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Terrorismo En El Peru


Enviado por   •  23 de Junio de 2015  •  1.947 Palabras (8 Páginas)  •  242 Visitas

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CASO “ATENTADO EN TARARA”

En la década de los ochenta el Perú fue lugar de convulsiones políticas y violencia armada, esto debido a la presencia de grupos subversivos, que comenzaron una campaña interna con el mayor objetivo de obtener el poder del estado mediante la revolución comunista, que en un primer plano defendía los derechos e intereses del pueblo pero que a fondo significó el padecimiento de este. Comenzó entonces una seria de acciones sistemáticas que incluían el uso de la fuerza y la intimidación. Un claro ejemplo de su proceder fue el atentado a la calle miraflorina de Tarata, realizado el 16 de julio de 1992.

La zona residencial de Tarata padeció su destrucción tras múltiples explosiones , quinientos kilos de explosivos sacudieron al tradicional distrito limeño de Miraflores. A las nueve de la noche, dos agencias bancarias ubicadas en la zona comercial sufrieron atentados dinamiteros; pero veinte minutos más tarde, un “coche-bomba” estalló en el cercano Jirón Tarata. Veintitrés muertos, más de cien heridos, varios distritos destruidos, cerca de doscientas viviendas dañadas y pérdidas materiales por más de tres millones de dólares fueron el saldo de ese feroz atentado terrorista, que en un primer momento había de ejecutarse en la concurrida avenida Larco.

La noticia impacto en todo el país. Según Abimael Guzmán la guerra pasaba a una etapa de “equilibrio estratégico” que precedía a la destrucción del Estado y la captura definitiva del poder. Se había dado inicio al VI plan militar denominado “Construir la conquista del poder” , y ¿con que fin realizó ese plan?, pues para regir al estado por un código único y moral .

Mientras el plan se ejecutaba, fueron los pobladores de aquella época los que vivían el terror de no saber que podría pasar después de algunos minutos, a la hora o inclusive al día siguiente, nadie tenía la vida segura; varios optaban por quedarse en casa y no salir pero ni así podían salvarse, ya que los terroristas podían entrar a la fuerza y provocar una tragedia como solían realizar, en este caso la muerte.

Pero además, Tarata marcó un punto de quiebre: por primera vez, los sectores medio y alto de Lima sintieron en carne propia los efectos de un conflicto armado que durante doce años había segado las vidas de miles de peruanos en el interior. Nadie era ya invulnerable ante ese enemigo letal que había trasladado su ofensiva militar del campo a la cuidad para tomar el poder por la violencia, sin respetar los derechos de aquellos pobladores.

Tarata así vulneró la inmunidad de la Lima acomodada, había sido un golpe al corazón del comercio y la clase pudiente, fue el primer atentado en una zona residencial lejos de las acciones realizadas en las zonas marginales, lo que denominaba “cinturón de miseria” de Lima sobre objetivos de poca trascendencia en su difusión aún luego de más de una década de derramamiento de sangre .

Dos días después, Sendero Luminoso hacia detonar otro “coche-bomba” en Villa El Salvador. La marcha conjunta que realizaron sus pobladores y los de Miraflores fue el símbolo de una nueva conciencia solidaria ante el terror, miles salieron a las calles a expresar su rechazo a la violencia.

El Perú había estado sumido en una inconsciencia voluntaria, es decir en un límite entre lo máximo que una persona puede tolerar tratando de ignorar lo que sucede a su alrededor, y lo que es evidente cuando se vive la desgracia como víctima.

Fue un error de cálculo del líder de Sendero Luminoso, porque no esperaba un rechazo colectivo que ya no sólo era del Perú interno, sino además ahora también ganó el repudio de la clase media, alta; como consecuencia el pueblo peruano lejos de fraccionarse, comenzó a integrar esfuerzos por velar por la paz y los derechos humanos, lo cual devino en que dos meses más tarde, el autor intelectual de los crímenes, Abimael Guzmán Reinoso, era capturado en una residencia del distrito de Surquillo. Sin su líder, Sendero Luminoso dio paso al comienzo de su fin.

Fue evidente la hipocresía e indiferencia de la población limeña que trataron de mantenerse alejada del conflicto hasta que se perpetró este atentado y dio inicio al compromiso de las autoridades encargadas de velar por la seguridad, así como el compromiso de los mismos ciudadanos a conservar la paz, luego de haber pasado por alto doce años de violencia interna . Pero de lo contrario la suma de sus fuerzas nunca hubiese podido avizorar el fin del conflicto.

CASO “CHAVIN DE HUANTAR”

El caso de Chavín de Huántar fue una operación realizada con éxito. Esta inició debido a que el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) guerrilla fiel a la tradición marxista tomó la embajada de Japón con 700 rehenes que festejaban el cumpleaños de Morihisa Aoki. La vida de las personas se veía utilizada como un medio para lograr los objetivos del movimiento , los cuales eran utilizados para exigir la liberación de los miembros del MRTA que estaban encarcelados en distintas prisiones del país además de un impuesto de guerra de 6 millones de dólares. Dinero que sería utilizado para financiar la guerra revolucionaria que buscaba la izquierda extrema. Para ello, necesitaban la participación de personas civiles, sea de forma voluntaria o forzada como sucedió en la mayoría de los casos, los cuales se veían obligados a tener los mismos ideales del movimiento. Los principios del movimiento eran teóricos, puesto que ellos actuaban de una manera criminal matando, violando leyes y derechos de muchos civiles. Pero, desde otra perspectiva, Hidetaka Ogura, uno de los rehenes de la embajada de Japón, declaró que hubo un rendimiento de dos emerretistas, también dijo que ellos se daban por vencidos, pero las fuerzas armadas, que sin

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