tratado General de Paz, para resolver no solamente la controversia limítrofe, sino también una diversidad de consecuencias que se gestaron en la guerra de 1969.

TRATADO GENERAL DE PAZ DE 1980.

Con el tratado General de Paz, suscrito el 30 de Octubre de 1980 por los países de El Salvador y Honduras en Lima, Perú, se concretiza en definitiva el procedimiento o más bien la presión Diplomática iniciada inmediatamente finalizada la guerra de 1969, por parte de los presidentes de Centroamérica así como también de los Ministros de Relaciones Exteriores que integran la O.E.A., para solucionar la problemática limítrofe.

Importante es traer al tema, de que el presente Tratado se firma en una coyuntura delicada y muy compleja a nivel Centroamericano, en el sentido que los procesos de cambios sociales que se han venido gestando desde principios del presente siglo se consolida, brindando los resultados esperados para los movimientos opuestos a los gobiernos de ese momento, como es el caso del triunfo de la revolución Popular Sandinista en Nicaragua, así como el auge de los movimientos populares insurreccionales que provocan la iniciación de la guerra civil en El Salvador. Presentándose dos situaciones con similitudes en

Cuanto a las precarias condiciones económicas, sociales y políticas contenidas en ambos países. Dándose de esta manera el escenario propicio para que se diera el surgimiento de los movimientos populares descontentos con la mala administración en el poder.

“Existiendo con claridad la necesidad de que se den cambios reales a las condiciones sociales de toda la zona Centroamericana, buscándose una Democracia pluralista y participativa en contraposición de regímenes oligárquicos tradicionales;” (6) de la cual utilizaban como forma para ejercer su poder y además para aplicación de la ley el autoritarismo y siendo muy excluyentes para los sectores populares, pertenecientes a las grandes masas de campesinos, obreros.

Que sentencias de cortes internacionales existen sobre los límites territoriales entre honduras y el salvador.

DESCRIPCION GEOGRÁFICA DE LAS AREAS EN DISPUTA

La frontera terrestre entre las Repúblicas de El Salvador y Honduras, la cual no ha sido todavía delimitada, se localiza en seis sectores, comprendidos entre el Mojón Trifinio, el cual divide las Repúblicas de El Salvador, Guatemala y Honduras y, por otro lado, el Estero La Cutú, donde antiguamente estaba la desembocadura del Río Goascorán en el Golfo de Fonseca. Los territorios en controversia tienen un área combinada de 446.5 kilómetros cuadrados y son conocidos por los siguientes nombres individuales:

1. MONTAÑA DE TECPANGUISIR.

Este sector, se localiza longitudinalmente, entre el Mojón Trifinio antes dicho, el cual divide las Repúblicas de El Salvador, Guatemala y honduras y el Cerro el Zapotal o Chiporro que son los extremos Oeste y Este respectivamente. En este lugar, están los siguientes cantones: San Lorenzo, San Ramón, Los Planes, Talquezalar, Lagunetas, Llano de la Virgen y Gualcho, del municipio de Citará, en el Departamento de Chalatenango; y San Miguel Ingenio, jurisdicción de Metapán, Departamento de Santa Ana. Su extensión superficial es de 69.6 kilómetros cuadrados. Este sector es caracterizado por su quebrado montañoso el cual contiene cumbres que van desde 900 metros a 2.400 metros sobre el nivel del mar. Forma parte de la unidad Geomorfológico conocida como la Sierra Alotepeque Metapán. Incluye dentro de sus municipalidades las cumbres conocidas como Redondo, Chivo, Gualimar, Los Papeles, Peña de Tecpanguisir, San Silvestre, Aguacatillo, Las Cruces y el Chaparrón y el Cerro conocido como el Malcotal, La Cuestona y Masala y Las Talpujas junto con las cumbres conocidas como El Zapotal, Piedra Menuda y Montecristo, los cuales se han acordado como marcadores fronterizos con Honduras. El área es irrigada por las aguas de las quebradas conocidas como Pomola, del Malcotal, del Cedrón, Cipresales, La Chicotera, de Polcho, de Los Planes, la Lima o Shushula, La Debadilla, El Cedro, Santa Inés o Lagunetas, Las Cruces, La Mina, Yishan y Masala y por los ríos como San Miguel Ingenio, Pomola y Shushula. El sector constituye la mayor parte en el Municipio de Citalá, del Departamento de Chalatenango, que tiene siete de los ocho cantones que contiene esta zona. La productividad agrícola anual de este lugar es moderada, ciertas partes del sector consisten de selvas permanentes. Esta área contiene depósitos minerales de cobre, hierro, los cuales en el pasado han sido explotados, pero actualmente no están siendo explotados.

