DOCENTES PROFESIONALES , TÉCNICOS O MILITANTES

DOCENTES PROFESIONALES , TÉCNICOS O MILITANTES

El tema que vamos a plantear y a discutir, es sobre un llamado a profesionalizar la docencia. Estamos viviendo cambios sustanciales en la sociedad y estos cambios llegaron al ámbito educativo, se nota en la organización escolar, y en las propuestas curriculares. Todo esto afecta directamente al docente. Las actitudes frente a este cambio son de carácter defensivo, se lo percibe como una amenaza más que como una nueva oportunidad.

Antes el docente era el único portador del saber, hoy el conocimiento esta en muchas partes, y las nuevas tecnologías se impususieron en todos los ámbitos, incluyendo al sistema de educación, que claramente el docente en general las ve como una competencia desigual en el papel socializador y educativo.

El sistema tradicional le brindaba al docente cierta seguridad, el docente era considerado una víctima del estado. Hoy, existen exigencias de mayor niveles de responsabilidad y hoy sienten cierta inseguridad por la pérdida de la protección que le era brindado por el sistema tradicional.

El comportamiento defensivo tiene sus raíces en la historia de los procesos de formación profesional. En los últimos tiempos se ha producido un evidente deterioro de las condiciones de trabajo y de profesionalismo de los docentes afectados por las políticas de ajuste estructural.

Las transformaciones educativas en ejecución, en la actualidad exigen cambios significativos en el nivel de profesionalismo de los docentes, y el punto de partida para enfrentar estos nuevos requerimientos es crítico.

PROFESIONALIZAR O DES-PROFESIONALIZAR

Tenemos entonces mayor autonomía en los centros escolares y de exigencias más complejas del trabajo pedagógico encargado de formar las capacidades que requiere el desempeño en la sociedad, todo esto exige niveles de profesionalismo más alto de los docentes.

Estamos parados ante un nuevo papel de la educación y un nuevo papel del conocimiento (escuela, medios de comunicación, TICs) con nuevas condiciones y exigencias, esto obliga a que los docentes estén preparados de otra manera, se profesionalicen y esto genera resistencia en algunos. Lo que lleva a redefinir el papel del docente ante estos nuevos desafíos.

Según J.C Tedesco para el logro de la profesionalización docente, hay que distinguir dos aspectos en los cuales este proceso puede basarse:

• en el mejoramiento de las condiciones de trabajo

• y en el desarrollo de la capacidad profesional (aptitudes necesarias para el desarrollo de la actividad, mayor dominio del área).

No existe un vínculo necesario entre estas dinámicas. El mejoramiento de las condiciones de trabajo no provoca necesariamente el desarrollo de la capacidad profesional y a la inversa.

El autor para plantea el debate introduciendo una hipótesis, considera otra dimensión más para demostrar las escasas posibilidades de profesionalizar la actividad docente:

Esta dimensión se refiere precisamente a las formas de dar las clases

• Distinción entre las actividades que suponen la aplicación sistemática de un aparato teórico, aquellas donde la práctica se basa en un equilibrio entre experiencia y aplicación teórica

• Las que se fundamentan en la institución, las relaciones interpersonales y el sentido común más que la aplicación de las teorías (consiste en sostener que la educación integral no sería conveniente).

Atribuir excesivamente un aparato teórico a profesiones que tienen como objetivo determinar cambios en las personas resulta poco beneficioso para esas personas.

La educación profesional integral no es posible o mejor no es conveniente porque puede interferir en el desempeño o tratamiento más humano por parte del docente.

Todas estas consideraciones confirman que el punto de partida para enfrentar las exigencias es ambiguo. Por un lado existe una demanda de mayor profesionalización y por otro lado, esto tiende a la desprofesionalización,( pocas

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