Agenda para el siglo XXI

               Agenda para el siglo XXI

Las crisis provocan oportunidades de cambio  y de un progreso y  esto no  se puedo conseguir con condiciones normales, con el empiezo del nuevo siglo esto es posible, esto gracias al esfuerzo y la visión de mucho hombres y mujeres que lucharon durante las últimas décadas para impulsar la democracias y poner fin al  régimen presidencialista, autoritario y corrupto que ha controlado a este país.

Los mexicanos sabían que un país nuevo  era ya necesario, al igual que la política abre la posibilidad para un cambio a largo plazo, un cambio estructural, un cambio de una visión de objetivos, de restablecimiento de la cultura y de los valores étnicos.

Nuestra visión es optimista porque se piensa que México es un país con muchas riquezas, lo cual es cierto de alguna manera, pero no del todo, pero aun con muchas pobreza y muchas deudas, por el enorme saqueo de extraños tiene la capacidad de salir a delante. El cambio de destino de los  recursos que el país genere en el futuro será insuficiente para transformar las condiciones de vida.

El proyecto que aquí se plantea es necesariamente de largo plazo, ya que implica la reconstrucción de tejidos sociales dañados, así como la generación de nuevos patrones culturales y estructurales para la sociedad mexicana, se parte de un reducido conjunto de tesis, que sustentan proyectos de desarrollo que han funcionado exitosamente en otros países y aun en el nuestro, pero en escalas pequeñas y con carácter local el cual incluye algunos de estos puntos:

-La promoción y  el reconocimiento del  sector servicios con alto contenido  intelectual, como factor de desarrollo económico, para elevar las condiciones de vida de la población, y motivar el interés en la educación.

-La formación de la regiones geográficas de alta competitividad ( a un nivel de mercado nacional) en sectores específicos de la producción, mediante el diseño, la instrumentación y el control de cadenas completas de valor agregado.

-La formación de estrategias específicas de desarrollo para los municipios rurales, que permitan incorporarlos al desarrollo nacional al aprovechar recursos locales.

-El reconocimiento y fortalecimiento de los mercados internos, como impulsores del desarrollo económico, la calidad de vida y la educación.

                 Realidad de un proyecto.

El modelo de desarrollo económico y social que se describe en el libro, plantea la creación de aldeas, que constituyen en unidades básicas de producción de viene y servicios específicos, para responder a necesidades originadas fundamentalmente en los centros de población urbana.

En México los trabajadores rurales se han dedicado a cultivar y producir los alimentos requeridos para la población urbana. Las zonas rurales del país, menos saturadas, menos contaminadas y más cercanas a la naturaleza y a los elementos culturales y básicos, ofrecen ventajas incuestionables sobre las zonas urbanas para el desarrollo de una serie de actividades que hoy se realizan en estas últimas en forma deficiente y sin que existan razones específicas para ello.

Así la propuesta plantea la vitalización de las regiones rurales del país como elemento central del desarrollo de México del siglo XXI, para reducir y, en lo posible, eliminar, los graves desequilibrios y concentraciones acumuladas a los largo del siglo XX, utilizando como elemento estratégico central la conformación de cadenas de valor agregado, que operen con objetivos específicos y que serían instrumentadas a través de las aldeas de desarrollo.

Una idea importante en relación con la creación de las aldeas es la referente al territorio físico en el que ellas se ubican. Existen, al menos, tres posibilidades distintas y complementarias:

-La primera de ellas, requiere de la adquisición de un predio específico en el cual se construya la infraestructura física de la aldea, que incluya las viviendas de sus trabajadores y las diferentes unidades productivas.

-La segunda, su ubicación en una comunidad ya establecida en la que sus miembros decidan establecer un contrato colectivo que transforme a la comunidad en aldea de desarrollo con una vocación especifica.

-La tercera opción implica el establecimiento de una sociedad formada por miembros de una o varias comunidades que deciden agruparse en busca de in objetivo común que se plasme en  la conformación de la aldea dentro de las comunidades mismas, identificándose a sí misma mediante un icono o lema registrado.

De la discusión de las diferentes variables de aldeas, es posibles decidir cuál de las opciones es la más adecuada en cada caso.

Aldeas de retiro.

La población de personas mayores a los sesenta años, crece con mayor rapidez que ninguna otra, representando ahora más de 12% de la población total y con una dependencia que llevara a 30% en los próximos cuarenta años.

De este grupo de personas, la llamada tercera edad, viven en la ciudad de mexico más de 12.5 millones de hombres y mujeres de todas clases sociales. Un grupo importante de ellos, seguramente superior a las 500,000 personas cuenta con recursos propios o familiares, para vivir en forma autónoma o en lugares que tienen servicios apropiados para ellos. Instalaciones de este tipo existen en casi todas las ciudades del país, si bien es posible prever que su capacidad pronto quedara desbordada.

 Al mismo tiempo, se puede afirmar que la calidad de vida que tales establecimientos ofrecen y estarán en condiciones de ofrecer, dista de los estándares deseables, por el solo hecho de ubicarse en zonas urbanas, con toda la problemática que ellas representan.

Aldeas deportivas.

La asociación entre vacaciones y deportes es y ha sido muy importante frecuente en todo el mundo; por diferentes estudios realizados en país de alto desarrollo, que sabe que un porcentaje muy alto de tiempo libre de la gente se emplea en la observación o la práctica de algún deporte; esta tendencia se venido incrementado con el tiempo.

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