2. LAS PILAS O CAYAGUANCA.

Este sector, comprende la máxima prominencia física de nuestro territorio, que es el Cerro El Pital, que tiene una elevación de 2.730 metros sobre el nivelo del mar. Si figura parece la de un triángulo, cuyos vértices estarían formados por la confluencia de los desfiladeros conocida como Oscura o Chiquita con el Río Sumpul y la Peña de Cayaguanca, la cual está ubicada en la cumbre de la Montaña del mismo nombre. En este lugar, están comprendidos los cantones siguientes: El Centro, Las Pilas, Río Chiquito, del Municipio de San Ignacio; así como Las Granadillas, de la jurisdicción del Municipio de La Palma, ambos del Departamento de Chalatenango, República de El Salvador. Sui extensión superficial es de 38.8 kilómetros cuadrados. Geomorfológicamente hablando el sector contiene la montaña del Pital y sus cumbres, la más importante de las cuales es conocida como la Cima y Las Cumbres o Las Granadillas. Entre estas montañas corren los arroyuelos, conocidos como Las Lajas, el Salto, Las aradas, de Las Pilas, Honda, Las Granadillas, de Los Aguilar, Oscura o Chiquita, de las Mojarras, El Aguacate y el Botoncillal, junto con los ríos conocidos como Jumpula o El Rosario, Chiquito y Sumpul. En este lugar las cumbres llegan a una altura de 1.700 hasta 2.730 metros sobre el nivel del mar. Su productividad agrícola anual es moderada, ya que se usa, debido a sus lugares escapados, para cosechas y vegetación de naturaleza permanente.

3. ARCATAO O ZAZALAPA.

Este sector, está ubicado entre el marcador fronterizo conocido como el palacio y el marcador fronterizo denominado Poza del Cajón situado a la orilla del Río Gualcuquín o Amatillo. En este lugar se encuentran los siguientes cantones: Teosinte, Gualcimaca, Los Filos y Zazalapa; del Municipio de Arcatao; y Plazuelas y Quipure, jurisdicción de Nombre de Jesús, ambos del Departamento de Chalatenango, República de El Salvador. Su extensión superficial es de 49.9 kilómetros cuadrados. El sector tiene una forma alongada con un paisaje muy quebrado, en el que se incluyen las cimas conocidas como La Pintal, Tecolote, De la Cueva, El Fraile, la Montañota o La Cabaña, El Caracol, el Sapo, El Cerrón, Lagunetas y Pitahaya y, las lomas: Altas, El terrero, Rancho Quemado, Palo Verde, El Cajón y Plan de los Morros. Sus cumbres tienen alturas desde los 300 a los 1.000 metros sobre el nivel del mar. Este sector es bañado por los ríos conocidos como El Palacio, Gualsinga, Zazalapa, Gualcuquín o Amatillo y, los arroyuelos conocidos como Grande, San Pablo, El Zapote, Los Apantes, Piedra Grande, Las Marías o Palo Verde, De León y la Montañita y el Hoyo. Una parte sustancial de la Municipalidad de Arcatao está situada en esta zona en disputa. Su suelo puede ser irrigado y sus habitantes cultivas granos y también se dedican a la ganadería.

