Tema 3. La Escuela pública Y El Reconocimiento Legal A La Docencia Como Profesión. ¿Debe Exigirse título A Los Profesores De Instrucción Primaria?

Tema 3. La escuela pública y el reconocimiento legal a la docencia como profesión.

¿Debe exigirse título a los profesores de instrucción primaria?

“La enseñaza es libre, pero la instrucción es obligatoria; todas las profesiones son libres para su ejercicio, exceptuando la profesión del maestro de escuela elemental”.

Es preciso tener en cuenta dos cosas: primera, que creando la ley de instrucción obligatoria, hemos exigido del gobierno federal y de los gobiernos de los Estados un número extraordinario de sacrificios para poder llevarla a su realización, y es natural que nosotros juzguemos de redentor efecto en nuestro estado social. Démosles todos los medios para difundir la enseñanza; facilitemos, no multipliquemos los obstáculos.

En segundo lugar, cuando se trata de la libertad no es posible, no es bueno restringirla, sería absurda la restricción de la libertad de enseñanza; hay cosas que están juzgadas y condenadas con solo enunciarlas.

Debemos tener en cuenta que en estos derechos se han incorporado todas nuestras esperanzas, son el símbolo o la fórmula que indica que la circulación tiene plena conciencia de sí misma, ellos deben representar para nosotros el ideal hacia el cual avanzamos, ideal que es el factor supremo quizás de la evolución de la sociedad mexicana.

El Estado desempeña el papel de órgano de los intereses comunes, de órgano de la totalidad, y desde el momento que la totalidad está bajo la inspección y la vigilancia del Estado, desde el momento que los derechos de todos pueden tener un representante en este órgano especial que se llama Estado, que tiene su vida dentro del organismo común , desde el punto que se admita todo esto, como tiene que admitirse, entonces debe agregarse a las de juez y gendarme, civilizador, promotor de la educación, la de creador de actividades individuales, coordinador de estas actividades individuales, la de coordinador de estas actividades para encaminarlas hacía un fin general.

Tema 4. La escuela pública y el surgimiento de instituciones formadoras de docentes.

HOMBRES Y MUJERES QUIEREN ENSEÑAR.

En el régimen Porfiriano se encontró la gran necesidad de formar maestros, hasta entonces se podría decir que no existía esta profesión. Las personas que sabían leer, escribir y contar, se empleaban como instructores, el plan de estudios era muy reducido, comprendía lectura, escritura y algo de aritmética y como no había Normal se empleaban a maestros empíricos.

Después los ramos de la instrucción aumentaron, era necesario enseñar a enseñar, la misión de los maestros era ver por el desarrollo integral del niño en sus partes física, moral e intelectual.

Se popularizó la pedagogía con el pensamiento de que la profesión del maestro era la más difícil que afectaba a la familia, la sociedad, a la patria y a la humanidad entera.

En 1879 se fundaron dos academias de profesores en el Distrito Federal con el objeto de “uniformar la enseñanza de todas las escuelas nacionales primarias y mejorar en ellas la instrucción en el sentido que exigen los adelantos modernos.

La primera escuela reformista surgió en Xalapa en 1885, considerada como la “gran cruzada normalista”. Rébsamen planeó y organizó la primera institución que debía preparar maestros de manera moderna.

Joaquín Baranda acordó con el presidente Manuel González, que el periodista, escritor y maestro Ignacio Altamirano formulara un proyecto de organización de la Escuela Normal de Profesores, basado en la legislación escolar de todos los países civilizados. Este proyecto se sometió a discusión y una vez revisado se dio lugar al reglamento del 2 de octubre de 1886, en virtud del cual se establecieron los estudios normalistas. Joaquín Baranda elogiaba la función del maestro, la cual comparaba con un sacerdote, era el apóstol de la religión del saber; agregaba que el credo del sistema de gobierno era que la instrucción y enseñanza de todos los días y de todos los grados.

La Escuela Normal “sirve de norma y da la regla a que debe ajustarse la enseñanza; es la escuela matriz o central de las que se derivan las demás escuelas”. El programa de las escuelas normales es enseñar a enseñar”

Dentro del reglamento se estipulaba que para ser alumno se necesitaba tener 14 años cumplidos. Se clasificaban en dos categorías, los pensionados y los no pensionados. Para la práctica de la instrucción se establecían dos escuelas anexas, una de párvulos para niños y niñas de cuatro a siete años y la de instrucción primaria para niños de siete a catorce años.

LA IGUALDAD FEMENINA.

En 1869 fue creada la Escuela Secundaria para niñas, que tenía algunas materias que las preparaban para ser maestras, lo cual se podía lograr con seis años de estudio. El plan de estudios tenía una base científica acorde con la época de influencia positivista, era una especie de suma de secundaria y preparatoria.

Para crear la Normal de Profesoras se decidió que Miguel Serrano emprendiera un viaje a Estados Unidos para estudiar las escuelas normales, en 1887 autorizó transformar la secundaria en Normal para Profesoras que comenzó a funcionar en febrero de 1890. Este siglo dio a la mujer igualdad por medio de la instrucción.

Los años de estudio se redujeron de seis a cuatro, las alumnas no podían enseñar más allá del nivel primario. La apertura de la Normal significo un gran avance para la educación femenina. Tuvo tanta demanda que en 1896 debió cerrar las inscripciones por falta de cupo. Fue fundada con la intención de formar el mayor número de maestras en el menor número de años.

Tanto para los hombres como para las mujeres los programas de estudio cambiaron varias veces, siendo las reformas de 1902 y de 1908 las más notables. Estos planes desarrollaron áreas comunes: la científica, la humanística y la tecnológica, la parte técnica de la enseñanza estaba cubierta con clases de dibujo y de trabajos manuales.

