DISTRIBUCION DEL INGRESO Y POBREZA

El Instituto Nacional de Estadística acaba de publicar un excelente informe sobre indigencia, pobreza y distribución del ingreso, temas centrales para un gobierno de izquierda cuya identidad está centrada en la búsqueda de mayores elementos de equidad y de igualdad. Uno de los indicadores de la distribución del ingreso es el coeficiente de Gini que evoluciona entre 0 (la mayor igualdad) y 1 (la mayor desigualdad). En los últimos años este coeficiente viene descendiendo alcanzando a 0,432 uno de los más bajos de América Latina fruto esencialmente de la historia del Uruguay del siglo XX, con una sociedad muy integrada y un papel muy importante del Estado de Bienestar. Viene bajando desde el pico de 2004, que alcanzó a 0,46, pero aún está por arriba de las cifras de 1985 a 1995 donde el coeficiente de Gini era inferior a 0,42. Otro indicador de la distribución del ingreso deriva del análisis por deciles, donde el 20 % de mayores ingresos se apropia de casi el 50% de los ingresos mientras que el 50% de menores ingresos sólo obtiene el 23% de los mismos. Otra forma de observar el fenómeno deriva que el 10% de mayores ingresos tiene un ingreso casi 17 veces superior al que recibe el decil de menores ingresos. Es muy llamativa la distancia entre el decil de mayores ingresos con respecto al resto de los deciles, ya que ese 10% de mayores ingresos se apropia del 32% de los ingresos totales y es el que más crece entre el 2009 y el 2008 y probablemente una de las explicaciones de un leve incremento de la desigualdad entre 2009 y 2008. En este 10% de mayores ingresos se ubican personas con altos niveles salariales y empresarios, especialmente ubicados en las cadenas de valor de los sectores exportadores, que se aprovecharon de los elevados precios internacionales de los productos de exportación sin tener que abonar mayores impuestos. Se requiere un estudio más profundo para conocer quienes se ubican en este decil de mayores ingresos para buscar mecanismos de redistribución. En la otra punta, el decil de menores ingresos tuvo un aumento de su ingreso medio de 67 %, entre el 2006 y 2009, fruto de las acciones gubernamentales como el plan de emergencia, el plan de equidad y la propia reforma de la salud con influencia en las mejoras de igualdad.

El estudio del INE proporciona muy valiosa información sobre la evolución y características de la pobreza. En 2009 las personas en condición de pobreza alcanzan al 20,9%, cifra superior a las prevalecientes en la década del 90 pero muy por debajo al 33% del 2004. Importa destacar que la población rural en condición de pobreza es inferior al 10%, y que en las localidades del interior con una población inferior a 5000 habitantes se produjo el mayor descenso, bajando de 45% en 2006 a 25% en 2009. Los mayores índices de pobreza los encontramos en la población afrodescendiente con 45,3% en 2009 y en los niños de edades inferiores a los 12 años, cuyos índices de pobreza se ubican entre 36% y 38%. La condición de pobreza genera dificultades en las posibilidades y en las

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condiciones de trabajo. La tasa de actividad de los pobres es de 60,9% frente a 63,2% del total de la población, lo que marca que por diversos motivos como su propia formación se ofrecen menos en

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