Apreciacion Estetica De Pintura
EfrenJimenez16 de Julio de 2011
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Pierre Agustin Renoir
(1841-1919)
Renoir, Auguste (1841-1919), pintor impresionista francés, famoso por sus pinturas resplandecientes e íntimas, en particular las que representan desnudos femeninos. Considerado como uno de los más grandes artistas independientes de su época, es famoso por la armonía de sus líneas, la brillantez de su color y el encanto íntimo de sus muy variados temas pictóricos. A diferencia de otros impresionistas, le interesó más la representación de la figura humana individual o en retratos de grupo que los paisajes; además, tampoco subordinó la composición y plasticidad de la forma a los intentos de interpretación de los iluminación.
Renoir nació en Limoges, el 25 de febrero de 1841. De niño trabajó como decorador en una fábrica de porcelanas de París, a los 17 años copiaba pinturas sobre abanicos, pantallas de lámparas y persianas. Tras su ingreso en la Academia de Bellas Artes, en 1862, Renoir se matriculó en la academia del pintor suizo Charles Gabriel Gleyre, donde conoció a Fridéric Bazille, Claude Monet y Alfred Sisley. Su obra más temprana estuvo influenciada por dos pintores franceses, Monet en su tratamiento de la luz, y el pintor romántico Eugène Delacroix en su tratamiento del color.
En 1864 exhibió por primera vez su obra en París, pero no obtuvo cierto reconocimiento hasta 1874, en la primera exposición de pintores de la nueva escuela impresionista. El baile del Moulin de la Galette (1876, Museo d'Orsay, París) es una de las obras más famosas del impresionismo: una escena de un café, al aire libre, en la que queda patente el dominio de Renoir en el tratamiento de las figuras y en la representación de la luz. Otros ejemplos extraordinarios de su talento como retratista son: Madame Charpentier y sus niños (1878, Museo Metropolitano de Nueva York) y Jeanne Samary (1879, Museo del Louvre de París).
Renoir consolidó su reputación con la exposición individual celebrada en la galería Durand-Ruel de París en 1883. Entre 1884 y 1887 realizó unas series de estudios de grupo de figuras desnudas conocidas como Las grandes bañistas (Museo de Arte de Filadelfia). Estas obras revelan su extraordinaria habilidad para mostrar el brillante y nacarado color y textura de la piel y para comunicar un sentimiento lírico unido a la plasticidad del tema. Su representación de la gracia femenina no ha sido superada en la historia de la pintura moderna. Muchos de sus últimos cuadros tratan también el mismo tema pero en un estilo cada vez más acentuado rítmicamente. Durante los últimos 20 años de su vida padeció de artritis. Aunque le era imposible mover las manos libremente, continuó trabajando con un pincel atado al brazo. Renoir murió el 3 de diciembre de 1919 en Cagnes, una villa al sur de Francia.
Otras destacadas pinturas de Renoir son: El palco (1874, Galerías del Courtauld Institute de Londres), Mujer del abanico (1875) y El Columpio (1875), ambas en el Museo d'Orsay de París, El almuerzo de los remeros (1881, Colección Phillips de Washington), Los paraguas (1883, National Gallery, Londres) y Jarrón de crisantemos (1895, Museo de Bellas Artes de Ruán, Francia), uno de los numerosos bodegones de flores y frutas que pintó a lo largo de su vida.
VINCENT VAN GOGH
Vincent Van Gogh, quien con el tiempo llegaría a ser un grán pintor, nació en 1853 en un pequeño pueblo de Holanda, al norte de Europa. Fue un niño difícil, sensible y nervioso. Su hermano Théo, a pesar de ser cuatro años menor que Vincent, siempre cuidó de él, pues era mucho mas sensato.
Los lazos de afecto que unían a los dos hermanos eran excepcionalmente fuertes. Muy pocas veces se ha oído hablar de una relación fraternal tan conmovedora. Siempre estuvieron muy cerca el uino de el otro y ni siquiera la distancia pudo separarlos. Cuando, ya adultos, las circunstancias los obligaron a vivir en ciudades distintas, se escribían a dirario y en ocasiones hasta dos veces en un mismo día.
Vincent tenía interés en hacer muchas cosas, pero por razones que él mismo desconocía todo lo que emprendía lo dejaba a la mitad. Así sucedió con la escuela, con un buen trabajo que tuvo en una galería de arte y con sus propósitos de dar pláticas religiosasa los mineros de una desolada región de Bélgica (país vecino de Holanda), a quienes deseaba, de todo corazón, brindar apoyo. Todo lo empezaba bién y tenía capacidad para llevarlo a cabo, pero por causa o por otra terminaba por abandonar cuanto se proponía hacer. Sin embargo, sí fué muy constante en dos cosas: su relación con su hermano Théo, durante toda su vida, y su amor por la pintura, a partir de que, a los veintisiete años, decidió ser pintor. Con el fín de prepararse para ello, empezó por copiar dibujos de un pintor a quién admiraba: Jean-François Millet (se pronuncia Yan Fransuá Millé).