Es sorprendente la preocupación constante que había para cambiar los planes de estudio, cada año aumentaban o disminuían materias y se regulaba la intensidad de ellas. Los programas eran bastante completos, pues desarrollaban cuatro áreas básicas: la científica, la humanística, la tecnológica y la educación física.

En los dos primeros años del plan de 1908 se estudiaban las asignaturas generales y a partir del tercero se cursaban las materias y las prácticas pedagógicas. El pensamiento que perdura es la influencia que ejerce el maestro en la sociedad

La ley de la Escuela Normal de 1908 tenía dos objetivos:

1) Perfeccionar y ampliar la educación de los alumnos y

2) Proporcionarles conocimientos pedagógicos y adiestrarlos en el arte de educar.

Establecía tres tipos de títulos:

1) Educadoras de párvulos.

2) Normalistas de primaria.

3) Profesores de las escuelas normales.

MAESTROS DE MAESTROS

Los profesores de las escuelas normales se caracterizaban por ser maestros, pedagogos y escritores. Ser maestro en las escuelas profesionales no era fácil. Las plazas se obtenían por oposición, en el plantel daban informes, proponían actividades y presentaban calificaciones.

Entre los más importantes de la época destacan Ignacio Manuel Altamirano llamado por sus alumnos “el maestro de la juventud”, por sus tan interesantes clases, Gregorio Torres Quintero famoso por su método innovador de enseñar a leer y a escribir, Manuel María Contreras, autor de los textos de las materias que enseñaba (algebra y aritmética), Ramón Manterola quien dedicó toda su vida a la educación y afirmaba que el maestro es el “primer instrumento pedagógico” y Dolores Correa Zapata que enseñaba economía doméstica y deberes de la mujer.

LA PRÁCTICA ES LO QUE VALE

La preparación académica en la Normal era excelente pero demasiado extensa lo cual era una falla que se generalizó en la educación superior porfiriana. El maestro cumplía con su profesión y con una función pública porque su trabajo afectaba a la sociedad entera.

La carrera de normalista fue la más popular durante el Porfiriato. En 1900, 19 estados tenían instituciones para formar maestros. Los alumnos ejercitaban la parte práctica en una escuela primaria anexa o en una de párvulos. Hacía 1900 había en la republica alrededor de 8000 maestro, de los cuales solo 2000eran titulados a pesar de que la mayoría de las unidades lo exigían.

La carrera era bien vista por la sociedad y aunque por lo general la reservaban para hombres había ciertos rasgos como el amor, la bondad y la paciencia los cuales, los pedagogos del Porfiriato consideraban que la mujer estaba más preparada que el hombre para enseñar a los niños.

Los sueldos estaban sujetos a las leyes de la oferta y la demanda, a las mujeres se les pagaba menos que a los hombres. La escasez de plazas y los sueldos tan bajos asolaron a los normalistas durante todo el Porfiriato. Había una incongruencia entre la demanda de maestros y la oferta de trabajo. En algunos casos el gobierno ayudó a varios maestros, pero hizo muy poco para aumentar sus salarios. La condición crítica de los maestros provocó un gran descontento, trato que participaron en la revolución, tanto en forma ideológica como en la lucha armada

INTRODUCCIÓN

Mediante este trabajo se expondrá el tema de la escuela pública y el reconocimiento legal a la docencia como profesión y el surgimiento de instituciones formadoras de docentes, en los siguientes subtemas “Hombres y mujeres quieren enseñar”, “La igualdad femenina”, “Maestros de maestros” y “La práctica es la que vale”.

Se abordarán los aspectos a debatir de Justo Sierra en cuanto a la pregunta ¿Debe exigirse título a los profesores de instrucción primaria? puntualizando los compromisos que debía acaparar el Estado para resolver los problemas de los docentes.

Trataremos la necesidad en la época del Porfiriato de formar docentes, los lineamientos y funciones de la Escuela Normal y la importancia de la profesión.

Se plantearán los inicios en la igualdad femenina con la apertura de la Escuela Normal de Profesoras y los programas de estudio de esta época así como sus objetivos y cambios.

Hablaremos sobre las características de los maestros normalistas y profundizaremos en algunos de los más importantes. Además analizaremos los motivos de descontento de los docentes.

CONCLUSIÓN

En este trabajo se plantearon los argumentos que tenía Justo Sierra sobre si debía exigírseles título a los maestros de primaria, como pensaba que no era apropiado ponerles obstáculos y que el Estado debía desempeñar la función de civilizador, promotor y facilitador de la educación.

Además se explicó la necesidad de formar maestros en el régimen Porfiriano, que la misión de éstos era ver por el desarrollo integral del niño en sus partes física, moral e intelectual y la importancia que le dio Joaquín Baranda a la apertura de la Escuela Normal de Profesores para la cual se tomaron de base la legislación escolar de los países civilizados. Que su objetivo era servir de regla de enseñanza a la que debían ajustarse las demás escuelas pues ésta era la base de ellas.

Tratamos la transformación de la Escuela Secundaria para Niñas en Normal para Profesoras en el año de 1890 y como en esta época se le otorga mas igualdad mediante la instrucción. Así como los planes de estudios profundizando en las reformas de 1902 y 1908 y como los contenidos eran excelentes y completos pero a la vez demasiado ambiciosos y extensos.

Analizamos a los más destacados profesores normalistas con una breve reseña de sus aspectos mas importantes a considerar, al igual que las dificultades que tenían los docentes en cuanto a salarios y obtención de plazas y como había una incoherencia entre la demanda de maestros y la oferta de trabajos, que con el poco apoyo del gobierno se provocó el disgusto de éstos llevándolos a participar en la revolución.

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