4. PERQUIN, SABANETAS O NAHUATERIQUE.

Este sector, el más extenso de los disputados, que consiste de 161.5 kilómetros cuadrados y forma parte de las municipalidades de Carolina y San Antonio en el Departamento de San Miguel y parte de las municipalidades de Corola, San Fernando, Perquín y Arambala, en el Departamento de Morazán, República de el Salvador. El sector se extiende desde el nacimiento del arroyuelo conocido como la Orilla en el occidente al Mal Paso de Similatón en el oriente. Contiene parte de las montañas conocidas como la cordillera de Nahuaterique cuyas cumbres van desde 600 metros hasta las riberas del Río conocido como Negro o El Palmar, a 1.900 metros sobre el nivel del mar en la vecindad de la Montaña de La Isla, El Zancudo o Sabanetas. La parte más baja del sector es una parte muy angosta que está en el curso del río conocido como Las Cañas y la montaña del lado izquierdo de su ribera. Esta sección tiene una altura sobre el nivel del mar de entre 400 y 900 metros. El sector, como un todo está casi completamente montañoso con muchas cumbres importantes, ente las cuales, las más notables son: Chagualaca o Marquezote, El Alumbrador, La Ardilla y Montaña de la Isla del lado Norte y la Campaña, Masula, Audiencia, el Mono, El Zancudo, El Desecho, Llano Verde, El Cerrón, El Aguila, La Mina y Ojo de Agua. Al lado de estos hilos las otras cumbres corren los arroyuelos conocidos como De Los Pinares, De Agua, Barrabás o El Diablo, El Mal Paso, El Pacayal, El Mono, El Injertal, El Huatalón, La Mina, La Golondrina, El Caimán, El Puente, El Puente de Piedra, El Barrancón y Tierra Colorada y los ríos conocidos como Negro o El Palmar, La Presa, Las Flores y Pichigual y Las Cañas. A pesar de que es un área montañosa está densamente poblada y, esto se evidencia suficientemente cuando mencionamos que ahí están los siguientes cantones y caseríos. Del Paraíso, El Mono, Las Aradas, El Moral, Las Vegas, El Borbollón, El Naranjo, Volcán de Agua y San Juan; en el cantón el Carrizal están los siguientes caseríos: El Guachipilín, el Huatalón y Barrancón, jurisdicción del Municipio de Arambala; En el cantón Las Trojas, están los siguientes caseríos: El Cidral, El Rincón, Los Amates, El Granadillo, las Trojas, Llano Verde y El Aguacate y en el cantón Sabanetas, se encuentran los siguientes caseríos: Sabanetas, El Palmar, El Zancudo, Palo Blanco, Los Chaguites, Los Patios, Cueva de Monte, Loma de En medio y La Joya, ambos pertenecen al Municipio de Perquín; en el cantón Azacualpa, están los caseríos siguientes: Platanares y en el cantón Agua Zarca, se encuentran los siguientes caseríos: del Copinol, jurisdicción del Municipio de Corola; los tres municipios antes mencionados pertenecen al Departamento de Morazán; en el cantón La Ceiba, se encuentra el caserío Portillo Blanco, jurisdicción de el Municipio de Carolina, Departamento de San Miguel. A pesar de que los suelos en este sector no son conocidos desde un punto de vista agrícola siendo particularmente fértiles, sin embargo, representan un recurso natural muy valioso, ya que una proporción bastante considerable de la población de este lugar, depende económicamente de la tierra.

5. MONTECA O POLOROS.

Este, es el quinto sector en disputa, ubicado en el cantón Lajitas, Municipio de Polorós, Departamento de La Unión, República de El Salvador. Su área es de 56.0 kilómetros cuadrados, todo perteneciente a los ejidos de Polorós. Se extiende desde la confluencia de los riachuelos conocidos como Manzupucagua o Manzucupagua con el Río corola al Paso de Unirse sobre el río conocido como Unier, Guajiniquil o Pescado, el cual constituye respectivamente los límites occidental y oriental del sector. El área en disputa está al norte del río Torola, parte de los primeros kilómetros de su curso en la cual es conocido como Río Lajitas, y se extiende hasta las costumbres conocidas como López y Ribitá. Entre el curso del Río Torola y las cumbres mencionadas arriba, los 56.0 kilómetros cuadrados del sector consisten en una seria de lomas alrededor de las cuales fluyen varios arroyuelos entre los cuales están aquellos como Piedra Parada, Las Ventas, El Manzano, Plan Verde, La Tranca, Los Ranchos del Aceituno, El Naranjo, Guanacaste y Lajitas, junto con esos, hay varios ríos conocidos como Río Venado y Ocote Machón, La Chucha, San Juan, Agua Caliente, Colorado y Mesetas. En este sector están los siguientes caseríos: Galera, Guacamaya, Lajitas, Guanacastillo, Cerro de Peñas, Mesetas, San Juan y la Hacienda Dolores, a la cual se ha hecho referencia tan a menudo en las disputas fronterizas en el pasado. Aunque la productividad agrícola anual del área es moderada, se usa para la producción de granos, para pastos y para la explotación de madera de sus bosques.

6. EL ESTERO DEL RIO GOASCORAN.

Este, es el último de los sectores en disputa. Pertenece al Cantón Piedras Blancas, Municipio de Pasaquina, Departamento de La Unión, República de El Salvador. Su extensión superficial es de 70.6 kilómetros cuadrados. La posición del Gobierno de el Salvador es que la frontera con Honduras es el antiguo afluente más oriental del Río Goascorán, el cual fluye en una dirección Norte Sur desde el sitio que se conoce como Los Amates, al Estero conocido como La Cutú en el Golfo de Fonseca. Al río se le ha impedido regresar a su antiguo curso como resultado de la construcción de un muro de parte de Honduras en el lugar llamado Rompimiento de Los Amates. Este es el hecho que constituye la clave de la disputa fronteriza.