Vincent, que tenía los nervios frágiles y se angustiaba con facilidad, se dió cuenta de que dibujar lo tranquilizaba, por lo que, ademas de copiar los dibujos de Millet, se dedicó a hacer bocetos. Como para él no era facil comunicarse con los demás, escogió el camino del arte para expresar sus sentimientos. Los temas que en esa época trató fueron los realcionados con mineros y campesinos, por quienes sentía una grán simptía, pues eran gente trabajadora y sufrida.
En esos días le escribió a su hermano la siguiente carta:
"Querido Théo: Estoy copiando dibujos y creo que si los vieras no los encontrarías tan mal. Si ya tienes los que te pedí de Millet, el pintor que tanto me gusta, envíame los en cuanto puedas. Note preocupes por mí, si logro continuar dibujando me sentiré bién. He interrumpido mi trabajo para escribirte y tengo prisa por continuarlo, de manera que me despido. Te mando un fuerte y cariñoso abrazo.
Vincent
Un poco más tarde, Van Gogh frecuentó el taller de un primo suyo que era pintor. Ahí empezó a pintar al óleo y ralizó algunos paisajes, escenas de la vida campesina y naturalezas muertas. Sus pinturas revelaban ya una sensibilidad inquieta y apasionada.
A Vincent le gustaba copiar la naturaleza, pero -como el decía- "no lograba ponerse de acuerdo con ella". Así pues, optó por crear una naturaleza propia utilizando sus colores y su imaginación. Sin embargo, podría decirse que a Van Gogh, mas que la naturaleza le interezaba la atmósfera. Captar en sus pinturas la transparencia del aire, las partículas de luz, se convirtió en su mayor ambición. A este respecto le escribió a su hermano:
"Mi querido Théo:
Es todo un reto pintar la atmósfera, pero he descubierto que cuando uno realmente quiere hacer algo, lo logra".
Cuando tenía terita y tres años, Vincent, con la ayuda de Théo, se fué a vivir a París. En esa ciudad, visitó todos los museos y entabló relación con varios pintores, con quienes se desvelaba bebiendo ajenjo y platicando sobre su tema favorito: la pintura. Así pudo ampliar sus conocimientos pictóricos, lo que se reflejó en su técnica. Empezó a utilizar un trazo gruezo y vigorozo, añadió a sus pinceladas puntos, rayas y pequeños cuadros y, sobre todo, adoptó los colores puros.
La agitada vida que llevó en París durante mas de dos años y el largo y frío invierno parisino hicieron que el cuerpo y la mente de Vincent se debilitaran. Para recobrar sus fuerzas, decidió irse a vivir a un lugar mas tranquilo y con mejor clima. Escogió una tibia y luminosa región del sur de Francia que le ofrecía, además, una grán riqueza de colores. Ahí se deslumbró con el dorado resplandor del sol, el intenso azul del cielo y el brillo de las estrellas que alumbraban la noche. Al recorrer los campos iluminados por el amarillo-naranja de los girasoles y por el oro viejo del trigo maduro Van Gogh volvió a sentirse niño y se apoderó de él una grán alegría de vivir. Todo esto se reflejo en sus pinturas. Sus vigorosas pinceladas hacían que los objetos representados en ellas parecieran dotados de moviemiento, como si estuvieran animados por entensas emociones. Su paleta de pintor se fué llenando de colores vivos, y en ella mezcló el verde con el rojo, el azul con el naranja, el violeta con el amarillo. Su colorido guardaba poca relación con la realidad, pero !eso que importaba! Era su creación.
Van Gogh pintaba de día y de noche. Pintaba cuando veía: su cama, sus zapatos; los campus de trigo y los girasoles; su propia cara y la de la gente del pueblo. Era como si se hubiera apoderado de él la fiebre del trabajo. Para poder pintar de noche, sujetaba varias velas de su sombrero y le amanecía pintando tabernas iluminadas, campos bañados por la luz de la luna y noches cuajadas de esctrellas.
En esta época fue a pasar una temporada con su amigo Paul Gauguin (se pronunciaPol Gogá), también gran pintor. Vincent quería mucho a Gauguin y decidió, para representar sus deferentes personalidades, hacer dos cuadros: en uno representaría la silla en que Gauguin solía sentarse y en el otro su propia silla. En dichos cuadros podemos observar que mientras la silla de Vincent es muy simple: amarilla, de madera tosca, líneas rectas y asiento de mimbre, en el que reposan su pipa y un rollo de tabaco, la de Gauguin es más elegante: azul, de líneas curvas y asiento acolchonado, sobre el cual pintó un libro y una vela encendida. Con seguridad, Van Gogh usó esos elementos para expresar el cariño y la admiración que sentía por su amigo.
Vincent estaba felíz con la visita de Gauguin y se desvelaba y se emborrachaban mas de lo debido. Si a eso añadimos que su reciente fiebre de trabajo lo había hecho olvidarse de comer
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