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Yo En La Historia


Enviado por   •  12 de Febrero de 2014  •  2.111 Palabras (9 Páginas)  •  227 Visitas

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Dumas, una esclava negra de las islas Indias del Oeste de Santo Domingo. Su madre fue Marie-Louise Labouret.

A temprana edad quedó huérfano de padre, a merced de una exigua pensión que le correspondía a la viuda, no pudiendo darle a su hijo más educación que la escasa y precisa de sus rentas.

En 1811 ingresó en la Escuela del Abad Gregorie y permaneció en ella hasta 1813. Puede decirse que de la escuela pasó a ser pasante de notario (1816) en Villers-Cotterets. Dedicaba entonces, más energía en la caza que al estudio de leyes. En 1819 conoce a Adolphe de Leuven con quien escribiría su primer trabajo literario.

En 1822 realiza su primer viaje a París. Gracias a algunas cartas de recomendación para los antiguos compañeros de su padre y a su perfecta caligrafía consiguió una plaza de escribiente en la secretaría del Duque d'Orléans. Mientras tanto continaba escribiendo y completando su formación de manera autodidacta. Leía con voracidad, sobre todo historias de aventuras de los siglos XVI y XVII, asistía a las representaciones del teatro antiguo, viendo por vez primera la producción de Shakespeare, Hamlet logrando entusiasmarlo de tal modo, que desde ese momento quedó resuelta su vocación artístico-literaria.

Sir Walter Scott, primer Baronet (Edimburgo, 15 de agosto de 1771 – Abbotsford House, Melrose, Escocia, 21 de septiembre de 1832). Fue un prolífico escritor del Romanticismo británico, especializado en novelas históricas, género que creó él tal y como lo conocemos hoy, además de poeta y editor escocés. Fue conocido en toda Europa en su época, y, en cierto sentido, Scott fue el primer autor que tuvo una verdadera carrera internacional en su tiempo, con muchos lectores contemporáneos en Europa, Australia y Norteamérica.

Sus novelas históricas y, en menor medida, su poesía, aún se leen, pero hoy es menos popular de lo que fue en la cumbre de su éxito. A pesar de ello, muchas de sus obras siguen siendo clásicos en la literatura inglesa y específicamente escocesa. Algunos de sus títulos más famosos son Ivanhoe, Rob Roy, The Lady of the Lake, Waverley y The Heart of Midlothian.

Victor Hugo —inscripción completa en su acta de nacimiento: Victor, Marie Hugo—N 1 (Besanzón, 26 de febrero de 1802 - París, 22 de mayo de 1885), fue un poeta, dramaturgo y escritor romántico francés, considerado como uno de los escritores más importantes en lengua francesa, hermano de los escritores Eugène Hugo y Abel Hugo. También fue un político e intelectual comprometido e influyente en la historia de su país y de la literatura del siglo XIX.

Ocupa un puesto notable en la historia de las letras francesas del siglo XIX en una gran variedad de géneros y ámbitos.1 2 Fue un poeta lírico, con obras como Odas y baladas (1826), Las hojas de otoño (1832) o Las contemplaciones (1856), poeta comprometido contra Napoleón III en Los castigos (1853) y poeta épico en La leyenda de los siglos (1859 y 1877). Fue también un novelista popular y de gran éxito con obras como Nuestra Señora de París (1831) o Los miserables (1862). En teatro expuso su teoría del drama romántico en la introducción de Cromwell (1827),3 y la ilustra principalmente con Hernani (1830) y Ruy Blas (1838).

Su extensa obra incluye también discursos políticos en la Cámara de los Pares, en la Asamblea Constituyente y la Asamblea Legislativa —especialmente sobre temas como la pena de muerte, la educación o Europa—, crónicas de viajes —El Rin (1842) o Cosas vistas, (póstuma 1887 y 1890)—, así como una abundante correspondencia.

Contribuyó de forma notable a la renovación lírica y teatral de la época; fue admirado por sus contemporáneos y aún lo es en la actualidad, aunque ciertos autores modernos le consideren un escritor controvertido.4 Su implicación política, que le supuso una condena al exilio durante los veinte años del Segundo Imperio francés (1852-1870), permitió a posteriores generaciones de escritores una reflexión sobre la implicación y el compromiso de los escritores en la vida política y social.

Sus opiniones, a la vez morales y políticas,5 y su obra excepcional, le convirtieron en un personaje emblemático a quien la Tercera República honró a su muerte con un funeral de Estado, celebrado el 1 de junio de 1885 y al que asistieron más de dos millones de personas, y con la inhumación de sus restos en el Panteón de París.

