DEBIDO PROCESO

CAPITULO I

ANTECEDENTES DE LOS MEDIOS DE PRUEBAS EN MATERIA CIVIL

1.1.-Evolución de la Prueba Civil en la Antigüedad

En todos los pueblos antiguos, las costumbres y los prejuicios dominantes tenían una influencia inmediata sobre los modos empleados para comprobar los hechos. Al relatar la historia del Derecho Probatorio, debe comenzarse por la época que algunos dominaban pre-jurídica, la cual se caracterizó porque imperó la ausencia de pruebas, es decir, fue el tiempo en que cada uno hacía justicia por sí mismo, fuera de la presencia del Juez.

En ese periodo cada uno era Juez en sí mismo, si uno reconocía no tener razón (lo cual era raro) se excusaba y daba satisfacción, si juzgaba que la tenía y que el opositor pensaba lo contrario, promovía un conflicto con las armas en la mano, que podría sobrevenir en un duelo, pero para no colocar al adversario desleal en la situación de defenderse, lo atacaba de improvisto y ejecutaba la sentencia que él unilateralmente se había dado.

Pero con los tiempos y la difusión de la enseñanza, se llegó a la conclusión de que la prueba escrita ofrecía mejores garantías que la prueba oral. En efecto, el testigo puede engañarse u olvidar o puede también tratar de engañarnos, en tanto que lo que se ha escrito allí queda. Es por eso que los Códigos modernos le dan preeminencia a la prueba por documentos que a la prueba testifical, admitiendo ésta pero con lógicas restricciones.

El aspecto histórico de las pruebas se remonta a las sociedades primitivas. En el texto, la comisión de un delito era necesario la aplicación de una pena, en muchos de los casos sometidos ajuicio había que descubrir quién fue el hombre o mujer que cometió el delito.

Para llegar a la etapa del juicio donde se aplicaría la reprobación o pena, utilizaban de pruebas que las consideramos como irracionales, pero que estaban estrechamente relacionadas con el desarrollo social y jurídico de estos pueblos primitivos. Varios historiadores coinciden en afirmar que la noción de la divinidad jugaba un papel fundamental en los juicios penales.

En el antiguo oriente las ordalías, (o juicio de la divinidad), estaban estrechamente relacionados a las explicaciones sobrenaturales. Conocían las pruebas de la naturaleza. Usaban el agua, el fuego, la mezcla de yerbas naturales, para determinar quien era el poseedor de la verdad, si el acusador o el acusado.

Todo era explicado invocando a los dioses. Incluso existieron épocas donde el sacerdote tribal era el juzgador, pero este en vez de determinar la culpabilidad o inocencia del acusado era quien se encargaba de realizar el rito de las ordalías, el cual consistía en la confesión voluntaria, o se procedería a suministrarle a la persona acusada una sustancia producto de la mezcla de varias yerbas, invocando una especie de oración a la divinidad y la persona sólo podía sobrevivir si continuaba siendo limpio.

Los griegos y los romanos no quedaron ajenos a tales juicios, pero pronto superaron estas formas de pruebas, aunque no de manera absoluta. Aplicaron métodos de pruebas más racionales en comparación a los primeros.

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La Iglesia Católica Jugó un rol determinante en la eliminación de estas formas de juicio y el establecimiento de Juicios más respetuosos de la persona humana. A través del Concilio de Letrán se pronunció en contra de los juicios u ordalías en 1215. Aquí apareció el juicio oral y público donde por primera vez las partes se pueden hacer representar. El hecho controvertido había que rebatirlo ante el Juez. Aquí pasaron a ser la confesión y posteriormente la documental las pruebas más operativas.

El derecho feudal conservó características propias y otras aportadas por el derecho germano. Principalmente, la acusación correspondía a la persona que se consideraba dañada probar la culpabilidad y reclamar por este hecho una especie de compensación, pero no sólo el acusador privado, sino que apareció también una figura jurídica que se encargó de buscar una condena pecuniaria en favor del rey; muchos tratadistas ubican aquí el surgimiento del Ministerio Público.

1.2.-Historia de la Prueba en el Derecho Francés

Al igual que gran parte de la Europa Continental, Francia conoció el sistema de prueba legal, donde el juez debía fallar en base a los medios estrictamente organizados por la ley; Se fijaba el valor de las pruebas. Sólo se admitía las pruebas que la ley reconocía como válidos; Muchos autores expresan que este sistema de pruebas fue el que rigió durante el antiguo derecho francés.

En los años de 1780 y subsiguientes, las publicaciones doctrinarias de autores de Derecho Francés y otros, expresaban sus opiniones en contra de las reglas del proceso penal. Estos ataques no fueron indiferentes a las normas probatorias. Otros profesionales como filósofos y sociólogos se expresaron en contra de este régimen legal, hasta que en el año 1789, el acontecimiento político militar introdujo varios cambios a esa sociedad.

El ordenamiento procesal penal fue transformado y algunos doctrinarios consideran el aspecto probatorio que vino a gobernar el proceso penal más liberal. Con la promulgación del Código de Instrucción Criminal Francés se introdujo el sistema de pruebas por convicción en donde el juez falla según su conciencia y se admiten todos los medios de pruebas.

Este sistema de la íntima convicción o moral, como lo llaman algunos tratadistas, es el que gobierna el sistema penal de las pruebas en República Dominicana. Este sistema rige entre nosotros por aplicación de las normas del derecho francés que experimenta nuestro país, pero la misma conformación de las reglas formales de derecho hicieron necesaria la implementación de importantes atenuaciones.

Sin embargo, la audiencia tiene sus orígenes en los primeros juicios conocidos por la humanidad, los mismos eran realizados en nombre de Dios; ya que la religión se mezcló a estas luchas brutales, las cuales ensangrentaban la tierra al perpetuarse las guerras privadas.

Pasado un largo tiempo se entabló la lucha entre los sacerdotes y el imperio, fue entonces, cuando aparecieron las leyes, jueces, los sacerdocios políticos, es de ahí que la justicia se administró en nombre de lo nacional, bien estuviera administrado por el rey, los nobles o por el pueblo.

Este sistema inquisitorio fue extraordinario y complejo, ya que no existió una norma general para su organización, por ello, la jurisdicción

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