¿como quedó la división territorial después de la sentencia de la corte internacional en este caso? incluir explicación y mapas

DE LA FRONTERA DEFINIDA:

Sección Primera: Punto denominado El Trifinio conocido también como la cima del cerro de Montecristo, ubicado en el departamento de Santa Ana.

Sección Segunda: De la cima del cerro Zapotal hasta la línea recta a la peña de Cayaguanca en el departamento de Chalatenango.

Sección Tercera: De la confluencia de la quebrada Chiquita u Obscura hasta el mojón llamado Pacacio, en Chalatenango.

Sección Cuarta: Del mojón llamado Poza del Cajón en el río El Amatillo hasta el río Guajarambala, en el departamento de Cabañas.

Sección Quinta: De la confluencia del río Guajarambala del departamento de Cabañas, hasta la quebrada llamada de la Orilla, ubicada en el departamento de San Miguel Sección Sexta: Del mojón de Malpaso Similatón del departamento de Morazán hasta la quebrada de Manzupucagua, perteneciente al departamento de La Unión.

Sección Séptima: Del paso de Uniré, en el río del mismo nombre, hasta el punto llamado Los Amates, en el departamento de la Unión.

DE LA FRONTERA NO DEFINIDA.

La controversia limítrofe radica principalmente en seis zonas que al hacer referencia de ellas se les denomina de diferente forma, como bolsones de tierra o simplemente bolsones, tierras o zonas en disputa, tierras en litigio, disputa fronteriza, etc. Y debido a que El Salvador y Honduras no se logran poner de acuerdo para resolver satisfactoriamente la situación de las zonas en mención, quedando así pendientes de delimitación, y por ende se alarga aún más la adjudicación de los mismos a cualquiera de los países que se disputan los sectores en litigio. Citándolos de la siguiente manera:

1.- MONTAÑA DE TECPANGUISIR: Con una extensión territorial de 69.6 kms2, ubicado en los municipios de Metapán en Santa Ana y Citalá en Chalatenango.

2.- LAS PILAS O CAYAGUANCA: Comprende una extensión territorial de 38.8 kms2, situado en la jurisdicción de Chalatenango.

3.- ACARTAO O ZASALAPA: Situado en el departamento de Chalatenango, con una extensión de 49.9 kms2.

4.- SABANETAS O NAHUATERIQUE: Conteniendo la mayor parte de territorio en disputa con 161.5 kms2, ubicado entre los departamentos de San Miguel y Morazán.

5.- MOMTECA O POLORÓS: Consta de 56 kms2 de territorio en La Unión.

6.- DESEMBOCADURA DEL RÍO GOASCORÁN: Con una extensión territorial de 56.8 kms1, en el departamento de La Unión.

7.- GOLFO DE FONSECA: La adjudicación de las islas y la distribución de los mares territoriales (mencionándose a Nicaragua).

¿Esta resuelto el diferendo limítrofe entre ambos países?

Como consecuencia del conflicto armado entre El Salvador y Honduras de julio de 1969, se efectuaron numerosas ruedas de consultas y negociaciones que finalmente culminaron en un proceso de mediación, en un tratado suscrito el 6 de octubre de 1976. (Tratado Borgonovo-Batres.)

En el Tratado se especificó que de no llegarse a un acuerdo total sobre las diferencias de límites en las áreas de controversia, las partes convenían en que se negociaría y suscribiría un compromiso, para someter conjuntamente el diferendo existente a la decisión de la Corte Internacional de Justicia.

Se convino que el fallo de la Corte se efectuaría en un todo y con entera buena fe; a cuyo efecto, dentro de seis meses contados a partir de la fecha de la sentencia de la Corte, la Comisión Mixta de Límites iniciaría la demarcación establecida en el fallo.

La Comisión Mixta de Límites, creada para la delimitación de la frontera no definida, tomaría como base documentos expedidos por la Corona de España o por cualquier autoridad española, seglar o eclesial, durante la época colonial, que señalen jurisdicciones o límites de territorios o poblaciones. Igualmente, otros medios probatorios, argumentos y razones de tipo jurídico, histórico o humano, o de cualquier otra índole que aporten las partes, admitidos por el derecho internacional.

