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Del Amor Y Otros Demonios


Enviado por   •  26 de Agosto de 2014  •  1.576 Palabras (7 Páginas)  •  175 Visitas

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DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS

La historia surge en la América esclavista del siglo XVIII, la mordida de un perro hacia Sierva María una niña, hija del marqués de casalduero, desata diferentes sucesos que van marcando tanto la vida de la niña como la de los pobladores, sierva María fue criada principalmente por una esclava del marqués ya que su madre era una mujer muy parrandera y sus exesos a una diversidad de cosas que consumía la hacían ser así, en el cumpleaños número doce de la niña, se lo festejaron los esclavistas que eran los que habían criado prácticamente a la niña, lo que caracteriza a la niña es su largo cabello cobrizo que tenia y q jamás se lo habían cortado, desde aquella mordida que tubo sierva María, se desataron mucho rumores sobre una epidemia de rabia, cuando el marqués se entero sobre esto hubo una gran preocupación hacia la niña por lo que tomo una decisión muy fuerte la cual fue separarla de los esclavos y llevarla a vivir como debió de haber vivido, pero gracias a la desatención de sus padres desde un inicio no fue así, el marques conoció a un doctor en le hospital del Amor de Dios, el cual reviso a sierva María para reafirmar si ella estaba enferma de rabia, pero no fue así, estaba sana y la herida de la mordida ya estaba sanando pero el doctor le recomendó darle todo mientras pudiera hacerla feliz, pues no hay medicina que cure, lo que la felicidad no puede curar, un día despertaron al marqués para informarle que la niña tenía fiebre, el doctor que había conocido el marqués fue a examinarla y decidió dejarla y ver como se desarrollaba la fiebre, el marqués no quiso delegar su fe hacia dios por lo que había pasado con su esposa, y pues la niña fue sometida a múltiples tratamientos de muchos doctores, al cabo de dos semanas sierva María ya había pasado por muchas curaciones, que le causaron todo tipo de dolores y mas fallas en su salud, el obispo de la diócesis llamo al marqués muy preocupado y alarmado ya que junto con el padre calletano pensaban que la niña esta poseída por demonios y era necesario encomendarla a dios, porque si su cuerpo no tenia cura, su alma si la tendría, según el obispo y el padre calletano el doctor era un hereje y había sido el culpable de maldecir a la niña, por lo que le recomendaron al marqués llevar a su hija la convento de Santa Clara para que la exorcizaran, cuando el marqués regreso de su cita con el obispo la niña ya había vuelto a enfermar, el marqués paso la noche en vela con ella y a la mañana la vistió como usualmente se vestía su madre y disidió llevarla al convento en el cual las monjas no le dieron tiempo ni de despedirse y lo único que recordaba el marqués era el la galería del jardín por dónde iba cruzando la niña y su pie lastimado, El convento de Santa Clara era un edificio cuadrado frente al mar de tres pisos con numerosas ventanas. Al final de todo el Convento, lo más lejos posible y dejado, había un pabellón solitario que durante 68 años sirvió de cárcel a la inquisición. Fue en la última celda de ese rincón donde encerraron a Sierva María a ya muchos días de que la mordió el perro y sin un síntoma del mal de rabia, la abadesa del concento estaba molesta por la presencia de la niña endemoniada, ya que su primer dia lo paso desapersivida ya que se fue a jugar con los niños y esclavos, al dia siguiente inmediatamente fue llevada a su celda.

Para el marques los días que sierva María estaba en el convento fueron de luto se había arrepentido de haberla internado, así que decidió escribirle una carta al obispo para solicitar una audiencia para el caso de sierva María.

El padre Cayetano iva a ser el responsable del exorcismo de sierva María hací que un día agarro todo lo que necesitaba (agua bendita y oleos sacramentales) y se fue hacia el convento,Al entrar a la celda de Sierva María, el padre percibió un olor muy pestilente debido a las heces regadas de la niña. Ella estaba boca arriba sobre la cama sin colchón, atada de pies a cabeza con correas de cuero. Mientras la revisaba le decía que su presencia allí no era para martirizarla sino por la sospecha de que tuviera un demonio adentro. Sierva María ni lo miraba ni se quejaba ni se interesaba por sus prédicas. La segunda vez que el padre visito a sierva María, el padre decidió desatarla, pero sierva

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