Mary Wollstonecraft Godwin (Londres, 30 de agosto de 1797 - íd., 1 de febrero de 1851), conocida como Mary Shelley, fue una narradora,2 dramaturga, ensayista, filósofa y biógrafa británica,3 reconocida sobre todo por ser la autora de la novela gótica Frankenstein o el Moderno Prometeo (1818).4 También editó y promocionó las obras de su esposo, el poeta romántico y filósofo Percy Bysshe Shelley.5 Su padre fue el filósofo político William Godwin y su madre la filósofa feminista Mary Wollstonecraft.6

La madre de Mary falleció tras darla a luz, por lo que ella y su hermana mayor, Fanny Imlay, serían criadas por su padre.7 Cuando Mary tenía tres años, Godwin contrajo matrimonio con su vecina, Mary Jane Clairmont.8 Godwin dio a su hija una educación que la alentó a adherirse a las teorías políticas liberales.9 En 1814, Mary Godwin inició una relación sentimental con uno de los seguidores políticos de su padre, Percy Bysshe Shelley, quien ya estaba casado.10 Los dos, junto con la hermanastra de Mary, Claire Clairmont, vivieron en Francia y viajaron por Europa; a su regreso a Inglaterra, Mary estaba embarazada.11 Durante los dos años siguientes, ella y Percy se enfrentaron al ostracismo social, a las deudas constantes y a la desgracia del fallecimiento de su hija, nacida prematuramente. Se casaron a finales de 1816, luego del suicidio de la primera esposa de Percy Shelley, Harriet.12

En 1817, la pareja pasó un verano con George Gordon Byron, John William Polidori y Claire Clairmont cerca de Ginebra, Suiza, en donde Mary concibió la idea para su novela Frankenstein.13 Los Shelley abandonaron Gran Bretaña en 1818 y se mudaron a Italia, en donde su segundo y su tercer hijo murieron antes de que Shelley diese a luz a su último hijo, el único que sobrevivió, Percy Florence.14 En 1822, su esposo se ahogó al hundirse su velero, durante una tormenta en la Bahía de La Spezia.15 Un año después, Mary Shelley regresó a Inglaterra y desde entonces en adelante se dedicó a la educación de su hijo y a su carrera como escritora profesional.16 La última década de su vida estuvo plagada de enfermedades, probablemente vinculadas al tumor cerebral que acabaría con ella a los 53 años.17

Hasta la década de 1970, Mary Shelley fue principalmente reconocida por sus esfuerzos para publicar las obras de Percy Shelley y por su novela Frankenstein, la cual sigue siendo ampliamente leída y ha inspirado varias adaptaciones en cine y teatro.18 Recientemente, los historiadores han comenzado a estudiar más detalladamente los logros de Mary Shelley. Los eruditos han mostrado un interés creciente en su producción literaria, particularmente en sus novelas, como las novelas históricas Valperga (1823) y Perkin Warbeck (1830), la novela apocalíptica El último hombre (1826) y sus dos últimas novelas, Lodore (1835) y Falkner (1837).19 Los estudios de sus trabajos menos conocidos, como el libro de viajes Caminatas en Alemania e Italia (1844) y sus artículos biográficos incluido en la obra de Dionysius Lardner Cabinet Cyclopaedia (1829–46) apoyan el punto de vista de que Mary Shelley continuó siendo una política radical a lo largo de su vida. Las obras de Mary Shelley a menudo argumentan que la cooperación y la compasión, particularmente las practicadas por las mujeres en sus familias, son las formas de reformar a la sociedad civil. Esta visión constituyó un desafío directo al romanticismo individual promovido por Percy Shelley y a las teorías políticas educativas articuladas por su padre, William Godwin.20

Edgar Allan Poe (Boston, Estados Unidos, 19 de enero de 1809 – Baltimore, Estados Unidos, 7 de octubre de 1849) fue un escritor, poeta, crítico y periodista romántico1 2 estadounidense, generalmente reconocido como uno de los maestros universales del relato corto, del cual fue uno de los primeros practicantes en su país. Fue renovador de la novela gótica, recordado especialmente por sus cuentos de terror. Considerado el inventor del relato detectivesco, contribuyó asimismo con varias obras al género emergente de la ciencia ficción.3 Por otra parte, fue el primer escritor estadounidense de renombre que intentó hacer de la escritura su modus vivendi, lo que tuvo para él lamentables consecuencias.4

Fue bautizado como Edgar Poe en Boston, Massachusetts, y sus padres murieron cuando era niño. Fue recogido por un matrimonio adinerado de Richmond, Virginia, Frances y John Allan, aunque nunca fue adoptado oficialmente. Pasó un curso académico en la Universidad de Virginia y posteriormente se enroló, también por breve tiempo, en el ejército. Sus relaciones con los Allan se rompieron en esa época, debido a las continuas desavenencias con su padrastro, quien a menudo desoyó sus peticiones de ayuda y acabó desheredándolo. Su carrera literaria se inició con un libro de poemas, Tamerlane and Other Poems (1827).

