Análisis del libro “La Nueva Gestion del Talento” de Pilar Jericó

Análisis del libro “La Nueva Gestion del Talento” de Pilar Jericó

Las compañías en la actualidad se enfrentan a ciclos con altas y bajas. La economía se comporta de una manera en la que cada vez aumenta más la competitividad con la que deben manejarse las empresas en un ambiente donde la innovación y la tecnología juegan un papel importante. Debido a esto, en los últimos años, el mundo empresarial pasó de tener un enfoque en productividad y competencias basadas en precio a un enfoque de nueva gestión donde el principal activo es la diferenciación, que viene dada, principalmente, por el talento de las personas que conforman la empresa. En su libro La Nueva Gestion del Talento, Pilar Jericó nos adentra a esta fascinante nueva forma de competencia a la que se enfrentan las empresas y que sienta las bases en las que, como líderes, debemos basarnos para ser pioneros en esta nueva era: la era del talento.

La gestión del talento en las empresas es una labor compleja y sutil, cuyos ingredientes imprescindibles son saber identificarlo allí donde se encuentre, captarlo, desarrollarlo y retenerlo. Hay empresas que son excelentes captadoras de talento pero después no consiguen desarrollarlo o retenerlo. Por ello, resulta cada vez más valioso el papel de un liderazgo capaz de equilibrar todas estas tareas relacionadas con el talento humano, para que las organizaciones y las personas puedan dar lo mejor de sí mismas.

La época industrial fue un período de escasez de oferta. Lo difícil no era ni vender los productos ni encontrar trabajadores, sino conseguir financiación. A quien tuviera dinero y alguna dosis de sentido común, le resultaba mucho más sencillo que ahora alcanzar el éxito empresarial. Fue en esa época cuando tuvieron su origen las famosas fortunas de Rockefeller, Carnegie, Mellon o Guggenheim. Hoy en día ese escenario ha cambiado radicalmente, resulta más fácil que nunca conseguir financiación para comprar maquinarias y demás equipos. Sin embargo, la creciente complejidad de las tecnologías requiere de trabajadores más cualificados para manejarla. Esto hace que al momento de priorizar, las empresas pasen de la exigencia de fuerza a muscular a inteligencia. De esta manera, la tecnología y la globalización han convertido al trabajo no cualificado en un factor de producción secundario y han cedido protagonismo al talento. Pero, precisamente, ahora en la actualidad el talento es lo que precisamente se ha escaseado.

La guerra por el talento acaba de comenzar y va en serio. El campo de batalla de esta guerra es complejo, pero en la medida en que cada empresa sepa identificarlo, busque en nuevos lugares y establezca un compromiso con sus empleados, obtendrá una clara ventaja competitiva respecto al resto. Para perdurar en el tiempo las empresas deberán contar con tres elementos principales: la innovación, necesaria para generar diferenciación en mercados competitivos; la creación de valor para todos los stakeholders y la incorporación del talento como prioridad estratégica. La innovación es un componente crítico ya que permite entrar en el mercado con una mejor estructura de costes y acabar con la ventaja competitiva de otra empresa. De igual manera, los clientes aumentan cada vez más sus exigencias y por ello es vital mantenerse innovando. Por su parte, la creación de valor es primordial porque nos ayuda a entender mejor a los clientes y mejorar la motivación de los empleados. Un ambiente competitivo supone la figura del cliente como una de las prioridades de la alta dirección ya que se busca crear valor para los accionistas a través de la creación de valor para el cliente. Esta creación de valor para el cliente busca fidelizarlo y esto se logra a través de aquellos atributos intangibles como el servicio, la creatividad y la publicidad. Estos atributos intangibles actualmente corresponden la mejor forma de crear diferenciación en una compañía y estos no vienen dados por la fuerza muscular de las personas sino por el talento. De ahí, surge la necesidad de mantener una gestión del talento como prioridad estratégica ya que este es el factor decisivo del cual depende el éxito de las empresas. Muchas veces, en las decisiones estratégicas, solemos enfocarnos mucho en

Luz Delgado. ID 1045081 Gerencia Humana

los datos financieros y de mercado y muy pocas veces nos enfocamos en el talento de las personas que consiguen grandes cosas. Este es un error que como líderes debemos evitar a toda costa.

Cuando hablamos de talento en las empresas debemos enfocarnos en aquel talento que logre movilizar la energía del equipo y que logre a conducir la empresa a alcanzar resultados extraordinarios. Existen tres leyes primordiales de la tecnología que pueden ser aplicables al talento: la ley de Moore (la capacidad de los procesadores

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