No habiéndose resuelto en el lapso de cinco años todos los aspectos de la controversia fronteriza, terrestre, insular o marítima, se suscribió en Esquipulas, Guatemala, el 24 de mayo de 1986, el compromiso sobre el diferendo limítrofe. El tratado compromisorio, una vez cumplidos los procedimientos constitucionales, entró en vigor el 1 de octubre de 1986.

Los diversos problemas existentes en las zonas fronterizas a causa de los intereses políticos de cada uno de los países que forman el istmo centroamericano, concretamente, Honduras, Nicaragua y El Salvador, han hecho resurgir problemas limítrofes históricos que afectan a una fuerte población asentada en cantones y lugares próximos a la frontera y en puntos de imprecisos límites territoriales que hasta hace algunos años no se habían identificado.

Honduras, con una larga experiencia en este tipo de reclamaciones, –recordemos sus pleitos con Nicaragua y Guatemala, respectivamente–, toma el tema limítrofe con El Salvador para aclarar diferencias territoriales que vienen arrastrando históricamente.

El Salvador, inexperto en este tipo de negociaciones, se vio obligado a crear una comisión en el Ministerio de Relaciones Exteriores, bajo la dirección del Departamento de Límites, que a su vez, creó un equipo de rescate de documentos históricos para su estudio.

El equipo de paleógrafos se dedicó a la búsqueda de fuentes documentales, en el Archivo General de Centroamérica, Guatemala y, posteriormente, en el

Archivo General de Indias (Sevilla, España), de los siglos XVI, XVII y XVIII y XIX, así como de la documentación contemporánea relacionada con los títulos de los propietarios que poseen tierras en la línea de demarcación limítrofe cuestionada.

Las lagunas documentales del Archivo General de Centroamérica, obligan a desplazarse a este equipo al Archivo General de Indias, para encontrar, estudiar e identificar las zonas en conflicto. Las dificultades que presenta este tipo de investigación se derivan de la inexistencia de un inventario expecífico de la documentación.

El volumen documental histórico de los fondos del Archivo, de la Sección Guatemala, así como los problemas burocráticos, obligan a adquirir una experiencia primaria de los fondos, consulta de catálogos y otros instrumentos de descripción del archivo, para llevar a feliz término la investigación.

El tiempo es un factor importante; la investigación tendría resultados a largo y no a corto plazo, como se había planificado. Los inconvenientes de tipo administrativo, burocráticos, de adquisición de material, etcétera condicionaban los resultados inmediatos para completar los estudios realizados en Guatemala. Aunque se encontró documentación respecto a la conquista, administración colegiada, presidencial, provincial y local, no había documento alguno, salvo excepciones concretas, que definieran la demarcación territorial de la frontera norte de El Salvador; la búsqueda se prolongó durante varios años, hasta que el golpe de Estado del 15 de octubre de 1979, implicó una desorganización en el proyecto original, apremiado por la necesidad de presentar la documentación que serviría de base ante los órganos internacionales implicados en la solución limítrofe.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, a raíz del recrudecimiento del problema limítrofe histórico con Honduras, presenta en la Corte Internacional de Justicia, en La Haya, Holanda, una reseña histórica del desarrollo del litigio limítrofe entre Honduras y El Salvador, que abarca un periodo de más de 170 años y de varios gobiernos, donde la disponibilidad de los gobernantes de turno era propicia para la solución de las diferencias limítrofes.

EL FALLO DE LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA

El 16 de septiembre de 1992, la Corte Internacional de Justicia emite el fallo definitorio sobre los límites fronterizos entre Honduras y El Salvador. Para emitir dicho fallo, la Corte tomó, como fecha crítica, el año de

1821, es decir pasaron 165 años, durante los cuales, ambos países, se reunieron 30 veces para tratar de resolver sus problemas limítrofes.

La Corte confrontó una situación externa, al analizar un testimonio documental de 1860, escrito en castellano antiguo con su respectiva traducción del mismo actualizado, describiendo el estado limítrofe de dicha fecha.

La sala de la Corte, antes de entrar en las consideraciones decidió que dichos testimonios documentales no eran suficientes y su postura fue que no necesariamente debía irse por los documentos expedidos por la Corona española, sino tomar en consideración toda aportación documental que describa concretamente la demarcación fronteriza de 1821, porque dicha demarcación limítrofe estuvo condicionada por convenio o aceptación de las partes.