Por motivos económicos, pronto dirigió sus esfuerzos a la prosa, escribiendo relatos y crítica literaria para algunos periódicos de la época; llegó a adquirir cierta notoriedad por su estilo cáustico y elegante. Debido a su trabajo, vivió en varias ciudades: Baltimore, Filadelfia y Nueva York. En Baltimore, en 1835, contrajo matrimonio con su prima Virginia Clemm, que contaba a la sazón trece años de edad. En enero de 1845, publicó un poema que le haría célebre: "El cuervo". Su mujer murió de tuberculosis dos años más tarde. El gran sueño del escritor, editar su propio periódico (que iba a llamarse The Stylus), nunca se cumplió.5 6

Murió el 7 de octubre de 1849, en la ciudad de Baltimore, cuando contaba apenas cuarenta años de edad. La causa exacta de su muerte nunca fue aclarada. Se atribuyó al alcohol, a congestión cerebral, cólera, drogas, fallo cardíaco, rabia, suicidio, tuberculosis y otras causas.7

La figura del escritor, tanto como su obra, marcó profundamente la literatura de su país y puede decirse que de todo el mundo. Ejerció gran influencia en la literatura simbolista francesa8 y, a través de ésta, en el surrealismo, pero su impronta llega mucho más lejos: son deudores suyos toda la literatura de fantasmas victoriana y, en mayor o menor medida, autores tan dispares e importantes como Charles Baudelaire, Fedor Dostoyevski,9 10 11 William Faulkner,12 Franz Kafka,11 H. P. Lovecraft, Ambrose Bierce, Guy de Maupassant, Thomas Mann,13 Jorge Luis Borges, Clemente Palma, Julio Cortázar, etc. El poeta nicaragüense Rubén Darío le dedicó un ensayo en su libro Los raros.

Poe hizo incursiones asimismo en campos tan heterogéneos como la cosmología, la criptografía y el mesmerismo. Su trabajo ha sido asimilado por la cultura popular a través de la literatura, la música, tanto moderna como clásica, el cine (por ejemplo, las muchas adaptaciones de sus relatos realizadas por el director estadounidense Roger Corman), el cómic, la pintura (varias obras de Gustave Doré, v. gr.) y la televisión (cientos de adaptaciones, como las españolas para la serie Historias para no dormir). (Vid. Repercusión de Edgar Allan Poe).

Según Kevin J. Hayes, editor de The Cambridge Companion to Edgar Allan Poe [Guía de Cambridge para Edgar Allan Poe], «la diversidad artística de aquellos que cayeron bajo el hechizo de Poe indica el alcance de su influencia. Los mejores artistas utilizaron las imaginativas obras de Poe como base para sus teorías estéticas. [...] En pocas palabras, los escritos de Poe han promovido la generación artística y estética de una gran variedad de disciplinas creativas».14

The Penguin Encyclopedia of Horror and the Supernatural [Enciclopedia Penguin del horror y lo sobrenatural] afirma sobre este autor: «Revolucionó el cuento de terror, dotándolo de originales perspectiva psicológica, coherencia de tono y atmósfera; escribió algunos de los mejores y más conocidos poemas líricos del mundo, y también algunas de las más sensacionales novelas cortas del siglo XIX, e impresionó vivamente a autores como De la Mare, Stevenson, Doyle, Lovecraft y Borges. Sin embargo, a lo largo de los años la obra de Edgar Allan Poe ha recibido críticas decididamente enfrentadas».15

Según la Encyclopædia Britannica: «Su agudo y sólido juicio como comentarista de la literatura contemporánea, la virtud musical y el idealismo de su poesía, la fuerza dramática de sus cuentos, dotes que se le reconocieron ya en vida, le aseguran un puesto destacado entre los hombres de letras más universalmente reconocidos».16

El genio de Poe, en palabras del crítico Van Wyck Brooks, no tenía parangón en su tiempo, y su único rival de entidad como prosista y cuentista fue quizá Nathaniel Hawthorne.17

Para el poeta francés Stéphane Mallarmé, Poe fue «el dios intelectual» de su siglo.18

En una de sus cartas, dejó escrito:

Estudió derecho en Marburgo y también en París, Francia, pero trabajó como bibliotecario

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