Cierto Azul-Ulloa

“Ella llegó con los abejones de mayo” (Ulloa, 2011, p.13). Así inicia la novela Bajo la lluvia Dios no existe de Warren Ulloa Argüello, obra que trata de exponer la doble moral de las clases media y alta de Costa Rica, pero que aún no deja claras las razones del porqué de su mayor reconocimiento: Premio Nacional Aquileo J. Echeverría de Novela.

Para que sea posible analizar los distintos aspectos de la novela conviene hacer un pequeño resumen de la misma. Bernal, personaje principal, es un joven de diecisiete años, estudiante de un colegio privado en San José, e hijo de padres divorciados, ambos pertenecientes a la clase alta. María Belén es una joven de la misma edad, que al igual que Bernal, es fruto de un matrimonio ahora inexistente, liberal, bohemia, artista e indisciplinada. Su madre es una persona espiritualista, y mantiene una buena relación con su hija. Mientras tanto, su padre aparenta ser un importante empresario, pero resulta ser un narcotraficante, abusador y pedófilo que influye fuertemente en el rumbo que toma la vida de su hija.

María Belén ingresa al colegio de Bernal, e inmediatamente lo captura con su belleza. Como todo adolescente precoz, este experimenta una desenfrenada atracción sexual hacia la joven, y cuenta como “… la invocaba debajo de las cobijas por las noches o entre la espuma del jabón por las mañanas.” (Ulloa, 2011, p.13). Principalmente, las experiencias anteriores de la chica son las que descarrilan la vida del muchacho, ya que este decide no poner límites para no parecer un “niño”. Esto desencadena una aventura que los envuelve y expone al narcotráfico, al mundo de las drogas, a la violencia y especialmente, al sexo.

Poco tiempo después de que inician una relación, el personaje principal descubre que su madre ha empezado a salir con un hombre, que resulta ser el padre de su novia. Después de que Bernal logra ganarse la confianza de “Mabe”, tras una confesión, se entera de que su compañera vivió un intento de abuso por parte de su papá, y que desde entonces ha considerado varias veces la idea de suicidarse. Sin embargo, la joven le asegura que ha dejado atrás esas ideas y que ha enfocado su mente en escribir un poemario que llevara el nombre que titula esta novela.

A pesar de que Bernal decide no hablar con su madre respecto a lo que sabe, ambos discuten constantemente, y al joven se le presentan una serie de problemas en el colegio, que finalizan con su vida académica. Cuando María Belén inicia su preparación para los exámenes de bachillerato opta por desaparecer por semanas de la vida de su novio, quien la comprende y se acostumbra a su manera de ser. No obstante, en una de las ocasiones, y después de varios días sin saber de ella, decide ir a su casa para asegurarse de que está bien, sin embargo, se encuentra con todo cerrado y nadie atiende a su llamado.

Bernal decide ingresar por fuerza a la casa, y descubre lo que temía, su novia se ha suicidado justo cuando lo prometió, al terminar su poemario. Después de realizados los exámenes para determinar la causa de muerte, le informan que María Belén terminó con su vida tras un intento de aborto. A pesar de lo evidente, la joven dejó en el lugar donde se encontró su cuerpo una carta, en la que intentaba explicarle a su novio las razones del suicidio. El impacto fue bastante fuerte, y luego de dos semanas de que la tierra cubriera el último beso, el joven entra una etapa en la que piensa que no puede vivir sin ella, y de este modo decide también terminar con su vida.

Una vez presentada la historia de la novela, puede hablarse ahora de sus elementos peritextuales. En primer lugar, se puede observar en su carátula “Sin título”, un óleo, acrílico y carboncillo sobre tela del costarricense José Miguel Rojas González en el cual se visualiza una joven con un gesto provocativo, que representa con creces a María Belén. Al abrir el libro se encuentra la dedicatoria, y en la siguiente página se presentan algunas frases de otras obras literarias y de canciones de grupos, que más adelante serían los favoritos de la protagonista. Además, el libro posee un índice donde se incluyen los 20 capítulos en los que se divide la obra.

El autor hace que en la novela abunden temas como la sexualidad, el alcohol, las drogas, el abuso sexual, el aborto, el narcotráfico y otros, para que el lector conozca la verdadera cara de algunos sectores de la sociedad, donde los padres de familia intentan esconder la falta de atención y de afecto hacia sus hijos siendo extremadamente permisivos, complacientes y haciéndoles pensar que con dinero pueden alcanzar lo que se proponen. Aunado a todo lo anterior, el lenguaje es uno de los elementos que más caracterizan a la novela, ya que se apega completamente a la juventud actual.

Es válido asegurar que la manera de hablar de los personajes es lo que le da más fuerza a la obra, pues quien lea el libro se sentirá también parte de todo lo que se vive en él, ya que lo hace parecer cotidiano. Un ejemplo clave se observa en este fragmento: "Sí, pero yo venía cada semana a Chepe a visitar a unos tíos que vivían en Los Yoses..." (Ulloa, 2011, p.128), en primer lugar porque los lugares que visitaban los personajes a lo largo de la obra son conocidos o al menos han sido escuchados en algún momento por los lectores, y además porque esto permite que plasmar todo en la imaginación no sea tan complicado.

En esta novela, se distingue a Bernal como un narrador que protagoniza los hechos que explícitamente narra, especialmente sus experiencias sexuales. En la lectura completa de la novela se observa el uso de la primera persona, y se muestra en fragmentos como “… Mabe se tomó la tan ansiada birra, y mientras, yo vomité hasta cuatro veces.” (Ulloa, 2011, p.109), lo que se puede percibir como una estrategia del autor para que el lector, conociendo los pensamientos de un joven de este estrato social, viva la crudeza de lo que se cuenta, ya que es el principal objetivo de la obra.

Por otra parte, en la novela es posible encontrar algunas historias dentro de la principal, de hecho ciertas partes como “Fue una tarde, yo estaba en tercer año del cole, había salido temprano y tenia que hacer una tarea; al llegar a la choza descubrí un bulto en la mesa, me extrañó y lo abrí para ver de quién

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