Comentarios sobre el mercader de Venecia

No es necesario ser un especialista en literatura clásica, ni siquiera un ávido lector, para reconocer, aunque sea a grandes rasgos, algunas obras o frases de uno de los más importantes escritores que nos ha dado la literatura inglesa y tal vez universal.

“Ser o no ser, esa es la cuestión” comienza diciendo el soliloquio más famoso de Hamlet.

“El amor es un humo que sale del vaho de los suspiros; (...) Una locura muy sensata, una hiel que ahoga, una dulzura que conserva” dijo Romeo, casi finalizando el primer acto de la Escena I.

“¿Que es el nombre? La rosa olería tan dulcemente con cualquier otro nombre” diría Julieta en el segundo acto de la escena II.

“La buena fama en el hombre mi querido señor, es la joya elevada. Quien me roba riquezas, roba basura, es algo que no vale nada, pero quien me arrebata mi buen nombre me roba algo que a él no lo enriquece y a mí de veras me empobrece” dijo, paradójicamente, el traidor Iago. (Esta frase no sé si es de las más conocidas, pero a mí me gustó desde la primera vez que la leí).

Sin embargo, en esta ocasión quisiera salir de las obras más reconocidas del autor, de las “tragedies”, por cierto muy bien analizadas por varios de los compañeros y adentrarnos en la comedia de Shakespeare, particularmente en “El mercader de Venecia”. No hay duda de que es una obra muy famosa también, y aunque compleja y con su cuota de drama, no tiene un final tan amargo como los casos citados anteriormente.

La obra se divide en cinco actos, el primero dividido en tres escenas, el segundo en nueve, el tercero en cinco, el cuarto en dos y finalmente el quinto acto se presenta solamente en una escena.

Al ser una obra de teatro tiene un estilo de narración directo, compuesto básicamente por diálogos.

Es muy interesante que dentro de la misma obra hay varias historias que subyacen y se relacionan una con la otra.

Comenzamos con la historia principal dada por el protagonista, Antonio y el antagonista Shylock, un judío usurero. Antonio es el garante de un préstamo que tiene una particularidad: en caso de tener que ejecutar la garantía, el trato conviene que lo que tendrá que pagar Antonio es una libra de carne extraída de su propio cuerpo.

Como personajes principales encontramos a Basanio, amigo de Antonio y a Porcia una rica heredera de Belmont que se tiene que casar, por un raro pedido de su padre, con quien elija el cofre donde se encuentra la imagen de la bella princesa. Esta es la historia de amor principal, la que motiva el pedido de ayuda de Basanio a Antonio. La necesidad de tener que viajar para luchar y conquistar a la princesa.

Finalmente están las historias de Graziano, amigo de Antonio y Basanio, con Nerissa la dama de compañia, confidente y consejera de Porcia y la de Lorenzo, otro amigo de Basanio, con Jessica, la hija de Shylock. Si decimos que la historia de Basanio y Porcia es la principal, tenemos que decir que la de Lorenzo y Jessica es la “verdadera” ya que a diferencia de Basanio, que comienza más interesado en la fortuna de Porcia que en Porcia misma, Lorenzo desde un primer momento se enamora de Jessica. “Maldito sea si no la amo con todo mi corazón porque es hermosa, discreta y sincera, ocupará siempre de lleno mi alma constante” dijo el enamorado.

Decimos que las tramas están relacionadas porque se necesitan mutuamente, transcurren una en función de la otra y confluyen todas en un final feliz, típico de las comedias. (Gran diferencia con las tragedias, como mencionamos anteriormente).

Continuemos y veamos esta relación. Antonio no puede hacer el préstamo porque tiene toda su fortuna invertida en barcos mercantes que se encuentran en viaje. Sabiendo que no será problema cancelar la deuda es que decide salir de garante para poder costear el viaje de Basanio. Por otro lado, Basanio tiene éxito en su objetivo ya que logra acertar, con cierta ayuda, el cofre correcto que le permite casarse con Porcia. Como una historia paralela a la de Basanio, pero en un nivel inferior y sujeta a la suerte de la historia principal, Graziano también termina anunciando su matrimonio con Nerissa.

Mientras tanto en Venecia, el otro lugar donde transcurre la obra además de Belmont, Antonio se entera que sus barcos se hundieron, lo que impide pagar la suma adeudada por Basanio. Este al enterarse de lo sucedido inmediatamente vuelve a Venecia, ahora como hombre rico, tratando de convencer a Shylock de recibir 10 veces más de lo que le había prestado con el fin de que no se tenga que sacar la libra de carne su amigo. Ante la negativa del judío de aceptar la propuesta, todo termina en un juicio presidido por el Dux. Sin que Basanio lo supiera, Porcia viaja en secreto con Nerissa  y disfrazada de hombre se ofrece como experto en leyes para asesorar al Dux en el juicio. Usando una estrategia legal, (el trato permitiría tomar una libra de carne, pero ni una gota de sangre), permite que Antonio no tenga que pagar la deuda, es más, acusa al Judío de intentar matar a un cristiano, lo que significaba perder todos sus bienes.

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