La sala puntualizó que su trabajo era ensamblar las partes no demarcadas con las ya definidas en el Tratado General de Paz, otorgándose el derecho de presuponer cuál había sido el sentir y pensar directo entre las partes contendientes, consagrados en el Tratado General de Paz que define a perpetuidad las 7 secciones.

Por otro lado, la sala contaba con una documentación de las progresivas negociaciones bilaterales realizadas a través de los años y respondió que, aunque es así como son falladas, carecen de valor; no obstante, se adjudicó el derecho a tomarlas en consideración para entender cuáles eran los límites jurisdiccionales entre los implicados en 1821.

Ni Honduras ni El Salvador presentaron testimonios documentales, durante el procedimiento, sobre la real frontera de la provincia de San Salvador. No existe testimonio documental descriptivo ni mapas sobre dicha demarcación que honrosamente tenga que ser válido como aportación documental fidedigna que formen parte de los fondos documentales de los archivos históricos generales de Centroamérica o España como tampoco en otras instituciones públicas o privadas que describa con bastante precisión dicha demarcación limítrofe.

Tal como se mencionó en el anterior apartado, este planteamiento de definir por medio de un accidente geográfico natural, mojón o punto de referencia concreto a los límites fronterizos entre Honduras y El Salvador, se solventa desde el siglo XVI por la Corona incluyendo dicho territorio con un todo del reino de Guatemala y ni la Corona ni la Real Audiencia, plantearon nunca ni cuestionaron dicho problema, ya que el territorio le pertenecía en su totalidad.

Los problemas derivados por pleitos jurisdiccionales entre ejidos de las comunidades o particulares fueron problemas internos y locales, cuya experiencia y ejemplarización podemos percibirla a través de los testimonios documentales que sobre este tema se hallan en la sección Juzgado Privativo de Tierras y Justicia del Archivo General de Centroamérica y del Archivo de Indias, pero nunca se trató un tema tan delicado a nivel jurisdiccional fronterizo, entre las provincias de Guatemala, Honduras y El Salvador. El propietario nunca llegó a plantearse este problema, pues es hecho natural que le pertenece, y para las pequeneces administrativas estaba el gobierno local y la Delegación del Juzgado Privativo de Tierras que legislaban sobre este asunto.

Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, los gobiernos de la Corona en la Audiencia de Guatemala nunca hicieron mención de lineas fronterizas entre Honduras y El Salvador. El único caso, como se mencionó con anterioridad, hace referencia, durante la supresión de la Audiencia, a una línea que separa ambas audiencias en 1562; a la jurisdicción de la nueva audiencia, que incluye las provincias de Chiapas, Yucatán, Cotzumel, Guatemala, San Salvador, Honduras, que dependían directamente de la Audiencia de México, se le agrega Nicaragua y Costa Rica que pertenecen a la audiencia de Panamá.

Para finalizar este apartado, podemos manifestar que la administración española, durante los tres siglos mencionados, el juzgado privativo de tierras hizo un papel legislador y práctico en la medición de tierras y baldíos pertenecientes a la Corona y a las comunidades indígenas, extendiendo su tutela sobre las tierras medidas; en éstas se incluye un patrón estipulado sobre las medidas del terreno, ubicación geográfica de las tierras, propietarios colindantes o de tierras realengas, protocolo de las medidas, medición de cuerdas y leguas si las hubiere (a vista de ojo o cuerda), amojonamiento (punto de referencia geográfica accidental) y declaración de testigos, entre otros.

El punto de partida cronológico para el análisis comparado de la cuestión referida al tema fronterizo es el del año 1524, en el que se realiza la distribución geográfica de los asentamientos de las comunidades indígenas que viven en cada una de las regiones, que hoy día forman el territorio de la República de El Salvador. En referencia a los posibles pleitos entre las comunidades indígenas por la separación del territorio de Choluteca, entrado el siglo XVII, no aparecen noticias de los mismos.

Las cuestiones relativas a la identificación de zonas concretas, el levantamiento de mapas topográficos y aplicación de la geografía descriptiva, como la conocemos actualmente, se empiezan a aplicar a finales del siglo XVIII. Pedro Cortés y Larraz, en su descripción geográfico-moral de 1770, reconoce que no era práctico en el conocimiento de la cosmografía (entendida como geografía descriptiva). Aunque se demarcaron límites fronterizos provinciales concretos, en muchos casos no era preciso. La frontera de Honduras y El Salvador fue un caso típico de imprecisos límites jurisdiccionales que aún hoy día no están solucionados; debido a ello, juega un papel importante los enfrentamientos políticos que repercuten en la población que reside entre ambos lados de los imprecisos límites.

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